(León Trotsky)
El presente documento intenta dar un aporte a la imperativa discusión sobre los resultados electorales del 26 de Septiembre, específicamente citamos el ejemplo de el Estado Bolivariano de Miranda, y su impacto al carácter sustentable de la revolución, sobretodo, frente a la futura confrontación política del 2.012. Hoy, se impone una discusión a fondo, con sentido crítico y autocrítico, sobre el proceso de cambios, sus componentes ético-moral, cultural y la gestión pública de gobierno en todos los niveles y el PSUV como instrumento de vanguardia.
Sin lugar a dudas, el PSUV logró una victoria en los comicios parlamentarios, con una votación importante a nivel nacional. Se alcanzaron 5.423.324 votos, lo cual representa una ventaja de 102.960 sobre la oposición. El PSUV ganó en 16 estados de 24, 54 circuitos de 87 y 98 diputados de 165. Si tomamos en cuenta, los resultados del referéndum constitucional del 2.007, el chavismo aumentó 900 mil votos y la oposición lo hizo en un número mayor de 500 mil. Cabe destacar además que el inmenso y poderoso liderazgo del Comandante Presidente Hugo Chávez, permitió preservar una mayoría necesaria en la AN para continuar con la construcción del andamiaje jurídico que posibilite la transición al socialismo y una estructura legislativa que nos ayude a enfrentar con éxito, los grandes desafíos por venir. Es de significar algunos datos importantes que arrojan los estudios actuales de opinión de los cuales se desprende una apreciable, pero a la misma vez preocupante realidad, que nos dice que solo el 35% del apoyo popular va al partido y el 60% de respaldo popular al liderazgo del Presidente Hugo Chávez. Por supuesto, que estos números representan un piso político sólido para una estrategia de recuperación, reversión y relanzamiento del proceso revolucionario.
No obstante, sería una gran torpeza evadir la responsabilidad de analizar tales resultados. La lectura de los resultados precitados nos indica que estamos frente a una seria advertencia para el desarrollo de la revolución bolivariana. La pérdida apreciable y significativa de la influencia chavista en sectores de la población, que por sus características socio-económicas y ubicación geográfica resultaban ser votos duros de la revolución, es preocupante. La derrota en ocho estados (Anzoátegui, Distrito Capital, Miranda, Zulia, Mérida, Nueva Esparta, Táchira y Carabobo), representan un 54,27% de la población electoral, lo que nos indica la existencia de una merma sostenida de apoyo en los centros urbanos más grandes del país. Además, haber fracasado en el objetivo de conquistar la mayoría calificada (2/3), y ahora la imposibilidad de lograr los tres quintos (3/5), luce como una ligera victoria para la oposición.
Es importante señalar
que la afectación en la vida cotidiana de la gente, en hechos tan relevantes
como la crisis eléctrica, la inseguridad ciudadana, la ineficiencia
en la gestión pública, la corrupción (caso PDVAL), la inflación,
el alto costo de la vida, y el estado insoportable de la vialidad, han
promovido un creciente descontento de los sectores populares. Si a ello,
le sumamos la desmovilización y el desinterés observado en importantes
sectores de nuestra militancia, debido, a la inexistencia de una dirección
política participativa, al odioso favorecimiento de determinados candidatos
carentes de arraigo y legitimidad en las comunidades signados por la
bendición amistosa dada por las cúpulas del partido y a la nefasta
lógica de funcionamiento del partido/funcionario. Estas, sin lugar
a dudas, son las más pronunciadas causalidades que abonaron definitivamente
el terreno para la obtención de estos resultados. Sin temor a equivocarme,
el papel que han jugado algunos de nuestros alcaldes, gobernadores,
ministros y altos funcionarios públicos ha debilitado enormemente la
voluntad política de nuestro pueblo, de nuestra militancia, lo que
en el argot popular quiere decir “PASE DE FACTURA”
EL ESTADO BOLIVARIANO DE MIRANDA, EL ANALISIS DE LOS RESULTADOS ELECTORALES DEL 26S Y EL PSUV.
