El tema del III Congreso del PSUV a realizarse a finales de julio, ha desplegado gran entusiasmo en la militancia más activa. Con ello se abrió las compuertas para la disputa de los diversos grupos por la medición de fuerzas y poder entre los diversos sectores internos. El carácter respetuoso a la diversidad ideológica, étnica y cultural inserto en el punto de la Unidad de la declaración de principios del 2do Congreso Fundacional, ya preveía estos agrupamientos naturales hoy manifiestos. ¿Cuál debe ser el objetivo de esta carrera por colocar delegados en la Plenaria del Congreso? Sin duda, debería ser: pasar del eficiente partido electoral al partido de la revolución. Por eso, este 3er Congreso tiene el carácter ideológico como punto fundamental para sus debates (los dos anteriores fueron: extraordinario y fundacional).
Si la aspiración de los grupos que promueven aspirantes a delegados (los delegados saldrán de la votación de la militancia el día 20 de julio) es solo para tener posterior control de las estructuras del Partido se estaría cometiendo un error hasta estratégico. Este 3er Congreso del PSUV debe servir para revisar, corregir y aportar elementos estructurantes que apunten a lograr el deseado punto de no retorno de la revolución bolivariana.
Como uno de esos elementos a revisar en la práctica del PSUV está su definición del sujeto histórico de la revolución bolivariana. El Comandante Chávez antes de partir físicamente había definido este espacio donde se materializaría el socialismo bolivariano, y con una frase nos lo dejó en su legado: Comuna o nada.
Se debe reconocer que esta aspiración ya había sido asomada y recogida en el 2do Congreso del PSUV (en la Declaración de principios, punto 4, del Estado Capitalista Burgués al Estado Socialista) donde textualmente expresa: Para avanzar hacia la sociedad socialista que queremos, necesitamos sustituir el Estado capitalista burgués por un Estado Socialista. El nuevo estado esbozado, avanza hacia el estado comunal planificado y orgánico cuya concreción se da por la interacción dialéctica entre las viejas células organizativas, poco dinámicas y obsoletas y las nuevas formas organizativas superiores como las comunas, consejos comunales, consejos revolucionarios de trabajadores y trabajadoras, consejos revolucionarios de estudiantes, entre otros.
Es digno también reconocer, que en el trabajo para el Estado Comunal la mayor entrega viene dada por las experiencias autónomas del poder popular que han surgido en algunos espacios de nuestro territorio nacional como resultado del impulso de sujetos sociales comunitarios en conjunción con características particulares en esas comunidades, igualmente al apoyo brindado desde instituciones gubernamentales como el Ministerio de las Comunas, entre otros. Sin embargo, no se aprecia una línea clara de acción desde las Estructuras de dirección del PSUV para el tema del seguimiento, evaluación y apoyo al fortalecimiento del desarrollo de las Comunas en el país.
Es conveniente diferenciar: Partido y Gobierno. Del gobierno se reconoce el esfuerzo del Ministerio para las Comunas y Movimientos sociales que actualmente dirige Reynaldo Iturriza en cumplir con las metas del Programa de la Patria que establece conformar 450 comunas por año (se reporta a la fecha que actualmente van registradas 675 Comunas en el país) pero desde el Partido no hay reportes sobre la evolución de las Comunas. Lo que si se ha apreciado desde el Partido es la determinación en ganar elecciones Nacionales, Regionales y locales, que son fundamentales lograr cada una de estas victorias para conservar estos espacios de poder. Pero, si estas victorias populares llenas de expectativas y compromiso se usan con la orientación del partido solo para bien administrar esos espacios heredados del Estado Burgués, no tendría mayor gracia con respecto a la construcción del estado socialista (bastaría que gane una elección la derecha para que recupere intacto su Estado Capitalista).
Por lo anterior descrito, como una de las conclusiones y aportes del 3er Congreso del PSUV debe ser: definir una línea clara con sus mecanismos de articulación con el poder popular y su vinculación directa en el desarrollo de las experiencias de Comunas que van surgiendo en el país, como respuesta al permanente ataque económico, comunicacional y guarimbero de los defensores del agónico Capitalismo. El nuevo Estado Socialista debe tener estructuras propias así como sus propias relaciones (como lo recomendaba el Gran Maestro Robinson) esa transición pasa por la conformación de la Comuna, y en ella, su democracia directa, su parlamentarismo, sus medios de producción de propiedad social, su sustentabilidad y sostenibilidad así como la figura de nueva geometría del poder.
Con el Poder del Pueblo, construimos el Socialismo
Comuna o Nada.
