Al iniciar el año veíamos al anterior alcalde Guillermo Martínez confundido entre los obreros limpiando el bulevar, sentíamos que había un amor por la ciudad. Es más, el recibimiento del nuevo año en la plaza Boyacá se había convertido en una tradición. No se puede decir que la nueva autoridad local no trabaje pero se nota la diferencia de estilo, comenzó muy bien recogiendo a los niños de la calle e indigentes en la llamada plaza del hambre, por cierto que ya volvieron. Quizás la condición citadina de Marcano, hace que se actualice sobre la problemática de la ciudad capital del estado Anzoátegui, pues los años más recientes vivió en Caracas.
Nadie pero nadie puede negar aunque aún no se le reconozca el gran esfuerzo realizado por el anterior alcalde por crear la Nueva Barcelona. No pudo concluir su obra, pero el actual burgomaestre no debe perder esta oportunidad, aparte de eso sin descuidar los detalles del día a día del barcelonés. No es solamente la Plaza del Hambre, hay circunstancias que de plano le quitan valor al sentido turístico de la ciudad, usted no puede estacionar su vehículo alrededor del bulevar 5 de julio por que la mayoría de los cuidadores casi te imponen un precio y un tiempo por estar ocupando un espacio, en especial un grupo de damas que al parecer por la falta de efectivo ya se les hace difícil ejercer el oficio más antiguo del mundo y entonces ocupan espacios con piedras en las calles impidiendo se estacionen los choferes si no les dan determinada cantidad de dinero. Se creen dueñas de la calle y la policía casi al lado como si no existiera, qué imagen se llevaría un visitante al cual tres mujeres lo amenacen con piedras si no acepta sus condiciones, por favor.
Otro caso que hay que revisar es esa especie de alcabala que coloca la policía al lado del Rio Neverí, lastimosamente la construcción turística realizada por la pasada administración sirve de albergue a unos uniformados pendientes de buscar la mas mínima excusa para detener a los choferes sentándolos en esa especie de oficina, para aplicarles un lavado de cerebro buscando asustarlos y después pedir una colaboración para el desayuno o almuerzo. Sintiéndose apoyados porque no le temen a denuncias puesto que no dependen de alcaldía ni de gobernación, como ente independiente se creen con patente de corso, para aplicar la ley como les venga en gana.
El nuevo alcalde debería crear la misión asfaltico, así sea con una carretilla. Como no, fue muy exitosa la misión asfalto del anterior alcalde pero por botes de agua algunas calles tiene huecos y otras que no fueron beneficiadas tienen huecos muy viejos. Como regresa un turista si frente a la Casa fuerte hay un hueco que abarca media avenida, y si entras a los barrios es una invasión de huecos.
Muy bien que Marcano se preocupe por repartir bonos, son necesarios pero si se crearan fuentes de empleo se aplicaría con propiedad aquello de enseñar a pescar en vez de regalar los peces.
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