Hay que decirle de la manera mas sencilla a la Reserva Federal de EE-UU, a los mal llamados republicanos y demócratas, al Departamento de Estado, y a todas esas instancias de la Derecha que gobiernan ese país, que tanto los venezolanos como el resto de los hermanos de Latinoamérica y el Caribe, constituimos una región de paz, pero en modo alguno vamos a permitir que nos roben nuestros recursos, porque en el fondo eso es lo que buscan.
Pura trampa verbal, argumentos falsos que el cine adorna, los videojuegos alimentan y una continuada e insólita costumbre de manejar la mentira a granel a manipular personas y personajes, por parte de los mas diversos funcionarios de ese país, es parte del engranaje diseñado y construido por un Estado fallido como EEUU, para intentar vender esa idea de que la providencia presuntamente los bendijo y les dio permiso para que se adueñaran del planeta y lo controlaran a su antojo.
Hasta un sujeto que, por el equivocado y nada humano y menos social método electoral llegó a ser presidente de esa nación y hasta llegó a decidir que Dios le había hablado, fue capaz de lanzar una guerra y matar en Irak un millón de personas o mas, teniendo como base una mentira del tamaño de la Torre Eifel.
No lo nombro para no manchar el artículo.
El imperio estadounidense profundiza la esclavizante conducta del imperio español y actúa inquisitivamente, eliminando a quienes no se ajusten a sus intereses y, por supuesto actuando como ave de rapiña. Y para ello lanza a todos esos funcionarios –mujeres y hombres- que mienten sin desparpajo alguno, para intentar avalar sus intereses.
Pero es bueno que recuerden que sus intereses no son los intereses de nuestros países latinoamericanos y como ya ha sido dicho, nuestros recursos son nuestros y son para fortalecer el desarrollo de nuestras sociedades.
Si piensan que en realidad nos van a invadir, pues bueno, que se sepa, que aunque haya dolor, lágrimas y sangre, los latinoamericanos no estaremos arrodillados. La historia cuenta que venimos luchando desde el mismo momento del encuentro entre los españoles y nosotros y, si la historia debe repetirse, pues estaremos allí.