La nueva doctrina militar de la superpotencia
reivindica
el derecho de prevenir por la fuerza cualquier amenaza a sus intereses.
el derecho de prevenir por la fuerza cualquier amenaza a sus intereses.
La intervención militar, como el caso de Irak, incluye expresamente el
“regime change” (cambio de régimen) como en Afganistán. ¿Cubre esta doctrina a
países de origen democráticos que amenaza sus intereses? ¿Cómo reaccionaría EE.
UU. si Lula deviene en un Fidel-Chávez? La hipótesis se la acaba de
plantear Riordan Roett, director del Western Hemisphere Program, vinculado al
Instituto de Estudios Avanzados de Política Exterior de Johns Hopkins
University, del cual era presidente Paul Wolfowitz, antes de ser designado
subsecretario de Defensa y asumiera el rol de arquitecto de la política de
Defensa de EE.UU. Roett, quien pareciera transmitir un mensaje, advirtió que
“el más grande peligro de la política exterior de Lula es que permita que lo
empujen hacia un triunvirato con Fidel Castro y Hugo Chávez. –continúa
Roett– Esto tiene que ser evitado a toda costa, porque las consecuencias
serían las de una inmediata animadversión de Washington”. Ya sabemos de
sobra en América Latina lo que quieren decir con “animadversión de
Washington”. Hay suficientes indicios para pensar que EE UU se prepara para
una ofensiva contrainsurgente en América Latina, a niveles de la década de los
ochenta en Centro América, que se extendería a operaciones antiterroristas.
En medios de inteligencia se habla de actividades concretas, códigos de
operaciones, nombres y apellidos que le otorgan credibilidad a lo que comenzó
como un simple rumor. En este sentido se asegura que el Pentágono y el
Departamento de Estado ya habrían adelantado la reactivación de ISA
(Intelligence Service Activity), una agencia militar informal que dirigía
operaciones encubiertas en América Latina. La unidad resucitada estaría
coordinada por Richard Perle, chairman de Defense Policy Board, un
organismo consultor que procesa y analiza la información que proviene de los
servicios de inteligencia destinada al Pentágono. Las operaciones serían
dirigidas operativamente por Reuel Marc Gerenht, de Johns Hopkins
University, consultor del Departamento de Estado y CIA desde 1985, y Michael
Ledeen, un experto antiterrorista, ex funcionario de Consejo de Seguridad y
Defensa en la era de Reagan, veterano de la CIA y especializado en Medio
Oriente. Es el autor de un libro titulado: The War Against the Terror Masters.
Richard Perle fue secretario asistente para Seguridad Internacional del
Departamento de Defensa entre 1981 y 1987, la era de Reagan. Desde entonces, a
Perle se le considera el tutor de Paul Wolfowitz, igualmente ex funcionario de
seguridad de Reagan y actual subsecretario de Defensa. A ambos se les
atribuye la autoría de la nueva doctrina militar y arquitectos de la estrategia
para desalojar a Saddam Hussein y establecer un régimen democrático en Irak que
responda a los intereses de EE UU en el Medio Oriente, sin contar que en el
subsuelo de Irak se encuentran las segundas reservas de petróleo del
planeta.
Si queda alguna duda de la posición que sostendrá Perle en América
Latina, basta decir que es autor de libro cuyo título es: Hard Line (Línea
dura).
Saludos
ORLANDO