Como todo el mundo sabe, basta revisar la prensa de ayer lunes, el joven Guaidó, pese el rol que desempeña y los recursos de que dispone, como que pecó de subestimar la realidad y lo que en ella, como diría Walter Martínez, acontece en "su propio desarrollo" y dimensión; reaccionó al enterarse del acuerdo entre gobierno y factores de la oposición contradiciéndose de manera casi infantil. Se comportó ni más ni menos que como muchacho agarrado infraganti que intenta de manera atropellada dar una respuesta satisfactoria.
En la prensa nacional, tanto Guaidó como Stalin González, habían declarado como muerto el diálogo de Barbados, pues ambos coincidieron en considerarle "agotado". Por supuesto, el lector sabe bien que eso coincidió con varios hechos, como la destitución de Bolton y las declaraciones aparentemente incoherentes y hasta contradictorias de Trump, quien llegó a decir que en lo que a Venezuela respecta aquél "se había pasado de la raya", pero ante la incomodidad de Marco Rubio, salió a tranquilizarlo diciendo, palabras más o menos, que era más radical que el destituido. Aunque hoy mismo dice que privilegia llegar a un acuerdo con Irán y no una guerra, exactamente lo mismo que dice sobre Corea del Norte". El lector sabe también que eso coincidió con que María Corina Machado, al enterarse de lo sucedido el lunes "aseguró que el cierre definitivo de las negociaciones entre la oposición y el régimen venezolano en Barbados es una buena noticia para el país". Es decir, ellos no quieren diálogo. https://www.elnacional.com/venezuela/maria-corina-machado-maduro-esta-mas-debil-que-nunca/. Convalidó lo que hemos dicho que hicieron Guaidó y Stalin González, pero además agrego: "Los aliados le quieren hacer creer al régimen que no va a pasar nada y eso es falso, sí va a pasar y está pasando. La fuerza debe venir de afuera y de adentro". https://www.elnacional.com/venezuela/maria-corina-machado-maduro-esta-mas-debil-que-nunca/. No cabe duda que María Corina ha optado por la intervención armada.
Pocas horas después, y como una respuesta a Guaidó y González, se produjo el anuncio del acuerdo entre el gobierno y sectores de la oposición, que pareció sorprender al primero, tanto como dejarle en el aire y sin sustento.
Parece habitual en el presidente de la AN, cuando es sorprendido por algún acontecimiento, reaccionar de manera incoherente, infantil y hasta contradictoria. Y por supuesto, a la edad nuestra y habiendo sido por años educador, se sabe que eso no es extraño, es propio de la edad del personaje y la poca dedicación. Por eso, reaccionó sorprendido y reclamó que el gobierno hubiese soslayado el diálogo con ellos, olvidándose que pocas horas atrás, manifestó su renuncia al mismo. Eso está en la prensa nacional e internacional del día lunes y el lector puede cerciorarse sin mucho trabajo. Horas más tarde, como después de prender todas las bombillas, intento abrir el diálogo e hizo una propuesta, la que según un amigo, ya habían hecho en Barbados, que se crease un consejo de gobierno "con todos los sectores" y excluyéndole a él y a Maduro."
Pareció eso, a todas luces, que Guaidó y los suyos acusaron el rudo golpe e intentaron meterse en el diálogo de nuevo y si se quiere en los predios de la sensatez.
Ayer mismo, en toda la prensa, nacional e internacional, la UE salió a hacer eso que suelen llamar control de daños, dado el desbarajuste opositor y señaló "que para tener éxito y generar la confianza necesaria, es importante que cualquier proceso de negociación sea representativo, cuente con el respaldo de la Asamblea Nacional y tenga el objetivo de organizar elecciones presidenciales creíbles". Y agregó que para ""La UE reitera su apoyo a un proceso serio e inclusivo como el auspiciado por Noruega y evaluará las medidas a su alcance para restablecer la democracia, el estado de derecho y los derechos humanos en Venezuela".
Por supuesto, tiene razón la UE en lo que dice, Venezuela reclama un acuerdo que genere confianza e incorpore al mayor número de fuerzas a la tarea de reconstruir el país, particularmente a lo de conquistar la paz y el diseño de una política de defensa de los intereses nacionales. Pero observemos como la UE, "reitera su apoyo" al diálogo auspiciado por Noruega, ese que Stalin González y Guaidó, habían descartado porque "se agotó". Con lo que le dieron validez, pertinencia y hasta sustentación a los anuncios del gobierno y un sector muy importante de la oposición del lunes en la tarde.
