Con una gran sonrisa dibujada en el rostro transpirado, nos recibe el Filósofo del Zulia. De bienvenida nos da un fuerte abrazo, casi aplastante y abrumador. Sorprendido, nos quedamos sin palabras y sin respiración. “Casi me matan y me muero” –pienso, sofocado ante el inesperado estrujón.
-Disculpa que te haya abracado de ese manera, pero leí tu libro Así Habla Montes Kiú: Erudiciones del Filósofo Autodidacto del Zulia y estoy muy forondo. La obra quedó Mundial Zulia, porque es un trabajo muy sesudo, como diría mi maestro Teodoro Petkoff –expresa de entrada el filósofo zuliano.
-Mi modesta obra es apenas la compilación de una parte de la agudeza de su capacidad intelectual –aclaro, mientras busco un segundo aire como una corvina que asoma su temblona cabeza entre los marullos del Lago de Maracaibo.
Después de las palabras del Filósofo de Zulia y las mías, se hace un silencio largo como una anaconda. Rehecho del abrazo asfixiante, voy a lo mío y comienzo a preguntar, porque un periodista es, sobre todo, un ser lleno de interrogantes.
-¿Cuál pudo ser la razón para que el presidente Chávez decidiera derogar la Ley de Inteligencia?
-Lo asombroso no es que las cosas sean y cambien. Lo sorprendente es que yo no creo en cantos de ballenas, pero -sin pedirle peras al horno- considero que fue un gravamen de algún gobernante extranjero. Los amigos de Chávez, por pique, no aceptan que él reconozca mi entendimiento a través de la llamada Ley de Inteligencia. Pero el mismo nombre de la nueva legislación delata la admiración que Chávez siente por mí, aunque yo soy como el Relámpago del Catatumbo que encandila con vela propia.
-¿Cuáles son sus elementos de juicio para expresar con certeza esa afirmación?
-Nadie crea que estoy tirándome a lo buchón o lanzando bombolones, pero sólo basta leer una burusa de la exposición de motivos de esa Ley para descubrir que está consagrada a mi persona.
-Hasta ahora, nadie había advertido ese aspecto en el contenido de la citada Ley.
-En la exposición de motivos de la Ley de Inteligencia, se dice que el diseño material y orgánico establecido en ese decreto determina como orientación filosófica fundamental el carácter oportuno de las informaciones. Y como saben todos los venezolanos de Venezuela de este país, yo soy el único dirigente político opositor que ha emitido una enunciación filosófica primordial en las informaciones que ha dado a conocer al público presente y ausente, aunque siempre utilice chuletas para proferir mis burusas intelectuales.
-¿Qué opina del artículo 8 de la citada Ley?
-Ese párrafo filosófico también me hace un reconocimiento directo. Allí se dice que “la actividad de inteligencia civil es aquella que se desarrolla en los ámbitos económico, social y político”. Nadie puede hacerse de rogar que yo sea un político civil inteligente, gaje natural en mi oficio de filósofo. Sin embargo, lo que en mi caso representa una propina de Dios, otros venezolanos tienen que estudiarlo para poderlo expresar a regañadientes. Pero lo que se estudia y se aprende es inteligencia artificial, en cambio la mía es innata en mi mismo.
-¿Considera necesario crear la inteligencia de Estado?
-Si pensamos en cuestiones más filosóficas, su pregunta no es descabellada, ni con dos pelucas. Pero primero hay que determinar cuál es el estado de la inteligencia, porque si alguien tiene la inteligencia del cerebro con un hueco en el medio, como una mandoca, no sirve para nada. En mi caso, yo siempre tomo en cuenta la psique de los demás. Por eso, estoy pendiente de que psique lo dijo el gobierno; psique lo dijo fulano de tal y cual, es decir, psique lo dijo Teodoro Petkoff o psique lo dijo la gente de Primero Justicia.
-Ahora que acaba de nombrar a Primero Justicia, ¿cómo califica los ataques contra sus aspiraciones por conseguir la Alcaldía de Maracaibo?
-Las agresiones y críticas recibidas por esa organización partidista, me han obligado a reformular diversas ideas filosóficas concatenadas para mi usufructo mental del pensamiento. Por lo tanto, en un contexto de crisis del oposicionismo, aprovecho esta tribuna para denunciar que Henrique Capriles Radonski me está asediando, tal cual como hizo con la embajada de Cuba durante el 12 de abril de 2002.
-Ante esta tempestad interna, ¿está haciendo agua la unidad del oposicionismo?
-Como del cielo encapotado me están cayendo grandes piedras, le hago un llamado al partido Primero Justicia porque se puede quedar aislado como la isla de Margarita, que es una gran piedra rodeada de agua por todas partes.
-¿Cuál es su mensaje inteligente y filosófico para Primero Justicia?
-Como ellos no quieren tomar conciencia, para que se calmen, yo los invito a tomarse conmigo un vasito de agua fría y un cafecito caliente. De paso les regalaré un frasco de huevos chimbos para que endulcen su filosofía del apoyo onomatopéyico de la unidad. La unidad no es hacer una ensalada de partidos políticos, como si Henry Ramos Allup, Antonio Ledezma, Julio Borges, Cabeza ‘e Motor y yo, fuéramos vegetarianos.
-¿Fue inteligente haber inventado la tarjeta Mi Negra?
-Así como inventé la tarjeta inteligente Mi Negra, yo he ido abriéndome paso a fuerza de mi capacidad inteligente. Y eso es nada fácil, como no es ninguna mantequilla pedirle peras al horno.
. -Ya que a lo largo de esta entrevista se ha identificado con el contenido de la Ley de Inteligencia, y estando de acuerdo con que la inteligencia, como la gripe aviar, no reconoce fronteras, ¿cuál es su más novísima frase?
-La que inventé durante mi última visita al estado Falcón: “Los Médanos de Coro son arena de otro costal”.
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