“Que tengo el corazón en carne viva, / que yo no se olvidar como él olvida. / Has amigo el favor de llevarme muy lejos de aquí…/ Que tengo el corazón en carne viva…”.
Recién acababa de llegar de la avenida Libertador y entonando esta canción popularizada por Raphael, la afamada y tradicional Chuleta aceptó hablar de manera exclusiva con el periodista. “Gracias a que un desconocido me rescató de un cerro de papeles tirados en el suelo, logré sobrevivir para poder regresar al comando de campaña de Rosalito”, nos dice de entrada la señora Chuleta.
Luego de completar la frase, tratando de dejar de ser una bola de papel, la señora Chuleta va estirando su arrugado cuerpo sobre su modesto escritorio y, poniendo los puntos sobre las íes, comienza a responder al pie de la letra todas las preguntas.
-Señora Chuleta, basándonos en que su eslogan de lucha es “poco esfuerzo, grandes resultados”, ¿cómo califica el uso que Rosalito le dio en la concentración oposicionista del pasado sábado 7 de octubre?
-Todavía me pregunto cómo Rosalito logró alterar mi lema al hacer un “gran esfuerzo y obtener pocos resultados”. Considero que el candidato fue pillado públicamente por un canal de televisión, por violar dos de las reglas de oro que conoce hasta el chuletero más chambón. Estas normas textualmente señalan que “se obliga tener en cuenta las posibles consecuencias que puede producir el uso de chuletas” y “se debe elegir un sitio que no esté muy a la vista del profesor, para no levantar sus sospechas”.
-¿Es por eso que muchos chuletólogos consideran como “grave ignorancia” el hecho de que Rosalito haya utilizado a hurtadillas una chuleta, olvidándose que el acto era transmitido por televisión?
-Partiendo de la premisa de que “si el mundo avanza, las chuletas también”, a todos los miembros del Club Chuleting se les dota de un kit compuesto del audífono más pequeño del mundo y de un celular con forma de pera que mide tres centímetros. Este teléfono tiene incorporado una microscópica cámara fotográfica para que el chuletero retrate las preguntas y pueda enviárselas a sus compañeros fuera del aula. De vuelta, el copión obtiene las respuestas mediante mensajes de texto. Según el video transmitido por un canal de televisión, Rosalito demostró un total desconocimiento de estos avances logrados en la materia y que ni siquiera pasó por la Universidad de la Vida, casa de estudios empíricos de la que egresaron Piñerúa Ordaz y Alfaro Ucero.
-Pero para hablar en público es aceptado llevar anotaciones sobre los temas más importantes a que se hará referencia.
-Eso nadie lo discute. Lo que se debate es que Rosalito me usó como si se copiara en un salón de clases y temía ser sorprendido por su profesor. Prueba de ello es que me mantuvo todo el tiempo encubierta y disimulaba mi presencia. Por ello, Rosalito se observó inseguro al hablar. Estaba nervioso, sudaba, bajaba la vista, agarraba desesperadamente los micrófonos y me miraba fingidamente. Era tanto su titubeo que, a pesar de que habló muy poco, tenía la garganta reseca y se tomó una jarra de una bebida de un color extraño.
-¿Qué es lo más lamentable de todo lo acontecido?
-Me llevo un mal recuerdo, porque con Rosalito me sucedió algo que jamás me había ocurrido. Yo tenía escrita una cosa, sin embargo el candidato leía y decía otra. De esa facilidad para confundir las palabras, es que surge su cita citable: “No hay que pedirle peras la horno”.
-En conclusión, ¿qué medida tomará contra Rosalito por haberla puesto en ridículo ante todos los venezolanos?
-En un acto público y sin derecho a réplica, Rosalito será degradado y expulsado del Club Chuleting por bruto.
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