Neo pitiyanquismo venezolano

Los recientes acontecimientos políticos hacen necesario seguir reflexionando en torno a la conducta apátrida, antinacionalista y desvenezolanizada de quienes nacidos/as en esta tierra latinoamericana e indo-bolivariana, se avergüenzan de su lugar de nacimiento, sus paisanos, cultura y valores ancestrales. Añoran haber nacido en USA, quieren adoptar el modo de vida gringo y los antivalores del capitalismo como algo novedoso, lo que obliga nuestro calificativo de neo pitiyanquismo.

Para asumir con propiedad el ejercicio y comportamiento del “pitiyanqui”, debemos recurrir a la etimología del término, acuñado con el francés petit (pequeño) y el americanismo yankee (estadounidenses del norte), por lo que el DRAE le otorga la acepción “imitador del estadounidense”. El término fue creado por el poeta puertorriqueño Luis Lloréns en la década de 1940, y utilizado en 1953 por el venezolano Mario Briceño Iragorry (1897-1958), refiriendo que…“pitiyanqui resulta algo así como yanquicito, yanquito, yancuelo. Algo que pretende ser yanqui, pero que no llega jamás a serlo. Una manera de larva con alas tan rudimentarias que no alcanzan para el vuelo.”

En consecuencia ni la palabra es nueva, ni es impropio denominar así a quienes asumen que todo lo made in usa es mejor que lo Hecho en Venezuela. Por tanto el consumismo-derrochista, individualista, clasista, hegemónico e imperialista de la potencia del norte, debe justificarse porque son una raza superior a lo mestizo, indio y negro que somos los venezolanos.

Es patético ver y escuchar algunos sociólogos, economistas, politólogos y profesores universitarios, entre otros, que cual pitiyanquis intelectualoides, aplauden la política intervencionista del gobierno estadounidense en Latinoamérica, llegando incluso a justificarla como algo normal, pues se trata del Tío Sam preocupado por los indiecitos y negritos que ocupamos su patio trasero. En realidad es despreciable y vergonzoso...

El pitiyanquismo de los propietarios de los medios de confusión serviles al imperio es particularmente entendible, pues se sustenta en el provecho que aprendieron a usufructuar durante sus épocas doradas y que aún disfrutan. Por eso Globovisión y El Nacional, entre otros, dan mayor cobertura al juicio montado en Miami que al plan conspirativo para asesinar al Presidente de su propio país, noticia que ha convulsionado al mundo.

Al respecto vale acotar el enredo que implica el susodicho juicio mayamero si analizamos que se trata de un delito cometido en Argentina y supuestamente originado en Venezuela. Al decir de la sabiduría popular: los Estados Unidos no tienen vela en este entierro, a menos que los consideremos guardianes de la ley y el orden mundiales, seres superiores al resto de la humanidad.

Si apelamos al razonamiento lógico entenderemos que se trata de una distracción absolutamente planificada y ejecutada por quienes ven amenazados sus privilegios cuando el gobierno venezolano atiende al pueblo, antes marginado de la riqueza petrolera; o al compartir solidario con Latinoamérica y El Caribe, impulsando la consolidación de la Gran Patria soñada por Bolívar. Entonces entenderemos que el fondo del ruidoso juicio es sólo otro cuento como la mega computadora de Reyes, la inconstitucionalidad de las leyes habilitantes y pare de contar, en evidente reedición al golpe de Estado de 2001-2002.

Se nos antoja igualmente entendible que algunos ex - jerarcas militares planifiquen el magnicidio para convulsionar al país como única forma de retomar sus prerrogativas, pues jamás han creído en salidas democráticas como la del próximo 23 de noviembre, ni en la participación popular de amplia base que apoya al proceso revolucionario en marcha, pues a los pitiyanquis de uniforme los enseñaron admiración por USA más que a defender la Patria. Como eunucos mentales creyeron que los socialistas nos comemos a los carajitos recién nacidos, que la educación debe ser neutra y ver al consenso de Washington como la única opción de la humanidad para el siglo XXI.

Lamentablemente el pitiyanquismo popular representado por algunos compatriotas quienes desconocen que el mal llamado Tío Sam (pues no es hermano de nuestra Patria, como dijera Alí Primera), está preocupado es por los ingentes recursos naturales estratégicos como el petróleo, gas, agua, tierras fértiles, el hierro y otros minerales abundantes en los países latinoamericanos y caribeños. Obviamente esta especie de pitiyanquis recibe el influjo perverso de los medios de confusión y el mensaje erudito de algunos doctos de la UCV, UCAB, USB, entre otras universidades-partidos, que junto a unos pocos pitiyanquis de sotana, pujan por reinstaurar el neoliberalismo salvaje en Latinoamérica y particularmente en Venezuela

No obstante al develarse públicamente sus intenciones, se presentan ahora con caras de yo no fui, escondiendo las manos en la espalda y diciendo que por allá jumea, acusando irresponsablemente a funcionarios del Estado venezolano, incluyendo al Presidente, de ser agentes del narcotráfico, la guerrilla y el delito común. Tan irresponsables que esconden las manos del gobierno yanqui llenas de sangre latinoamericana, iraquí y asiática, entre otras. Actúan inspirados por el profundo complejo de inferioridad que padecen al querer ser como los gringos, sin poder ser gringos… así son ellos: los nuevos pitiyanquis venezolanos.

albanozam@yahoo.com


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Albano Zambrano

Economista Agrícola. Profesor de la UPT ?Argelia Laya?

 albanozam@hotmail.com

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