No es una pera, no es un horno, no es un canto de ballena, no es un candidato, es “Chuletaman”, una burusa de personaje concebida por George Bush en agosto de 2006 para la tira cómica “Oposicionismo Disociado Made in USA”.
A pesar de su corta creación, “Chuletaman” se ha convertido en tiempo récord en un icono de la carencia intelectual, el oscurantismo y en el hazmerreír de la política venezolana.
Como se sabe, el único superpoder que posee “Chuletaman” es su reconocida y patentada limitación intelectual. Debido a esta grave restricción, “Chuletaman” tiene que recurrir al viejo truco del soplón, del apuntador o la chuleta para poder expresar sus desgastadas, desprestigiadas y redundantes ideas de la IV República. De allí, surge su reconocido remoquete de “Chuletaman”.
Sin embargo, sabiendo de las distintas vetas que descoloran su biografía y poniendo nuestra mente en blanco como la del entrevistado, nos atrevimos a abordar a “Chuletaman” en la propia sede de su comando de campaña.
-Candidato “Chuletaman”, ¿por qué usted utilizó una chuleta para pronunciar su averiado parloteo del pasado sábado 7 de octubre en la avenida Libertador?
-Como dice mi triple compadre Carlos Andrés Pérez, esa es una falacia que jamás había escuchado. Lamentablemente, así como firmé el decreto de Carmona, allané a Corpozulia y apoyé el sabotaje petrolero, yo utilicé una chuleta debido a una gran confusión.
-Candidato “Chuletaman”, ¿de dónde pudo haber surgido ese presunta confusión?
-La chuleta que se observa en el video que se ha estado transmitiendo, es simplemente una burusa de papel que me entregó uno de mis asesores.
-Candidato “Chuletaman”, ¿por qué y para qué le entregaron esos papeles?
-Yo aparezco en el citado video metiéndole el ojo a hurtadillas a un cerro de papeles, porque creí que uno de mis colaboradores me había facilitado la lista de las personas presentes en la concentración que estaban cumpliendo año. Yo lo único que tenía planificado era leer los nombres de los cumpleañeros para felicitarlos por su nuevo onomástico.
-Candidato “Chuletaman”, lo que usted acaba de decir no es lo que se observa en el video, ya que claramente se ve que está leyendo en una chuleta lo que tenía que decir en el discurso.
-Amigo periodista, usted tiene razón. Pero gracias a esa chuleta pude hablar más de 5 minutos, lo que para mi constituye un verdadero récord. Debo agregar que, además de las chuletas para alargar mis discursos, mis asesores me impusieron una dieta estricta a base de sopa de lengua de loro con crema de cotorra, para aprenden a hablar. Aunque hay un refrán que dice: “Toro viejo no aprende a hablar”.
-Candidato “Chuletaman”, la máxima popular no dice “toro viejo no aprende a hablar”, sino “loro viejo no aprende a hablar”.
-Eso es correcto. El refrán dice exactamente: “Toro viejo no aprende a hablar”.
-Candidato “Chuletaman”, ¿ha pensado eliminar del uso de chuletas en sus próximas concentraciones?
-Jamás descartaré el uso de chuletas. Pues, al eliminarlas me convertiría en un ovillo anudado, en una gran bola de carne que no tiene nada que decir. De tal modo, dejaría de ser “Chuletaman” para convertirme en “Albóndigaman”.
La entrevista fue suspendida sorpresivamente al llegar un grupo de compañeros exquisitos del candidato “Chuletaman”, entre los cuales se encontraban Motorman, Abuelo Monsterman, Borgesman, Petkoffman, Lopezsiscoman, y Diegoarriaman, entre otros.
Para dar por concluida la conversación, el candidato “Chuletaman” se puso a parafrasear a capella la canción “Gracias a la vida” de la chilena Violeta Parra: “Gracias a la chuleta que me ha dado tanto / me dio el discurso y el abecedario. / Con él las palabras que pienso y declaro, / promesas demagógicas que voy expresando / con el respaldo de la chuleta que siempre cargo”.
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