Dentro de los lineamientos del 2º programa de gobierno 2013-2019, (que debe ejecutar el presidente obrero Nicolás Maduro) el eterno Chávez, contempló cinco grandes objetivos históricos, y de los cuales retomamos el 5º objetivo, esto es: “Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie la especie humana”, toda vez que, y como lo subrayó el imperecedero Chávez: “Este quinto gran objetivo histórico, convoca a sumar esfuerzos para el impulso de un movimiento de carácter mundial para contener las causas y revertir los efectos del cambio climático que ocurren como consecuencia del modelo capitalista depredador”.
Es decir, el Comandante hizo un alerta sobre el esfuerzo que debemos hacer todos y todas por cambiar el modelo de desarrollo depredador que el capitalismo le ha impuesto al mundo en los últimos siglos, mediante la amenazante extensión de la voraz economía de mercado. Estamos montados en un modelo de autodestrucción donde están en peligro todas las formas de vida en nuestra hermosa Tierra. Cuyo principal responsable es el imperio del norte, parasitario, depredador y saqueador. Con menos del 5% de la población del mundo succiona anualmente enorme cantidades de petróleo y gas, minerales, materias primas, bienes de consumo y productos sofisticados procedentes del exterior; muchos de ellos como los combustibles y los extraídos de las minas, no son renovables.
El imperio estadounidense tiene sobre sus hombros la corresponsabilidad de la tragedia que está sufriendo el mundo y a quien la comunidad internacional culpa con razón de la devastadora crisis mundial. Estamos ante un mundo preñado de riesgos irreversibles. Sin embargo, en su afán desmedido del lucro y autodestrucción saquean nuestros recursos y obstaculizan nuestro desarrollo. Siglos de explotación colonial y capitalista han dado lugar a un mundo donde un sindicato de países ricos y superdesarrollados agrupados en la OTAN coexisten con otros inmensamente pobres que suministran materia prima y fuerza de trabajo.
Sobre Hiroshima y Nagasaki, dos ciudades indefensas, lanzaron y probaron los efectos de dos bombas nucleares, donde murieron en su mayoría niños, mujeres y ancianos japoneses. Hollywood ha hecho de EE.UU. una suerte de juez supremo de los valores democráticos y los derechos humanos. Y porqué su cine no devela que las guerras coloniales de Francia y Portugal después de la Segunda Guerra Mundial tenían el apoyo gringo; los golpes de Estado y las intervenciones en Centroamérica, Panamá, Santo Domingo, Granada, Honduras, Nicaragua, Chile, Paraguay, Uruguay, Perú, Argentina, y otros planes sangrientos, incluyendo la amenaza golpista contra Venezuela, son promovidas y apoyadas por Estados Unidos.
Este imperio que en todos los continentes y océanos dispone de bases militares (cerca de 900 lo cual no tiene equivalente con ninguna potencia presente o pasada, EE.UU. invadió literalmente al mundo), portaaviones y submarinos nucleares, buques de guerra de última generación, aviones de combate sin pilotos, poseen cualquier cantidad de armamentos, millares de soldados, y cuyo gobiernos reclama impunidad absoluta, se ha convertido en una amenaza de destrucción masiva, poniendo en riesgo toda forma de vida en nuestra agraciada Tierra.
Poseen un sistema que se apoya en la constante apelación al egoísmo y los instintos más primarios de las personas. Sabemos que ese poderío militar no es una necesidad del mundo, es una necesidad del sistema capitalista que alimenta el mayor mercado de drogas en el planeta. Sus planes están asociados a las millonarias sumas de dólares asignadas a los medios de información privados para mentir y desinformar. Para estos malsanos propósitos cuentan con la total complicidad de la oligarquía, la burguesía y la derecha intelectual.
La patria de Bolívar es hoy la que más le preocupa, por su papel histórico en las luchas por la independencia de los pueblos de Nuestraamérica, además, es poseedora de hidrocarburos y sus reservas la colocan en los primeros lugares de rating mundial. Por eso la carrera de lobos.
Como corolario Obama alertó: “Reconocemos que la amenaza contra el planeta es seria y creciente”, tras agregar: “No hay nación, por grande o pequeña que sea, que escape al impacto del cambio climático”; a lo que precisó Chávez para contener la amenaza del exterminio total: “Esto solo será posible desde el socialismo como única alternativa al modelo depredador capitalista que ya ha fracasado”. Créanlo no hay plan B, ya el abecedario el capitalismo salvaje se lo chupo. Y aunque la contradicción está despejada, aún está latente el dilema sobre: “Socialismo o barbarie”. ¡¡¡Viviremos y Venceremos!!!
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