Se trata de la segunda entidad federal en población general (3.010.511) y población electoral (1.808.279). Su ubicación geográfica, su diversidad social y su peso poblacional lo convierten en un territorio estratégico para el desarrollo de la revolución. Sin embargo, los resultados que se vienen obteniendo desde el 2.007 hasta la fecha, expresan un rechazo categórico al proceso de cambios que vive el país. El chavismo fue derrotado en la consulta sobre la Reforma Constitucional (2.007), en las elecciones de Gobernador, Alcalde Mayor y Alcalde del Municipio Sucre (2.008), en la Enmienda Constitucional (2.009) y recientemente en las Elecciones Parlamentarias (2.010). Aun cuando el objetivo político electoral del partido se alcanzó, al lograr el 50% de los diputados electos (6 de 6), la votación lista obtenida por el PSUV, la cual define la significación cuantitativa de la organización, representó un nuevo retroceso en las aspiraciones de reconquistar el poder regional. La diferencia es de 189.650 votos a favor de la oposición. La consolidación de la votación de la burguesía y de la clase media que habitan en los municipios Baruta, Chacao, El Hatillo, Los Salías, Carrizales y Sucre han definido el destino político del Estado Bolivariano de Miranda. Aunado en la actualidad, a la adhesión de ciertos sectores populares de los municipios más poblados a la opción opositora.
Si nos referimos a los resultados obtenidos en los circuitos electorales, debemos asumir con responsabilidad el análisis de las causas y ser sinceros con nuestra militancia. En todos los municipios se registró una disminución en nuestra votación. El trabajo minucioso y comparativo sobre los últimos cuatro eventos electorales elaborado por el diputado Carlos Echezuría, revela una tendencia no acelerada pero si constante al descenso. Además de los municipios que la oposición ha consolidado en el estado, hoy aparece con nuevos triunfos. Las derrotas sufridas en los municipios Guaicaipuro y Zamora, experimentaron una merma de 7.426 votos en el primero y 6.875 votos en el segundo. Este panorama nada halagador para el desarrollo del proceso revolucionario, nos coloca en una inmensa dificultad para los retos políticos electorales que se avecinan en el 2.011 y 2.012. El compromiso con esta revolución y con el liderazgo del presidente Chávez en esta difícil coyuntura, nos obliga a profundizar la discusión teórico y política con las bases del partido, con los cuadros dirigentes, con los movimientos sociales y con el poder popular. No se trata de despachar este momento crítico y complejo con medidas administrativas o con “instrucciones” del Buró Político, para huir del verdadero debate. La discusión debe asumirse con desprendimiento y responsabilidad histórica, aquel que toque fondo y dé al traste con una práctica política nociva para la salud de la organización, para el crecimiento fecundo de la alternativa socialista.
¿Entonces, qué ocurre
con el PSUV Miranda? ¿Qué pasa con su dirección política? ¿Existe
una dirección política participativa en la región? ¿Pueden expresarse
las bases del partido en las instancias organizativas respectivas? ¿Es
conveniente que la coordinación del PSUV municipal recaiga en los alcaldes?
¿Cuántas veces se reunió el equipo regional? ¿Está la construcción
del poder popular interferida por los intereses de poder de los alcaldes
y sectores internos del partido? ¿Es conveniente que el partido
posea un alto componente funcionarial? ¿Por qué votó un millón menos
de compatriotas en comparación con la enmienda? Estas interrogantes,
entre otras, permanecen sin respuestas en el colectivo militante, convirtiéndose
en una gran preocupación y, a veces, en un gran desaliento.
PROBLEMAS Y PROPOSICIONES.
PROBLEMA 1: La
permanencia del modelo cultural y ético de la ideología capitalista
se mantiene en la conducta consciente de nuestros cuadros dirigentes
y nuestra militancia.
Estamos muy lejos de superar el modo de producción de vida del capitalismo. Los valores perversos de la ideología liberal burguesa como el egoísmo, el individualismo, el afán al lucro y al dinero fácil, la exclusión, el racismo, la competencia, la corrupción, el consumismo, entre otros, son asumidos en la cotidianidad de nuestras relaciones políticas y compiten con mucha fuerza con los valores que animan la construcción del socialismo del siglo XXI. A saber: la solidaridad, la ética, la humildad, la responsabilidad, la justicia.
Es común observar en
nuestros núcleos de vanguardia, prácticas excluyentes, conductas ilícitas
y corruptas, el culto a la personalidad, burocratismo, nepotismo, ventajismo
en provecho de los intereses de la cúpula, sectarismo, poca o escasa
formación ideológica y política. Y en consecuencia, derivando en
una desmoralización del colectivo militante, lo cual imposibilita la
viabilidad del proyecto revolucionario. Se debe asumir que la revolución
depende de una dimensión cultural que la sustenta. Lamentablemente,
esta realidad nos expresa que estamos perdiendo en el campo de las ideas.
Como lo señala Edgardo Lander: “No estamos construyendo una nueva
hegemonía social”.
PROPOSICIONES:
1.- El PSUV Miranda debe impulsar la creación de mecanismos y espacios para el ejercicio libre del debate teórico y político, de manera permanente, organizada.