La reacción de la oposición, manifestada por distintos medios y voceros ha sido la de descalificar aún más al gobierno y a quienes con él firmaron el acuerdo del día lunes. Incluso aluden números y hablan de una representación minoritaria del universo opositor. Todos los venezolanos sabemos, si no pregúntele a Schemell y hasta Luis Vicente León de Datanálisis, los partidos opositores, como AD, PJ y VP, por nombrar sólo esos tres, suelen aparecer en las encuestas, con puntajes sumamente bajos. Y Henry Falcón, quien tuvo de jefe de Campaña a Claudio Fermín, alcanzó la nada despreciable suma de más de dos millones de votos, pese al incesante llamado opositor con todo su poder comunicacional a la abstención.
Partidos como el de la señora María Corina Machado, quien da pruebas fehacientes de no querer saber nada de diálogo, como hemos mostrado arriba, sino que opta por otras salidas, cuantitativamente nada representa,
Lo cierto, verdadero de todo esto, pese no le guste a mucha gente, por razones obvias, lo acontecido el lunes constituye un paso de avance en la búsqueda de soluciones. Eso, para nada contradice lo que aspira la UE y quienes desde Noruega promueven el diálogo. Al contrario, pudiera ser un catalizador que acelere en todo el universo opositor una tendencia a abrirse al diálogo que hasta pudiera arrinconar a quienes en el gobierno, no lo asuman verdaderamente. Pues también es cierto, lo que no se puede ocultar alegando mayorías improbables, por lo de la verdad verdadera como se dice en distintos espacios, de cada 10 venezolanos, 7 quieren el diálogo, la paz y el alcanzar una solución que involucre a todos y nos aleje del peligro de terminar siendo atrapados por la violencia e intereses ajenos.
También es verdad, negarlo sería infantil, que la oposición ya no parece un archipiélago donde las distancias entre un espacio terrestre y otro se disimulan y un bando ejerce la representación del otro como en un ejercicio ilegal y abusivo de la representación, sobre la base del poder y el chantaje, sino que de hecho y derecho lo es. Desde ayer tarde lunes para acá, la representación de Guaidó fue disminuida sustancialmente, no es fácil determinar en cuanto desde la perspectiva cuantitativa, pero sí bastante en la expresión y representación política. De hecho, la manifestación dada por gobierno y la oposición que con este acordó, envuelve el regreso a la AN, dándole a esta el rango que merece. Y esto plantea una interrogante acerca de la futura correlación de fuerzas de ese organismo. Pues no es posible pensar que esa decisión haya sido tomada sin pasearse por ese asunto y todo lo que el acuerdo mismo desencadenaría.
Por lo que uno lee en los medios, pareciera que el universo que "representa" Guaidó, da como un hecho que forman una mayoría, que siéndola, no tendrían por qué temer a lo acordado, particularmente en lo relativo a la AN. Pero no obstante, sus primeras reacciones, parecieran no expresar eso. Claro, se entiende como natural reclamen que se les incorpore a ese tipo de encuentro, como deberían propiciar que el grupo que firmó con el gobierno se sume a las reuniones de Barbados, pues como dice la UE, como "que para tener éxito y generar la confianza necesaria, es importante que cualquier proceso de negociación sea representativo, y para que se dé esa condición habría que darle representación a quienes ya acordaron con el gobierno.
Pero hablando de mayorías, los números dicen que ella, de manera aplastante, está por un acuerdo que garantice la paz y resuelva los problemas que nos afectan, lo que significa que no apuesta por ninguna de las tendencias en pugna.
El gobierno ha logrado, sin importar haya gente eso no le guste, reconocimiento por parte del universo opositor, lo que le resta fuerza a los alegatos de ilegalidad de la otra parte. Pero al mismo tiempo, eso es evidente, la "legalidad" de Guaidó ha sido cuestionada públicamente por quienes, si antes no le apoyaban, habían aparecido como en actitud contraria.
Guaidó y los suyos, lo que parece muy natural, han reaccionado como un capitán que viendo su barco escorándose, opta por ignorar aquello como si fuese lo propio para que aquél recupere el equilibrio. Hay golpes que duelen, pero hay que asumirlos. ¿Le dieron un golpe duro a Guaidó? Habría que ser obcecado, ciego o terco para no percatarse. Hay que leer la realidad tal como es. Es muy malo hacer lo contrario.