La huelga de hambre y la lucha de clases

Sin hacer mayor alarde de ser conocedor de historia social y los métodos de lucha utilizados por el movimiento popular, en su lucha contra la dominación y explotación, sea cual fuera el modelo de opresión, se sabe que ante la imposibilidad de accionar en colectivo, dado la poca correlación de fuerza popular, pero sí suficiente razón moral, a los revolucionarios se le presenta la alternativa de utilizar su propio cuerpo en la confrontación política, siendo el Hambre También un Arma de contundente desprendimiento humano.

Es así que se presentan las huelgas de hambre de Mahatma Gandhi por la independencia de la India y los militantes del IRA, estando en prisión en Irlanda por la separación contra el imperio Inglés, en el siglo pasado.

En América Latina los revolucionarios, en su lucha y tras gobiernos represivos, han experimentado ese método de lucha cuando les ha tocado estar en los barrotes dando muestra de convicción política e ideológica; en Venezuela, por su puesto, siendo siempre referencia, en los años 60-70, cuando los gobiernos cuarto republicanos, burgueses y títeres del imperio gringo, en su firmeza como clase dominante, no utilizaban mas que la fuerza militar y policial contra obreros, campesinos, líderes populares y estudiantes, siendo universitarios o liceístas, ante los justificados reclamos populares, mientras, por otra parte reinaba una completa complicidad mediática con la intención de ocultar las huelgas de hambre de los revolucionarios presos.

En esta reseña es bueno traer a colación la “huelga de hambre” de los manitos blancas encarnados como hijos de los ricos, presentada como excusa ante el gobierno popular y bolivariano. Ellos, sabiéndose sin fuerza ante el pueblo, siendo fieles a sus intereses de clase dominante y contando con todos los recursos económicos, políticos, religiosos y fundamentalmente mediáticos, aupados por organismos internacionales creados y financiados por la CIA, en el intento de poner en jaque al gobierno revolucionario, agarran este método de lucha convencidos de todas las comodidades a su alcance y sin ningún riesgo por delante.

Otro aspecto importante a resaltar viene dado es por el resultado obtenido tras cada huelga de hambre y de allí su trascendencia hacia la vida o la muerte; con la huelga de Gandhi se logró la independencia de la India a pesar de la brutal represión inglesa, a los militantes republicanos irlandeses del ejercito del IRA, presos, se los llevó la muerte en su combate contra la dama de hierro. A nuestros luchadores civiles y militares y guerrilleros, presos durante los gobiernos adecopeyanos, en la suerte de las huelgas de hambre, no les fue distinta hacia el encuentro con la muerte o en el deterioro profundo de su salud.

Los estudiantes revolucionarios e hijos del pueblo, asumiendo la huelga de hambre como recurso último de lucha, sin contar con cámaras de tv, diarios,  ni autoridades rectorales (con la excepción del magnifico Bianco) ni con organismos nacionales o internacionales de derechos humanos, pero si con represión militar, policial y judicial, para no dejar precedentes, se quedaron presos, muertos o expulsados, cuando no, padeciendo de úlceras estomacales de por vida,.

En esta tónica quiero hacer mención al resultado de las huelgas de hambre de los manitos blancos, que son los hijos de los ricos, en su afán de preservar sus intereses de clase dominante, cuando todos los vientos mediáticos reseñan los logros obtenidos tras el término de su “sacrificada huelga de hambre”.  Anuncian, luego de obtener libertad de políticos delincuentes, vitorean el aumento del monto de las becas, repotenciación del sistema de transporte universitario, ajuste presupuestario sin que sus autoridades se comprometieran a rendir cuentas y otras aparentes reivindicaciones más, cuestión que logrará moralizarlos para verse y presenarse en la presente etapa, como los héroes en la lucha contra el gobierno, mientras se teje un sabor amargo en los sectores populares que podrían empezar a sentir debilidad en nuestras instituciones bolivarianas, ante esas presiones sin pueblo, cuando, en aquellas huelgas de hambre de los hijos del pueblo, mucho mas sacrificio y mas razones de clase, se consiguieron siempre con las paredes de la conciencia de clase que encararon aquellos gobiernos de los ricos.

(*) Abg.

gusclaret@hotmail.com



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Gustavo C. Vásquez (*)


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