Haciendo una revisión histórica me tropecé con unos datos interesante sobre Hawaii y Obama ¿Por qué Hawaii y Obama? Una vez existió la República de Hawaii, pero, este archipiélago volcánico ubicado en el Pacífico Norte, fue el estado número 50 anexado al territorio de EE.UU. el 21 de agosto de 1959, situación referida como de nefasto ejemplo en la primera acción imperial de EE.UU. y porque el actual presidente de los EE.UU. Barack Hussein Obama, nació en Honolulú, Hawaii el 4 de agosto de 1961. Hawaii es el lugar poblado más solitario del planeta y se encuentra a 3.850 km (2,390 millas) de California, 6.195 km (3,850 millas) de Japón. Si nos damos cuenta de la fecha de anexión de Hawaii y del nacimiento de Obama, notamos una diferencia de dos años que casi lo separa de la posibilidad de haber sido presidente en EE.UU. por razones de derechos políticos de Hawaii con EE.UU. antes de 1959.
Tomando otros detalles históricos para hacerlos comparativos a la geopolítica actual, encontramos que por razones estratégicas de permanencia en el Pacífico y por embargo a su combustible, el ejército de Japón atacó a Pearl Harbor en Hawaii el 7 de diciembre de 1941, lo que sirvió de detonante para la entrada de los Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial. Este hecho resultó un genocidio. Hasta ese día los mismos norteamericanos no habían oído hablar de Pearl Harbor aun cuando la Armada de EE.UU. ocupaba el área militarmente antes de anexarse Hawaii como parte de su territorio. Actualmente, Hawaii es el único “estado norteamericano” que sigue creciendo en territorio pero a causa de las erupciones volcánicas.
Entre otras cosas, en los días que vivimos en pleno siglo XXI, Estados Unidos ocupa la Isla de Puerto Rico como un estado asociado, se pasea el Caribe de América en busca de más anexo territorial, de dominio militar en la zona con apoderamiento de energías y como amenaza invasora y genocida a lo “Pearl Harbor”. Se escuchan voces de rechazo de América y el mundo contra Obama al amenazar a Venezuela vía decreto para intentar penetrarla con intenciones neo-coloniales manipulando la información en lo que llamamos guerra de cuarta generación. El presidente de EE.UU. Barack Hussein Obama, quien es hijo de un africano nativo de Kenia y de una norteamericana de origen irlandés, es calificado en su país como afrodescendiente (a los que él mismo ha decepcionado por su política guerrerista premiada con un nobel de la paz), o lo que los latinos llamaríamos “marrón”, por la combinación a lo “Pavo Real” evocando una vieja canción venezolana que menciona la mezcla de “linajes” entre parejas.
En el caso de Venezuela, tierra de “ADN Libertario”, es una ignominia ver a muchos que equivocadamente nacieron en ella y que por sus intereses mezquinos se toman a la ligera esta amenaza con tonos burlescos y allí, no queda más que despreciarlos como antipatriotas o apátridas, porque son unos alienados en el sueño americano que sonríen creyendo que EE.UU llegaría a las costas venezolanas a lo “Lilo” de Disney bailando Hula-Hula con música hawaina, quizás se mentalizan el drama de un Hawaii Five-0 (cinco cero) resolviendo nuestros propios problemas internos a balazos y bombas, o peor, en el límite de la locura que se les cruza mentalmente para convertir el “Caribean Tropic por Hawaiin Tropic” añorando una gringa “Isla de Fantasía” y gritando a lo Tatoo cuando vean un drón: ¡el avión jefe, el avión!
