La corona del mundo es un libro escrito por Peter Berling, que narra sobre las peripecias de los herederos de la legendaria estirpe de Grial, aproximadamente en el año 1251 en pleno corazón de Persia.
En muchas partes del mundo y sobre todo aquí en Venezuela, un día común como cualquier otro para muchos y llegada la noche, las personas se propusieron acostarse a descansar luego de la exhaustiva jornada diaria, de repente despertamos al otro día y vemos las cosas algo cambiadas y un poco alteradas, un virus que se quiere coronar como dueño del mundo y es allí en donde nos hemos dado cuenta de la fragilidad que tenemos como seres humanos.
No tenemos claro si este daño es culpa de algunos animales que habitan este planeta, o será un daño a propósito o pudiera ser que sea culpa de la irresponsabilidad de nosotros mismos como personas, pero lo cierto del caso es que la amenaza esta ahí latente y día a día se hace mas fuerte y es contra eso que tenemos que estar muy prevenidos y luchar contra esta nueva pandemia que azota a nuestra población.
Ya no causa mucha risa los chistes alegóricos con estén germen, es tanto así que los abrazos, besos y hasta saludar a nuestras amistades con un apretón de manos se han convertido en unas peligrosas armas contra nuestra salud.
Nuevamente podemos ver escasez de productos y no necesariamente por culpa de alguna crisis económica, sino que demostramos una vez más lo egoístas que somos, es tanto así, que muchas personas expresan que este virus solo atacan a las personas mayores y lo dicen de una manera como que si no les importara, como si no tuvieran padres o como si nosotros nunca llegaremos a esa edad.
En el territorio nacional la mayoría de las personas ahora usamos mascarillas para prevenirnos de esta enfermedad y tapar nuestra vulnerabilidad , tanto así que el uso de tapabocas ahora es de obligatoriedad para hacer uso de muchos servicios públicos, pero muchas de estas personas nos habíamos olvidado de que existe un dios dueño de todo este universo y del planeta, planeta en donde muchas personas que habitan en el decidieron de que dios no existe sin aun haberlo buscado y que hoy que se ven amenazados recurren a él.
Si bien es cierto que este virus el COVID-19 ha golpeado la salud, la sociedad, la economía, el comercio, el turismo, el deporte, nuestro día a día y muchas cosas mas, no permitamos que golpee nuestra fe, mantengamos la calma y oremos con paz en el corazón.