La industria internacional de medicamentos se encuentra dispuesta a incrementar el mercado exploratorio de las plantas para aproximarse más a la solvencia sanitaria y avanzar en los mercados de medicina natural. Los grandes beneficiarios es la gente de pocos recursos económicos porque los fármacos genéricos manejarían sus propios mercados sin injerencia de los Estados promotores, porque conllevaría a una administración privada.
Hay un nuevo diseño empresarial para la investigación y manejo de tecnología que conllevaría a tener un sentido económico sobre las estrategias a escala global y las exigencias de los médicos por una figura sanitaria más sana en los derechos de patente y un esfuerzo inicial para ayudar a mejorar la condición de vida en cada grupo humano o enclaves indígenas.
Venezuela, produce en sus laboratorios mejores medicamentos y gana tiempo para crear departamentos biotécnologicos que presume tener en sus plantas un personal bien formado y un corredor químico que haga combinación con los productores del campo para un mejor efecto de salubridad en los poblados del país.
El presidente Nicolás Maduro Moros, opta por un mejor servicio médico al pueblo y la inversión en el campo es grande junto a éstos laboratorios de investigación genética. El gran problema son las transnacionales de la industria farmacéutica globalizada, lo que se busca también es evitar la adopción de productos farmacéuticos que provengan de almacenes que se dedican cultivar productos transgénicos, que tanto daño originan a la población.
El mercado farmacéutico es amplio. Y todo se volca en la aplicación de una mejor medicina y que los sanitaristas promuevan ideas que lleguen a demoler los hábitos de consumir pastillas no recomendadas y que crean hábitos dañinos en el organismo humano.
Nicolás Maduro Moros a través de su equipo de gobierno viene desarrollando proyectos en el campo científico que permitirán actualizar la estructura médica en todos sus ámbitos y así lograr un desarrollo económico a ese nivel médico.