La propuesta del Comandante Chávez Frías a la conformación del Gran Polo Patriótico va más allá de la propuesta del Frente Unido Nacional que, a su vez, ha cumplido su rol histórico cuando el capitalismo estaba en etapas intermedias entre la expansión del Imperialismo y la globalización de las diversas expresiones de los imperialismos considerando que el mismo, el imperialismo, es un proceso lógico dialéctico del propio desarrollo del sistema capitalista. Para tratar de explicarlo en términos históricos podríamos mencionar las diferencias entre la expansión de la Corona británica en Asia y el Pacífico con la actual y agresivas políticas que impulsan Washington, París, Londres, Madrid y sus adeptos en Egipto, Libia, Siria, Irán, Asia Central, Asia y el Pacífico, como ejemplos.
Frente a lo inmediato anterior, la Revolución, con mayúscula, es decir, el proceso de visualización, conquista de los espacios del Estado, promoción y desarrollo de políticas sociales, políticas, económicas y culturales de los “menos favorecidos” sociales se encuentran frente a realidades geopolíticas globales, profundamente, diferentes a aquellas que se expresaban cuando fue necesario, a través de decisiones político-ideológicas de la Tercera Internacional Comunista –Komintern-, de impulsar la constitución de frentes unidos nacionales antes los objetivos desarrollos del sistema capitalista mundial como expresamos en nuestro anterior propuesta; ello es necesario precisarlo cuando las actuales circunstancias de reingeniería mundial del sistema capitalista, de la “nueva doctrina Obama” (José Vicente Rangel dixit) que está significando los cambios de la geopolítica y geoestratégica del capitalismo mundial cuando se está trasladando desde el Atlántico hacia el Pacífico, es decir, hacia la Región del Asia y el Pacífico aunque sin descartar las regiones geográficas desde el estrecho de Ormuz –Irán- hasta el estrecho de Timor pasando por el estrecho de Malacca, cuales son vías obligadas para el transporte marítimo comercial (cifras aproximadas alcanzan los US$5millardos) y militar del aparato militar-comercial de la actual fase del capitalismo como realidad socio-económico mundial.
Esas realidades obligan a diseñar nuevas e inteligentes políticas revolucionarias ante las actuales políticas de agresividad que desde Washington, el Poder, según lo calificaba Müller Rojas, frente a las crisis inevitables que se han desarrollado en el sistema capitalista desde las decisiones de Estado en políticas económicas que fueron impuestas e impulsadas tanto por Ronald Reagan, desde Washington como por la Margaret Thatcher desde la City, las cuales se han expresado en su praxis lógico-dialécticas. Pero esa “nueva doctrina Obama” se ha venido desarrollando en el Mediterráneo, como hemos observado a través del programa conducido por Walter Martínez, con las circunstancias de “caos sostenido” en los pueblos islámicos en la promocionada “Primavera árabe”; conjuntamente con la anterior, estamos conociendo la nueva política de Washington para el Asia Central con la propuesta impulsada por la Secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, con la llamada “New Silk Road” (“La nueva Ruta de la Seda”) que es, simplemente, la expansión de la presencia de lo militar-económico del capitalismo mundial a través de la OTAN en acuerdos de defensa mutua contra el terrorismo; la “nueva política del Caspio” buscando controlar las zonas petroleras de aquellas regiones asiático-centrales en un escenario de control de Iraq, Siria e Irán sin descartar el debacle estructural del Líbano con la solidaridad incuestionable de Israel buscando socavar las relaciones en intereses de esos países con China cuando ellos han alcanzado acuerdos energéticos fundamentales con el gobierno de la República Popular China en las áreas de exportación de crudo y gas hacia la región del golfo de Bohai en China favoreciendo directa e indirectamente a los países de la península de Corea, el Japón, a la provincia de Taiwan e, incluso, podría suplir las necesidades energéticas de Filipinas, además, obviamente, de la zona costera china.
En el marco de esa “nueva doctrina Obama” observamos, aún cuando no estaba definida con la claridad geoestratégica actual, como ha tenido su manifestación en los tiempos históricos de reciente data en la Región de El Caribe con la reactivación de la 4ta Flota estadounidense del Caribe; con las bases militares estadounidenses, viejas y nuevas, ubicadas en la zona geográfica al sur del río Bravo bajo las propuestas del control del narcotráfico, tráfico de armas, control de la banca off-shore, terrorismo, migraciones conjuntamente buscando alcanzar el control tanto de la región ubicada entre el Esequibo y Trinidad y Tobago como de la efectiva presencia del imperialismo estadounidense-británico en y del Atlántico Sur con la consolidación de la presencia militar británica en las islas Malvinas para así lograr el control y monitoreo del tráfico comercial-marítimo, principalmente, de los buques petroleros desde las zonas de producción en Venezuela hacia los diferentes mercados asiáticos cualesquiera ellos sean. Ese es el actual escenario del imperialismo capitalista mundial en reingeniería; frente a la objetivación de esas realidades arriba descritas tenemos la propuesta del Comandante Chávez Frías en y del Gran Polo Patriótico que necesaria y obligadamente va más allá de las elecciones del 2012.
El Gran Polo Patriótico sustenta sus realidades en el Poder Popular. Pero ¿qué es el Poder Popular? Es necesario, objetivamente, definir con las precisiones del caso qué es dicho poder. Expresando democráticamente nuestras inquietudes podríamos sostener que el Poder Popular es el poder que expone y propone la sociedad en sus diferentes expresiones de clase como necesidad de existencia; pero de una existencia que puede expresarse como el legar el poder de decisión en una dirigencia política específica y/o puede, en nuestro caso concreto, expresarse en el ejercicio directo de los derechos sociales por la sociedad en sus objetivas realidades de clase; es decir, podríamos considerar que las clases medias y las clases altas(sic) formarían subconjuntos definidos en el conjunto social en el marco del Gran Polo Patriótico. Por ejemplo, los pre-candidatos y sus seguidores los podríamos ubicar dentro de un subconjunto social en el Poder Popular en el marco referencial del proceso de cambios profundos que se vienen desarrollando en esta nuestra Revolución Bolivariana; pero dicha expresión social-económica deberá tener un límite en su propio crecimiento; para decirlo en términos marxista, entrará en sus propias contradicciones de clase cuando se enfrenten el inconsciente capitalista de clase del subconjunto referido con la norma natural de “compartir el pan con el prójimo”; por tanto, la participación de los subconjuntos conformados por las clases medias y clases altas podrían cumplir con una labor predeterminada en tiempos históricos concretos y precisos en el marco del proceso revolucionario lo que no obsta que no puedan participar en el Poder Popular. Para expresarlo en propuesta de José Vicente Rangel en su programa dominical (27-noviembre-2011), como ejemplo de demostración, el de alcanzar un pacto de respeto a los resultados de las elecciones presidenciales del octubre-rojo del 2012.
En ese orden de ideas, el Poder Popular tendría que conocer sus propias realidades y limitaciones en la dialéctica del desarrollo del Gran Polo Patriótico con los subconjuntos sociales que lo conforman sobre la base de claridades necesarias y obligantes de la y las ideologías que contendría dicho Polo en función de la permanente perfectibilidad de la propia Revolución Bolivariana. En extensión debemos precisar que el propio proceso revolucionario en sus diferentes etapas nos va demostrando aquellas contradicciones de clase en mención más arriba y las que se vayan desarrollando en el marco del propio proceso revolucionario con los factores revolucionarios adscritos a los contenidos de la Revolución Bolivariana.
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