2.- Establecer, en el marco del sistema de formación socialista, la condición necesaria en el dominio del conocimiento de las corrientes ideológicas que sustentan al socialismo. Si no se cursa y aprueba dicho componente, no podrá optar a cargos estratégicos de la revolución, de conformidad con nuestros estatutos.
3.- En el
ejercicio de la contraloría social, denunciar ante los organismos competentes
del partido las conductas capitalistas que atentan contra la ética
del militante.
PROBLEMA 2: El PSUV Miranda es una organización con una lógica de funcionamiento partido/funcionario. Buena parte de nuestros cuadros y nuestra militancia se caracteriza por un alto grado de subordinación a los alcaldes y a los altos funcionarios públicos del gobierno nacional, lo cual imposibilita una relación política autónoma, creadora y crítica.
Hasta ahora, el comportamiento institucional del partido ha estado signado por la obediencia, la subordinación y la ausencia del libre debate. El burocratismo, los estilos de trabajo hegemónico, excluyente y sectario, que caracterizan a la cúpula directiva de la organización y a la mayoría de los alcaldes, han promovido un gran descontento en una cantidad apreciable de militantes chavistas, derivando en una organización casi inmóvil. Las bases del partido solo sirven para ser receptoras de las instrucciones y las líneas políticas emanadas de la “sabiduría” del Buró.
El partido que tenemos no posee una articulación organizativa entre las diversas expresiones de la estructura, los movimientos sociales y el colectivo militante. La ausencia de libertad de discusión permite que el centralismo opere implacablemente contra la democracia interna, imponiendo decisiones y opiniones.
PROPOSICIONES:
4.- Solicitar a la Dirección Nacional, la creación de los equipos políticos de dirección estadal y municipal, de acuerdo a lo establecido en los Estatutos.
5.- Solicitar a la Dirección Nacional, la intervención y reestructuración del PSUV Miranda, designando nuevos equipos transitorios a nivel regional y municipal, tomando en consideración las diversas expresiones internas.
6.- Solicitar a la Dirección Nacional, excluir a los alcaldes de las responsabilidades de coordinación política en el ámbito municipal.
7.- Solicitar a la Dirección
Nacional, la inclusión de los Frentes Sociales (Juventud, Sindical,
Educadores, Mujeres, campesino, entre otros) a los niveles de dirección
de las instancias organizativas del partido.
PROBLEMA 3:
El PSUV Miranda es una organización política cuyo funcionamiento es
casi inexistente, sus estructuras no poseen ninguna articulación con
las bases, solo el buró político ha mantenido una cierta constancia,
pero ha secuestrado el principio de la participación protagónica.
Este es un problema sumamente grave, por cuanto refleja el carácter familiar y grupal del PSUV. Sin temor a equivocarme, el equipo regional de los 60 se reunió cinco veces aproximadamente. Solo en dos oportunidades se contó con la presencia del Vice-presidente. Nunca se promovió el debate en el seno del colectivo ni en las instancias organizativas que formalmente constituyen la estructura del partido. La cúpula directiva ha demostrado muy poca voluntad para construir una relación política caracterizada por la democracia participativa. La obsesión del Buró Político por monopolizar las decisiones y resguardar sus intereses de grupo, han convertido a este organismo en una especie de instancia administrativa. ¿Qué razones explican la ausencia del debate en la cotidianidad de la militancia en el PSUV Miranda? ¿Por qué casi nunca se reunió el equipo de los 60? ¿Por qué no se produjo una política de integración, con todas las expresiones que hacen vida en el partido?
PROPOSICIONES:
8.- En concordancia con lo expuesto en las proposiciones del Problema 3, la Dirección Nacional del PSUV debe solicitar la renuncia de los integrantes del equipo regional, y por ende del Buró.
9.- Promover a nivel municipal, un equipo dirigente transitorio y amplio, constituido por los representantes del poder popular, de los frentes sociales, concejales y miembros de las juntas parroquiales, delegados del partido, entre otros, con la finalidad de lograr un nuevo clima organizacional que permita dar un viraje positivo a la conducción del partido.
10.- Prohibir, a nivel
municipal y regional, que los cargos de dirección partidista puedan
ser ejercidos por altos funcionarios, electo o designado, con funciones
de gobierno.
PROBLEMA 4: En
Miranda, muchos espacios de poder conquistados por el psuv, son expresión
de nepotismo, de presencia significativa de la oposición en la gestión,
de ineficiencia y poca calidad revolucionaria.
