Yo, en mi condición de miembro de la Iglesia Católica, creeré en su Eminencia Cardenal Jorge Urosa Savino, cuando en esa Familia de alta “arcurnia” (Los Urosa, de estirpe valenciana), ocurra un matrimonio de alguno de sus miembros con un plebeyo; ó que se diga que una de sus divas tuvo un hijo con una persona de piel oscura; ó que me entere que ya las “sirvientas” no comen a escondidas en un rincón, sólo con el derecho a servirse después que la “corte inglesa” en pleno lo haya hecho.
Espero que alguno de mis amigos Urosa me escriba y me lo pruebe; de lo contrario, con mucho Capelo y todo; con toda esa parafernalia super costosa y lujosa; con todo ese séquito que lo embadurna; y con toda esa aureola que le pone el Papa cuando lo inviste, me parecerá que el señor Jorge Urosa Savino no es más que un mortal pecador que tuvo suerte de hacer carrera en la curia romana, y con sus destrezas y malas mañas, incluso frente a Chávez, lograr los altares de la ignominia eclesiástica. ¡Lo demás son tonterías!…
¿Quién dijo que si el Cardenal Urosa no ha sido capaz de salvarle las almas a sus propios sobrinos y hermanos, ní la de él mismo, será capaz de salvármela a mí?... ¡Váde retro, Satanás!...
(jesusmezadiaz@yahoo.es)