Movimiento 2D apoya la Ley Retorno

Partiendo de la apolillada perorata de que el rrrréeeeegimen “se ha convertido en un gobierno de facto, que se ha ilegalizado”, el Movimiento Dedos que encabeza el presidente editor del partido político oposicionista diario El Nacional, Miguel Henrique Otero, aprobó por unanimidad el anteproyecto de un nuevo articulado de la llamada Ley Retorno, que a mediados de la próxima semana será introducido ante el Parlamento Europeo con la sugerencia de que, una vez de su aprobación, se -aplique sin querella y sin derecho a pataleo- en Venezuela.


Como se sabe el Movimiento Dedos está integrado por un grupo de venezolanos independientes de toda militancia política, tales como Simón Alberto Consalvi (ministro de Relaciones Exteriores, 1977-1979, 1985-1988; ministro de la Secretaría de la Presidencia de la República, 1984; ministro de Relaciones Interiores 1988-89, cargos ocupados durante los gobiernos de AD), Ana Julia Jatar (directora de Procompetencia durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, en la actualidad es integrante del Comité Ejecutivo de Súmate), Antonio Ecarri (dirigente de AD), Parsifal De Sola (militante de Copei) y Rafael Revenga (propuesto en 1997 por Luis Alfaro Ucero para presidir del CSE), entre otros representantes puros apolíticamente.

Por la nómina de sus integrantes, el Movimiento Dedos aparece en la palestra política como una rancia extensión de la mano pelúa de la IV República, grupo de cadáveres insepultos que tiene la inveterada manía de aparecer en los procesos electorales forrados en dólares contantes y sonantes enviados por la Casa Blanca.

De tal modo, la munición verbal dolarizada de esta caterva “dosdedodiana” comandada por Oterito sólo dispone de los cañones que el terrorismo mediático ha puesto a su servicio. Es decir, retórica aparte, el Movimiento Dedos se nos presenta como un aventajado vendedor de humo, poseído por una desfachatez cuyo grado de falsía se refleja en la cursilada de nombrar a Oterito como su cabecilla máximo.

No es casual entonces, que el Movimiento Dedos esté atrincherado en la sala de redacción de El Nacional. En tal sentido, revisemos en vuelo rasante únicamente algunos nombres de sus componentes: Miguel Henrique Otero, presidente editor de El Nacional, Simón Alberto Consalvi, editor adjunto del citado diario; Pedro León Zapata, caricaturista del partido mediático de Oterito; Rafael Arráiz Lucca y Ana Julio Jatar, articulistas del mencionado rotativo. Ante esta realidad, es lógico preguntarse: ¿Oterito recibe financiamiento del exterior para convertir a El Nacional de una organización política con aspiraciones presidencialistas? Uno no sabe, pero sospecha y desconfía de la filantropía por la Patria que muestra de toda esta gente (people, dicen Bush, Mac Cain y Obama).

Después de este introito dedicado al Movimiento Dedos, nos referiremos al cuerpo de artículos que este pequeño grupo mediático oposicionista incorporó a la Ley Retorno aprobada por el Parlamento Europeo. Esta contribución, es el mero reflejo de que el Movimiento Dedos considera que durante la IV República todo fue miel sobre hojuelas y que los venezolanos vivíamos escuchando el Himno a la alegría: “Ven, canta, sueña cantado, vive soñando el nuevo sol”, mientras ocurrían las masacres de Cantaura, Yumare, El Amparo y El Caracazo.

Sin más preámbulos, veamos el nuevo articulado que el oposicionista Movimiento Dedos añadió a la citada Ley Retorno. A saber:

1. Queda aprobado el retorno de la forma de gobierno que, durante la última década de la IV República, ejercieron con sacrosanta sabiduría las barraganas presidenciales, mujeres que lograron la carta de naturaleza en la high society nacional y el reconocimiento de facto de las autoridades civiles y eclesiásticas. Como es del conocimiento, el término 'barragán' procede del árabe barra (fuera) y gana (ganancia). Por lo tanto, este amancebamiento representó y garantizó un dividendo seguro para las cuentas mancomunadas que manejaba el presidente cuarto republicano de turno.

2. Se propone y se aprueba el regreso de la corrupción que se desarrolló con sobrado éxito desde la Oficina del Régimen de Cambios Diferenciales, Recadi, organismo creado la madrugada del lunes 28 de febrero de 1983 y defendida por el Ministro de Hacienda, Arturo Sosa. Se sugiere seleccionar, desde ya, a los futuros “chinitos de Recadi”.

3. Se decreta el retorno de la célebre y cruda realidad del “bájate de la mula”, expresión coloquial que, al ser ejercida con fuerte rigidez durante la IV República, hizo super millonarios a los altos empleados públicos de AD y Copei. En su restitución, el “bájate de la mula” viene con todos los hierros.

4. Se plantea y se sanciona la vuelta del “¿cuánto hay pa’ eso?”, con la finalidad

de que, al formar un combo con el “bájate de la mula”, fortalezca la economía de los funcionarios que la practicaron con jolgorio durante los 40 años de la IV República.

5. Ante las constantes derrotas electorales del oposicionismo, se retornará al glorioso y recordado “Acta Mata Voto”. Para garantizar las próximas victorias del sector opositor, se nombrará como presidente el Consejo Nacional Electoral a Luis Alfaro Ucero, padre de esta marramuncia comicial que tantos éxitos electorales le garantizó a AD y a Copei. Mientras dura el período de transición, se exhorta no torcerle el pescuezo al Cisne Negro empollado e incubado -después del referendo aprobatorio efectuado el 15 de agosto de 2004- en el nido cerebral de los profesores Roberto Rigobon, Massachussets Institute of Technology, y Ricardo Hausmann, Director of Harvard's Center for International Development.

6. Debido al fracaso y cierre de la Quinta La Unidad, se retorna al funcionamiento del bunker de AD, donde se realizaron famosas negociaciones que favorecieron a los corruptos del bipartidismo adeco-copeyano.

7. En pleno reconocimiento de la desaparición de la Coordinadora Democrática, se declara el retorno definitivo, sin vuelta atrás, del Pacto de Punto Fijo. Por consiguiente, se sanciona el regreso de añejas prácticas partidistas que hizo feliz a la alta dirigencia de las arcaicas organizaciones políticas del bipartidismo.

8. Se regresa al cogollo partidista. En consecuencia, se declara ilegal la elección de candidatos por las bases como lo hizo el PSUV. Se reconoce que esta técnica democrática y participativa, lo que hace es sembrar el caos y la desorganización en los partidos políticos. Además usurpa el sentido de autoridad de la dedocracia y elimina los intereses creados que defiende el Movimiento Dedos.

9. Para acabar con el actual rrrréeeeegimen de facto, el Movimiento Dedos propugna el retorno inmediato del gobierno de Pedro Carmona Estanga. Hemos dicho.

Certifica la autenticidad de este documento democrático del Movimiento Dedos: El Caudillo Luis Alfaro Ucero.


vchavezlopez@hotmail.com


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Vidal Chávez López


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