El TSJ clandestino y sus alucinaciones

De verdad que en Venezuela se ve de todo, desde lo más absurdo, ilógico e irracional, a lo más ridículo. Incluso, casi a diario nos encontramos con hechos cómicos, que asemejan una parodia o un cuento de esos a que nos tienen acostumbrados los chistó logos o los jocosos maracuchos.

Esta vez quien nos ha hecho reír es el abogado Miguel Angel Martí Tortabú, quien dice ser presidente de ese adefesio mal llamado Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que opera o dice operar desde la clandestinidad.

En senda carta dirigida al nuevo presidente de México, Andrés López Obrador, el supuesto magistrado le exige al nuevo mandatario mexicano que descarte toda posibilidad de invitar a su toma de posesión al presidente Nicolás Maduro, por cuanto ese "tribunal" lo declaró el 29 de octubre, del presente año, culpable y lo condena a 18 años 3 meses de prisión, por incurrir en delitos de corrupción y legitimación de capitales.

Martí Torbasú agrega además, a través de su correspondencia claramente mediática e insincera y falta de credibilidad, que en consecuencia "el señor Nicolás Maduro ha quedado formalmente destituido de su cargo de presidente de la República". Cualquier "pelusa", diría alguien por ahí.

Pero además el "presidente" del máximo tribunal del país ¿? dice que de ser cierta la invitación que se le ha formulado al jefe de Estado venezolano, desde México, ese hecho se constituye en una grave ofensa contra el pueblo venezolano, así como una afrenta a los países que han acusado a Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI) por la comisión de delitos de lesa humanidad.

A medida que se lee el panfleto de Martí Torbasú igualmente se refleja que debido a la decisión que se ha tomado en contra del presidente venezolano se le ha solicitado a la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) que detenga a Maduro al ingresar a cualquiera de los 192 países donde opera este cuerpo, incluyendo a México.

La carta dice además que los fondos sustraídos ilegalmente, solo por el caso Odebrecht, alcanzan la cantidad de 35 mil millones de dólares, algo así como para comprar al mismo imperio, y como consecuencia de ello los venezolanos sufren hoy de hambre y enfermedades, viéndose obligados a emigrar, muchos, incluso, a México.

El ilustre "magistrado" remata su correspondencia diciendo que en Venezuela se vulnera constantemente los más elementales derechos humanos que se traducen en arbitrarias e ilegales detenciones de ciudadanos, torturas, ajusticiamientos, confiscaciones, racionamientos de alimentos y medicinas, entre otros, lo cual obliga a los países garantes de la libertad, la democracia y los derechos del hombre, activar todos los mecanismos tendentes a su protección, tal como lo consagra la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), en donde la hermana República de México igualmente es signataria.

Que podemos decir en torno a esta comicidad que nos acaba de presentar Martí Torbasú. En primer lugar diríamos que de verdad sería toda una vergüenza para el país que llegaré a ser el presidente legítimo del máximo tribunal de la República, por cuanto ni siquiera entiende que cada nación es autónoma y soberana de formular las invitaciones que a bien considere pertinente hacer, sin que otro país intervenga para evitarlo. Esa carta, sin duda, es toda una intromisión en los asuntos internos de México.

Pero más allá de eso, en el supuesto que se actuase apegado a la ley, el TSJ clandestino condena al presidente Maduro solo de verbo sin presentar pruebas contundentes que verdaderamente avalen lo que se dice en su contra o lo comprometa. Al parecer Martí Tortasú cree que los mexicanos son "caídos de la hamaca" o le vio la cara de tonto o menso al nuevo presidente de esa nación.

Martí Tortasú olvidó además que el presidente Maduro acaba recientemente de regresar de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en donde precisamente le cantó las "mañitas", de manera clara y precisa, al presidente norteamericano Donald Trump, entonces cómo se explica que estando en suelo del verdadero enemigo de Venezuela no actúo en su contra, en esa nación, la Interpol, preguntamos?.

Hay un punto que Martí Tortasú acierta, y es cuando asegura que los venezolanos estamos padeciendo hambre y enfermedades, viéndonos muchos obligados a emigrar, pero no alude las verdaderas razones que han llevado al país a sufrir esas consecuencias, por ello evita reconocer que las sanciones que nos ha impuesto el imperio impiden comprar alimentos y medicinas, pero más allá de ello se pretende soslayar que el Ejecutivo pueda utilizar los recursos generados por la venta del petróleo para cubrir nuestras necesidades, y más reciente aún se nos prohíbe vender nuestro oro, con la idea clara de ver colapsar a la nación.

No cabe duda que Martí Tortasú se hace el desentendido al destacar también que aquí en Venezuela se vulneran los derechos humanos que se traducen en arbitrarias e ilegales detenciones de ciudadanos.

Al parecer el hombre que debería ser garante de la justicia en el país, en el supuesto negado que ciertamente dirigiera al TSJ, pretende que los delitos ordinarios promovidos por simpatizantes de la oposición no sean tomados en cuenta, es decir, aquellos que fueron detenidos por asesinar y quemar vivos a varios ciudadanos por creerlos chavistas, habría que dejarlos en libertad.

Martí Torbasú al parecer también cree que son intocables aquellos que vienen saboteando el sistema eléctrico nacional o aquellos que están acabando con las redes de la Cantv, pero igualmente hay que dejar en libertad a los que incendiaron decenas y decenas de autobuses.

El delito de traición a la patria al parecer no está contemplado en el Código Orgánico Penal que maneja Martí Torbasú, ni que el mismo sea castigado, pues pretende que esos personajes, como Julio Borges y Antonio Ledezma, entre otros, que han llamado a que el imperio nos invada y nos aplique sanciones, queden libres de toda acusación o responsabilidad.

A propósito, son varios los que integran el TSJ clandestino que ya han brincado la "talanquera", lo que demuestra que estamos frente a una cosa inadmisible, loca, que no tiene sentido, y aun así sobran incautos que le hacen el juego a ese adefesio que solo pretende abalar las actuaciones de quienes promueven un golpe de Estado.

Martí Torbasú, y su "combo", sin lugar a dudas, viola además el artículo 138 de la Constitución, que dice taxativamente: "Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos".

Por cierto, una colega opositora, acá en Yaracuy, acostumbra a decir -criticando al gobierno- "aquí si se ven vainas…"

 

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Ítalo Urdaneta

Periodista, historiador y profesor universitario

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