Chávez vs Chávez

Este domingo 3D, Chávez (“el bueno”) se estará enfrentando a Chávez (“el malo”); en una contienda bizarra, única e inédita. Los opositores no estarán votando por Rosales, sino que lo estarán haciendo CONTRA Chávez. Les da igual que el candidato sea Petkoff, Borges, Ledezma, o el perrito de la señora de la esquina. Chávez los enloquece, los desarticula, los confunde. Chávez ha logrado estar en todas partes, en sus comidas, sus pesadillas, sus viajes, sus amoríos. No tienen otro objetivo sino salir de Chávez. No tienen otro proyecto de país, sino salir de Chávez. Los amarga, los llena de odio y de ira. Los han engañado tanto tiempo sus líderes, que les han hecho creer que eliminando a Chávez todo volverá a la “normalidad”: seremos entonces un país unido, libre y democrático; “como era antes”.

Sin embargo, algunos de esos opositores, un poco más sensibles e inteligentes (no me refiero a la inteligencia intelectual, sino más bien a eso que se conoce como “inteligencia emocional”), que perciben la realidad de una forma más objetiva; que saben, porque lo saben, que el triunfo de Rosales significaría la vuelta de CAP, Ledezma, Lepage, Luis Herrera, Caldera-Hijo, Ciliberto (o quien haga sus veces), Lusinchi, Blanca Ibáñez, Ramos Allup, y toda esa panoplia de adecos y copeyanos depredadores; creen (¡ingenuamente, coño!) que podrían ponerle “condiciones” a estos individuos una vez llegados al poder.

Creen, porque no saben de política real, que estos no vendrán (por supuesto, caramba, cómo esperar otra cosa de personas tan honorables) a “cobrar su victoria” ¡Ingenuos! Cualquiera que se coloque entonces en su camino será apartado, destruido, arrasado, escupido y calumniado ¡Me imagino esos profesores universitarios haciendo ver a los Generales González González o Felipe Rodríguez (“El cuervo”), individuos especialmente violentos, el “respeto a la voluntad popular”, “el imperio de la ley”, y todo ese conjunto de cosas que se enseñan en el hogar y la escuela! No podrán hacer nada entonces; porque la restauración del pasado habrá nuevamente empezado; en su forma más bestial, terminal y podrida.

Creen que eliminando a Chávez, eliminan la Revolución Bolivariana. Pero no atinan a percatarse que Chávez es un producto de las circunstancias históricas, y no al revés. Eliminando a Chávez, eliminan un hombre, pero no a un proceso. Porque aunque no quieran entenderlo, ni creerlo, Chávez es símbolo de estabilidad real. Su palabra es acatada y respetada por todos, sin excepción. Y esto es sumamente importante; por cuanto el movimiento bolivariano lo componen muchos grupos e ideologías, que no tendrían salida constructiva, si desapareciera repentinamente el Presidente. La fuerza del movimiento no la creó Chávez; sino que él la encarna, la personaliza, y le da una dirección y mando únicos.

En los tiempos del sabotaje petrolero, luego del Golpe de Estado (¡cómo hace falta que gente de la oposición, sin ambigüedades, ni miedos, diga que eso fue un Golpe de Estado!) había un graffiti en una de las paredes del centro de Caracas, que por su aplastante verdad, me hizo meditar acerca del futuro de la nación: “Si matan a Chávez, quemamos el Este”. Y eso lo sabe muy bien la CIA…

Pero el gobierno de los Estados Unidos no quiere provocar una situación tan grave, que peligre el flujo de petróleo, que es lo que realmente le interesa. Sabe que no debe temer una guerra civil, porque para ello se precisa (y eso se encuentra en cualquier tratado serio de geopolítica) que la Fuerza Armada se divida en dos trozos de similar tamaño y fuerza; porque sin uso masivo de armas no hay guerra civil. Pero esa no es la realidad en Venezuela.

EEUU también sabe que la muerte del Presidente, y precisamente eso es una razón para dudar en su aplicación, podría conducir a la toma del poder de un sector mucho más radical del bolivarianismo, que es solo detenido por el enorme liderazgo de Chávez, su inteligencia, su valentía personal, y su visión política y estratégica a largo plazo. Bush ha mostrado torpeza, arrogancia inaudita y uso indiscriminado del chantaje, sin ningún resultado plausible en Venezuela. Despreció a Chávez, y creyó que podría destruirlo con el uso masivo de los medios de comunicación, el vilipendio, la mentira, la manipulación y el engaño; usando “perfiles sicológicos” latinoamericanos, que resultaron inútiles; porque sencillamente el Presidente no se amolda a ninguno. Él es Él. Y por eso algunos creen (tanto por odio como por ignorancia) que está verdaderamente loco.

Loco, porque no es un militar gorila; que ama apasionadamente y se conmueve por el sufrimiento ajeno (¡Hipócritas, que le reclaman a Chávez lo que NUNCA le reclamaron con el odio y la vehemencia que los ciega, a CAP, Lusinchi o Caldera!). Que es capaz de tomar las armas para defender la República, como también es capaz de pelear con los dientes el acceso a los mercados internacionales de nuestros productos, defender el precio del petróleo (que algunos enanos mentales juran que es un asunto del azar, como la lluvia), superar la brecha tecnológica, la imprescindible escolarización masiva, la prestación de servicios médicos en escala monumental, gigantescos proyectos de comunicaciones, riego, electricidad, defensa y seguridad estratégicas... y un muy, muy largo etcétera.

Pero una enorme mezquindad agobia a la oposición. Creen que votando por Rosales se acabará el bolivarianismo. Creen que matando a Chávez serán nuevamente felices; porque el detritus del pasado ha explotado sin misericordia sus miedos más absurdos. Los “doctores” están confundidos, pero el hombre llano percibe cosas que están ausentes de quienes sólo saben mentalizar las ideas, sin observar verdades, porque es lo único que les permite entender este mundo. Creen que las ideas, per se, por ser constructos inasibles, son superiores en calidad y objetividad, que la fe desnuda, en cuanto a la materialización de la esperanza. Es una intelectualidad estéril, gélida, aterrorizada y embobada. Esa es la pura verdad, señores escuálidos...

Voten por Rosales. Voten, pero sin engañarse. Voten por Rosales, a conciencia de estar votando CONTRA Chávez, no a favor del imbécil de turno que Ustedes no eligieron. Voten por Rosales, con frenesí, con odio, con exquisito placer, que se convertirá luego en furia, fracaso y decepción. Voten por el candidato de EEUU, sabiendo que, en caso de ganar, “vendrá a cobrar su victoria”. Sabrán entonces, porque son sólo niños asustados encerrados en cuerpos de adultos, que no son dueños de sus destinos, sino meras marionetas de poderes que no entienden. Pero, es obvio, eso no va a ocurrir. Los desdentados, los pata en el suelo y los ignorantes, salvarán a “los doctores” de otra niñada más; fruto de su ocio y sus prejuicios. No podría ser de otra manera.


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Juan Carlos Villegas Febres


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