Esta situación produce una gran desmoralización de las bases del PSUV. Resulta totalmente una conducta contra revolucionaria y anti-ética, la designación de personas vinculadas protagónicamente con la oposición al frente de direcciones u oficinas en las alcaldías o en algunas dependencias del gobierno nacional. De igual manera, el favorecimiento a familiares sin arraigo ni legitimidad, en cargos de confianza. En la mayoría de los casos, exhiben muy poco compromiso con el proceso de cambios y una deficiente formación política-administrativa, lo cual deriva en una mala gestión. Todo lo expuesto, contraviniendo los artículos 12 y 13 de nuestros estatutos. ¿Cómo puede justificarse esta actitud? ¿Qué hace la dirección política para revertir esta peligrosa desviación? ¿Representa este hecho un acto quinta columna?
PROPOSICIONES:
11.- Solicitar a la Dirección Nacional las instrucciones necesarias para que se restituya la presencia revolucionaria en los cargos administrativos de estos espacios de poder. Los alcaldes o funcionarios que hayan incurrido en este acto contra revolucionario, deberán separar o destituir de sus cargos a aquellos representantes de la oposición. Igualmente, la solicitud deberá aplicarse a los familiares que se encuentren desempeñando cargos de confianza en estos espacios de poder.
12.- Solicitar a los
órganos competentes del partido, de conformidad con lo establecido
en los estatutos, las sanciones a que hubiere lugar a los responsables
de esta conducta contra revolucionaria y anti-ética.
PROBLEMA 5:
El PSUV Miranda carece de articulación orgánica con el gobierno nacional,
siendo una entidad tan estratégica para la revolución, ha sido casi
imposible desarrollar una gestión efectiva y de gran impacto por parte
del ejecutivo nacional en nuestro estado.
La reconquista del poder
en Miranda, pasa, entre otras cosas, por lograr una gestión del gobierno
nacional, trascendente y permanente. No estoy afirmando que no se han
hecho obras en el Estado. Pero, la falta de vivienda para los sectores
populares y la clase media, el insoportable estado de la vialidad, la
crisis hospitalaria, la inseguridad ciudadana, el deterioro creciente
de la infraestructura escolar, entre otros, constituyen factores que
generan descontento en nuestra población. Además, la presencia
de la oposición en la Gobernación del Estado, con cierta capacidad
en la resolución de problemas, nos obliga a actuar concertadamente
y con definiciones muy claras que permitan recomponer la confianza y
la credibilidad del pueblo en nuestro gobierno y en el Socialismo.
PROPOSICIONES:
13.- Realizar un diagnóstico de la región, con la participación de las bases del partido y miembros del poder popular con la finalidad de inventariar la problemática que aqueja a la comunidad mirandina.
14.- Establecer prioridades en la resolución de los problemas. Sobre todo aquellos que favorezcan a una gran cantidad de personas.
15.- Estudiar la factibilidad de crear una corporación para el desarrollo del Estado Bolivariano de Miranda.
16.- Mejorar sustancialmente
la atención y aprobación de los proyectos de los Consejos Comunales.
PROBLEMA 6: La
dirección política del PSUV miranda asume con timidez la construcción
del poder popular, además, se registra una conducta que intenta partidizar
los consejos comunales.
El PSUV Miranda debe participar de manera decidida en la formación del poder popular. Es inherente al socialismo que el pueblo ejerza el poder político a través de organizaciones tales como los consejos comunales, las comunas, las cooperativas, los consejos de trabajadores, entre otros. La democratización del poder político para la toma de decisiones por parte del pueblo organizado en el ejercicio directo de su capacidad transformadora resulta una condición indispensable en esta etapa de transición. Ahora bien, eso no significa que el PSUV actúe para adueñarse, secuestrar o subordinar la voluntad política soberana del poder popular a los intereses específicos de la organización. Sería un comportamiento contra natura que afectaría la construcción de unos de los componentes esenciales del socialismo.
Lo estratégico es la construcción permanente del poder popular, y así, democratizar profundamente a la sociedad venezolana.
PROPOSICIONES:
17.- Promover y acompañar a nuestro pueblo en la organización de los consejos comunales, respetando su autonomía e independencia.
18.- Crear una instancia organizativa, a nivel regional y municipal, que se encargue de todo lo relacionado con la construcción del poder popular.
19.- Denunciar ante las autoridades competentes del partido, las conductas de los funcionarios que atenten contra este objetivo estratégico.
20.- El PSUV deberá
articular con el Ministerio del Poder Popular para las Comunas esta
actividad.
PATRIA
SOCIALISTA O MUERTE
VENCEREMOS
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