Recientemente el Presidente de EE UU, Obama declaró sobre la “Policy arm twisting to countries” como medio de imponer en el mundo su dominio y hegemonía.
En aquellos días señalamos que era un claro mensaje a Venezuela y a su gobierno. El reciente decreto ejecutivo de Obama donde “declara a Venezuela una amenaza a la seguridad nacional para los EE UU”, acompañada de sanciones a siete funcionarios venezolanos acusados de violar los derechos humanos, es una clara evidencia de la aplicación de la recién anunciada política de “arm twisting”, contra Venezuela y su gobierno.
La derecha venezolana apátrida, enemiga del país, está bailando en una pata con esta nueva agresión del imperio contra la Patria de Bolívar. Muchos pretenden ignorar la agresión imperial señalando que apenas son sanciones a individuos, pretendiendo soslayar que “Venezuela fue declarada amenaza a la seguridad para los EE UU”. Lo que es más lamentable, ellos ignoran que una hipotética invasión militar de EE UU contra Venezuela afectará a todos los habitantes del país, independientemente de si son chavistas, revolucionarios, patriotas o si son escuálidos, adecos, copeyanos o militantes del partido primero justicia o indiferentes a unos y otros incluso.
Entendemos que detrás de ese montaje hay toda una campaña propagandística imperial que apunta a crear un escenario donde la amenaza de agresión imperial directa intenta quebrantar la unidad de las fuerzas que apoyan al gobierno de Nicolás Maduro y al chavismo en general a los fines de darle aires a una derecha fracasada y que inevitablemente recibirá otra derrota electoral en las elecciones parlamentarias por venir.
Nadie en su sano juicio podría creer de verdad que realmente un país tan pequeño como Venezuela pueda ser considerado una amenaza a la seguridad nacional de un país militarmente tan poderoso como lo es EE UU; pero resulta que tiempos atrás también costaba creer que los Estados Unidos decidiera bloquear a Cuba, un país mucha más pequeño al cual le terminaron aplicando políticas intervencionistas, entre ellos un bloqueo que ya lleva más de 50 años, por considerarlo peligroso a los intereses de EE UU.
Afortunadamente no se ha hecho esperar la inmediata y oportuna reacción de la dirigencia revolucionaria ante esta agresión imperial, con el Presidente Nicolás Maduro a la cabeza, demostrando que son dignos herederos del Legado de Hugo Chávez. El pueblo venezolano no dudara tampoco en enfrentar, hasta sus últimas consecuencias, a la planta insolente del extranjero que intente profanar el suelo sagrado de la Patria.
Hemos enfrentado mil batallas, diría Chávez, y si el destino nos pone ante la difícil e indeseable circunstancia de tener que enfrentar al imperio más poderoso de estos tiempos estamos obligados a hacerlo. Bolívar derrotó al imperio más poderoso de su tiempo, Chávez vino a prepararnos para los desafíos y las amenazas de estos tiempos, invocando nuestro glorioso pasado histórico sabremos enfrentar a los enemigos de nuestra independencia, por poderoso que puedan ser. Seremos fieles a nuestro legado histórico.