Yo Claudio Fermín tomó la pantalla de Globovisión para pedir, casi rodillas ante el país, que la oposición se una de una vez por todas alrededor de la candidatura de Henry Falcón.
El llamado casi desesperado de Fermín estuvo cargado de señalamientos que giran en torno a la crisis y a las penurias que está pasando el pueblo. Habló incluso de los costos de un cartón de huevos y del precio desproporcionado del resto de los alimentos.
Fermín, como viejo “zorro” de la política, sin embargo evitó hablar del verdadero origen de las calamidades que está padeciendo la nación. Es decir, le faltó señalar con el índice de la mano a los verdaderos responsables de todo este berenjenal, que la mayoría del país los conoce y los ubica del lado de la oposición.
Fermín, por decir algo, no nombró para nada, para no comprometer su reputación, a Julio Borges, ni Antonio Ledezma, ni a María Corina Machado, ni mucho menos a Enrique Capriles.
Tampoco invocó a la propia Lilian Tintori, junto a su querubín, como los responsables directos de este desastre, solo porque no quisieron aceptar la derrota que les propinó el presidente Nicolás Maduro, una vez que falleció el comandante Chávez.
Fermín llegó incluso a señalar que basta ya, en el seno de la oposición, de tanta terquedad y revanchismo, que es hora de sumar más que restar, pues el país necesita de un cambio urgente de dirección para salir de la crisis, incluso habló de cambiar el modelo económico.
Lo extraño de Fermín es que ese mismo llamado que hizo para que cese la terquedad y el revanchismo en lo interno de la oposición, no lo ha hecho para evitar que se sigan creando artimañas y estrategias para evitar que el gobierno gobierne.
Es decir, yo Claudio pide que cese la confrontación interna, pero da claramente entender que debe seguir la estrategia perversa y malsana que busca el colapso total del país, solo para cumplir con las recetas del imperio.
Fermín evitó en la entrevista, por demás condicionada con preguntas a favor de la ultraderecha, tocar el tema mediante el cual Falcón ofrece de nuevo -de llegar a ser electo presidente- un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Evitó de plano decir que las recetas del FMI y de la banca multilateral prevén poner en manos de las trasnacionales todas las empresas del Estado venezolano.
Pero Fermín además hecha al cesto de la basura la propia reacción que tuvo el pueblo cuando decidió, en el gobierno de Carlos Andrés Pérez, tomar las calles para protestar por el afamado “paquetazo”, que dio origen a “El Caracazo”, que dejó escenas de dolor y llanto, producto del convenio con el FMI.
Yo Claudio, quien siempre vio frustradas sus aspiraciones presidenciales, precisamente por el revanchismo y el odio interno que siempre ha prevalecido en la oposición, en definitiva sufre de ceguera, pues solo pide apoyo para Falcón, menospreciando las barbaridades que el candidato de la “esperanza” promulga abiertamente, sin tino, sin recato, sin respeto a la víctimas de “El Caracazo”, y sin ninguna estrategia que permita al menos evaluar sus propuestas.
*Periodista