¡Muerto Osama Bin Laden!...Júbilo en EEUU, irónicamente la nación que se hace llamar promotora de la paz…La CIA ha eliminado un terrorista malo pues, para ellos existen terroristas buenos (caso de Luis Posada Carriles), protegido en la tierra del Tío Sam, solicitado para la voladura de un avión cubano con saldo de 78 deportistas muertos además de otros hechos terroristas consumados…
Pero, al mismo tiempo, en otro lado del mundo, se beatifica a Juan Pablo II en nombre de la religión católica, la misma que ve la figura de José Gregorio Hernández de segunda (quizás por ser venezolano) y sus milagros considerados por el pueblo que lo solicita en su propia fe desde hace años. De igual manera, en el mismo territorio europeo ocurre el “show mediático” de la monarquía inglesa en una boda real de aquellos que disparan contra tierras ajenas, y es así, que en la búsqueda del presidente libio Ghadafi, se bombardea y asesina a 4 miembros de su familia (un hijo y tres nietos), acaso considerados por los imperialistas como futuros terroristas.
Sin embargo, uno se pregunta; si aquél pequeño error de bombardeo a Irak, que ha costado la vida de millones de seres humanos (incluidos niños, mujeres y viejos inocentes), no merece la justicia contra su autor; George W. Bush, hoy día retirado en su rancho vacacional. Pretexto que sirvió para la horca de Sadam Hussein y su cuerpo de colaborados, porque es bueno decirlo, todos estos personajes fueron formados y avalados por la CIA en los propios EEUU, recordando el episodio latinoamericano del General Noriega en Panamá, cuando se arrasó con un barrio lleno de civiles muertos para la captura de Noriega, luego que no les funcionara a los norteamericanos que lo formaron para sus operaciones imperiales y los extraditaron a la fuerza bajo la excusa de terrorismo y tráfico de drogas.
Todo esto nos recuerda la película gringa de “Frankenstein” aquel monstruo de ultratumba construido en un laboratorio científico, formato actual de la CIA. Así, los propios norteamericanos han formado personajes que hoy día clasifican de terroristas, unos con el sello de buenos y otros con el sello de malos, por supuesto, de acuerdo si destruyen sus intereses son los malos pero, si destruyen los de naciones ajenas son buenos…En fin, sin defender a ningún terrorista que acaba con la vida humana, pues terrorista es terrorista, solo me llama la atención la celebración de la venganza y la cultura de la muerte de quienes promueven la paz y santidad de un hombre, elevan la sangre azul monárquica como superior, observando el mensaje enviado de que el imperio, la monarquía y la iglesia católica dictan la pauta del planeta para decirnos que es bueno y que es malo en una especie de santuario de Frankenstein.
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