Poder Popular Raquítico, Agónico y sin Chávez

Puedo iniciar esta artículo, exponiendo que la realidad es la realidad, independientemente de cómo la pensamos y visualizamos. Hay datos que pueden sonar locales y no generalizables, pero marcan y ponen en cuestionamiento el centro del proyecto. No exagero, si afirmo que el corazón del proyecto (Poder Popular) luce raquítico, anémico, desanimado. Y hasta controlado por cúpulas.

Alguien pudiera objetar esto, argumentando que esta situación acontece sólo en algunos municipios del país, pero la realidad es la realidad y hubo que tomar una decisión electoral de no darles una oportunidad a muchos alcaldes y alcaldesas por sus malas gestiones. Esto siendo grave, no es lo más grave. Peor que esto, es no haber sentido (lamentablemente) durante sus gobiernos y por los medios públicos una queja institucional de ese Poder Popular. Los Alcaldes y Alcaldesas aparentemente chavistas, estuvieron “gobernando” con absoluta falta de evaluación y control. No lamento tanto el silencio del PSUV, como el silencio del Poder Popular.

Puede sonar traídos por los pelos y este caso puede sonar como excepcional y aislado, pero no deja de ser una situación que deba lamentarse profundamente. Los casos que voy a referir, ya no son candidatos y quedó en el ambiente que el asunto se resolvió. ¿Será así?

Considero el caso de la alcaldesa Inés Sifontes y del alcalde Stalin Fuentes en Anzoátegui y en los dos municipios más importante electoralmente. Dominaron las consultas que se realizaron, cuando se pensaba que alguna militancia tendría una participación en esta decisión.

Dos autoridades municipales con pésima gestión dominaron esa consulta en las bases “chavistas” y uno tiene que intentar explicarse tamaña contradicción que pone en cuestionamiento desde la primera hasta la última letra colocada en el libro rojo y a la consigna: “Somos Chávez”. Chávez de haber tenido la oportunidad de conocer los detalles de esa gestiones, hubiese armado tremendo jalón de oreja y hecho algo para evitarlo, pero no podía estar en todas partes.

Nunca sentí ni leí en estos dos municipios (Bolívar y Sotillo) que reúnen una masa electoral importante, una queja institucional de eso que llamamos Poder Popular. No niego que hayan Consejos Comunales y comunas en el país con ganas de hacerse sentir como poder y operando políticamente. Tiene que haber consejos comunales y comunas así, aunque no en la cantidad que uno desearía. Más que organizaciones comunitarias apostando políticamente por un PROYECTO POLÍTICO, abundan los casos de consejos comunales tipo carpetas, que van tras un aporte para unas aceras y cunetas.

En esta zona norte nunca oí o leí una queja institucional de muchos consejos comunales reclamando y solicitando un plan o un proyecto de que los técnicos califican de estructurarte. No cuesta mucho hacerse la pregunta sobre Cómo logró Inés Sifontes y Stalin Fuentes ese milagro de ser los primeros apoyados por las bases “chavistas” o UBCH, pero cuesta un mundo darse una respuesta, no por lo complejo de la situación, porque está muy comprensible, sino porque uno llega a la conclusión que esos primeros lugares fueros productos de transacciones comerciales y por eso creo, que por lo menos en Barcelona y Puerto la Cruz; el llamado Poder Popular se encuentra totalmente raquítico, anémico y cuidado, si este Poder Popular es objeto fácil de una operación de compra y venta. Esto sería fatal para la evolución del proyecto.

Pudo ser una contundente demostración de un efectivo, sano e independiente Poder Popular, si en estas circunstancias y desde las comunidades, se hubiese planteado la posibilidad de un revocatorio, que curiosamente es lo que menos promueven los que suelen dejarse ver como defensores y promotores del Poder Popular. Pudo ser eso y pudo ser también una contundente demostración de un rol protagónico y una oportunidad para darle una patada al esquema de la democracia representativa que vamos paulatinamente asumiendo con la llamada cooptación. Siendo sincero, hemos retrocedido un poco en esto. Es decir; la cooptación es un poco peor que la democracia representativa.

dominguezclaudio@gmail.com

@ClaudioElcuaco



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Claudio Dominguez


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