Candidato Rosalito:
Desde que usted dijo que “no le pidan peras al horno”, “si me matan y me muero”, “no creo en cantos de ballena” y “ya tengo mis afiches imprimidos”, entre otras citas citables, mantengo la incertidumbre sobre si tendrá una “burusa” de capacidad para poder leer esta modesta carta que le escribo. Mis anteriores palabras se justifican, porque uno con usted tiene más indecisión que un conejo a la carrera. Categóricamente hablando, con usted se confirma el refrán siguiente: “El que nace para calvo muere pelón”.
Después de este preámbulo, retomo mi lápiz mongol punta roma para seguir borroneando unas cuantas palabras que, para mi, son imperiosas expresárselas en este preciso momento. Fíjese como son las cosas, que estoy escribiendo de la misma manera que usted habla: chareto. Tanto es así que, hasta aquí, llevo escritas 136 palabras y todavía no he dicho nada interesante. Es decir, a mí me pasa en este instante lo mismo que a usted: Que adelanto como el cangrejo. Pero qué podemos esperar de un candidato presidencial que “está más fallo que el muchacho del pan”, como dicen en el sector Santa Lucía de Maracaibo.
Por lo que hasta al presente hemos visto, parece que los señores de la oposición se equivocaron en escogerlo como su abanderado para las elecciones presidenciales del 3D. Por lo tanto, sólo nos queda decir que “el que siembra su maíz, que se coma su pilón”.
En tal sentido, para mostrarle sus carencias, le cito lo que afirmó Alfredo Keller en El Universal el domingo 27 de agosto de 2006: “Rosales no es un pico 'e plata como Chávez, pero lo importante no es lo lindo que hable”. A ello se agrega lo que Roberto Giusti escribió en ese mismo diario el domingo 10 de septiembre del año en curso: “Rosales compensa las carencias que podría exhibir con una inquebrantable voluntad de trabajo”.
Además le recuerdo lo que Gustavo Coronel subrayó en la página Web del Noticiero Digital el jueves 31 de agosto de este mismo año: “Rosales no es tan brillante como Petkoff, tan culto como Borges o tan creativo como Smith. (…) Lo importante en un futuro gobernante venezolano no es que sea un genio”. A estas palabras también se suma lo que la periodista Milagros Socorro publicó el día jueves 28 de septiembre de 2006 en su columna Con Acento del diario El Nacional: “Su escasa habilidad verbal ha sido encarada por Rosales con franqueza y sencillez; ha dicho que él no sabe hablar”.
Igualmente merece destacar lo que subrayó un columnista el día 18-09-2006 en el diario TalCual: “Su discurso tampoco expresa la oferta de un programa político; al contrario, es la repetición de lugares comunes, sin imaginación y signado por el estilo de la vieja escuela adeca. (…) Su candidatura no garantiza que pueda ir más allá del 3 de diciembre; pasado ese día, se regresará a su gobernación, que es la liga donde mejor juega”.
Acabe de tragar grueso que todavía hay más flores para la corona de su mustio futuro político y el del oposicionismo: “Lo seguro es que la oposición continuará huérfana de líder y diasporizada”.
Después de leer ese artículo en el diario de Teodoro Petkoff, Director Nacional de Estrategia de su Comando de Campaña, comprendí -aunque ya lo sabía de antemano- que alcanzar la victoria en las elecciones del 3D iba a ser para usted más difícil que pescar un zancudo con anzuelo. Como decía mi abuela, dentro de pocos días usted “va a quedar pidiendo caldo en totuma”, porque “pollo no mata gallo”.
Siendo condescendiente con usted, entendemos que hubo razones de tipo histórico-político dentro de la oposición que, de alguna manera, justifican su candidatura presidencial. Mi padre, quien fue capitán de altura, solía afirmar que “después que un barco se pierde, todo el mundo es piloto”. Por eso, bien dicen que “amagar no es pegar” y “lamiendo no se engorda”.
Estos viejos refranes son aplicables a usted, porque -después del fracaso del golpe de Estado del 11A, luego de sufrir las derrotas del sabotaje petrolero y del revocatorio-, cualquiera puede ser candidato presidencial de la “burusa chareta” que queda del oposicionismo, desde Er Conde del Guácharo, pasando por El Cura Calderón, Froilán Barrios, hasta llegar a usted. “A falta de pan, cazabe; a falta de madre, abuela”.
Ahora cuando recorre al país en la búsqueda de votos, recuerde que “en casa de jabonero, el que no se cae, resbala”. Por lo tanto, “el que come tierra, carga su terrón”. Esto se lo decimos para que se deje de estar “viendo saliva por locha” y termine de aceptar que su candidatura “está más fría que lengua de perro”, ya que muy poca gente lo está loando en los barrios.
En definitiva, señor Rosales, mejor dicho Rosalito por su afinidad con Frijolito, analizando su candidatura llegamos a la conclusión de que “lado flaco, no tiene manteca”: O sea, que es inútil esperar lo bueno de quien es malo, ya que es como “pedirle peras al horno”, como usted dice. “Ojo de garza, que gallina no ve de noche”.
Total, Rosalito, que llené mi carta de lugares comunes como su viejo discurso sólo para decirle unas cuantas cosas, cuando lo único que quería confesarle es que yo soy un auténtico NI-NI. Así que usted NI podrá persuadirme con su desgastada bagatela demagógica, NI me persuade con sus “afiches imprimidos”.
Como muchos, yo soy un Ni-NI. Pues, NI hoy, NI mañana votaremos por usted. NI nos engaña, NI nos convence con su cacareada tarjeta “Mi Negra”. NI crea, NI se haga ilusiones que usted logrará engañarnos. NI con un paquete chileno, NI con promesas de cumbiambera logrará arrancarnos el voto. NI votamos contra la patria, NI por el candidato del Diablo de EE.UU.
Ante de finalizar, cito nuevamente lo aparecido en el diario TalCual que tutela el Director Nacional de Estrategia de su comando de campaña: “Su candidatura no garantiza que pueda ir más allá del 3 de diciembre; pasado ese día, se regresará a su gobernación, que es la liga donde mejor juega”.
Ante tantos testimonios, debe haber quedado convencido que, antes de estar buscando NI-NI por lados equivocados, primero debe adoctrinar a Teodoro Petkoff, pues por lo que publican en el diario de su propiedad TalCual también es NI-NI, pues NI cree que usted ganará las elecciones, NI le augura un futuro político muy seguro. Pero el más grande NI-NI al que usted tendrá que enfrentarse es el presidente Hugo Chávez, quien NI lo ignora, NI lo toma en cuenta.
Se despide, atentamente y dejo “imprimida” mi firma:
NIcolás NIcanor NIeves NIeto.
vchavezlopez@hotmail.com
