La unidad latinoamericano marcó la fuerza y la entereza de nuestros pueblos en Panamá, nos marcamos y “codo a codo somos más que dos”. Esperamos con atención, las palabras de Evo, de Correa, de Cristina, de Daniel, que son los que en verdad sentimos más cercanos. Del Comandante Raúl era de esperar su tenor de hidalguía, dignidad y firmeza. El Presidente Maduro estuvo a las alturas de las circunstancias. No nombramos otros personajes porque no estamos seguros de su amistad. Si los gringos decidieran fuertemente “torcerles el brazo”, no aguantarían dos pedidas.
El transitorio inquilino de La Casa Blanca, fue por lana y salió trasquilado. El mundo sique observado cómo se va debilitando un imperio. Sólo la Europa decadente lo alaba, proclama y admite como a su jefe. Da pena ajena ver la postración de aquellos gobernantes. Obama quedó al desnudo: él no manda, lo mandan, no es el que toma decisiones, las ejecuta.
No comparto el criterio del Presidente Raúl Castro, de que Obama “es un hombre honesto”. Fue él quien ordenó, después que se lo ordenaron, invadir y destruir países, asesinar y torturar personas que nada le han hecho. Alevosamente ordena la destrucción del medio ambiente hasta de su propio país, ¿qué respeto puede tener para los otros?. Es un engreído, mitómano, incondicional del sionismo y las trasnacionales. ¿Qué honesto puede ser este nobel de la paz que hace conscientemente la guarra? ¿Qué peso tiene la calificación de honesto en boca del Presidente Raúl Castro? Lo hemos dicho, los gringos “no tienen amigos, tienen intereses”. Con ellos hay que tener superlativo cuidado. “ni tantico así” nos advirtió El Ché. Hace pocos días, nuestro Presidente Maduro, también exculpó a Obama, señalando que la culpa la tenían sus asesores no él. Ninguna de los dos señalamientos, ni el de Castro ni el de Maduro, tienen asidero. La contundencia de los hechos acusa a Obama de asesino y así entrará en las páginas de la historia. Es un pisapasito, esos que dicen no partir un plato y luego no dejan ninguno bueno en la vajilla. Este mismísimo personaje declaró en la televisión, lo que años antes había colocado como su consigna política:”la zanahoria y el garrote”, vino ahora a ratificarlo: “torceremos el brazo” a quienes no nos obedezcan. ¿Qué honestidad es esta?
En Panamá ha terminado la pelea hubo logros, pero no ha terminado la guerra. Donde hay más preocupación es en los Camerinos. Allí en el alto gobierno, “la masa no está para bollos”. Grupos, cuadres, empirismos, negocios, codazos, incondicionalismos y acomodamientos personales, recorren los espacios de su más alta dirección política. Varios ya tienen anticipadamente aspiraciones presidenciales. Otros afinan sus dedos para señalar sus candidatos a La Asamblea Nacional, incluso la suya propia, los fingidores procuran garantizarse sus puestos, los “jalamecates” se topan por todos lados. Los más vivos; los sociolistos, aprovechan estas circunstancias para hacer excelentes negocios. Es la nueva burguesía llamada boliburguesia, que se une o pugna con la lumpen burguesía nacional, por el reparto de la renta petrolera. Isaías Medina y Carlos Andrés Pérez trataron de montar sus “doce apóstoles”, esto sólo sirvió para fomentar la corrupción. ¿Volverá a pasar lo mismo? Es francamente iluso pensar que el imperialismo permitiría burguesías con sentido patrio, amen que por su propia naturaleza y la del capitalismo no pueden serlo.
Hay preguntas necesarias por hacer: ¿Cuáles son los verdaderos resultados de La Ley de Precios Justos? ¿Los tres precios oficiales del dólar americano, han detenido la especulación de nuestra moneda y otras mercancías? ¿Será verdad que en Cuba también se “raspan” tarjetas? ¿Dónde están los resultados contundentes contra la corrupción? ¿Dónde están las pruebas de que se lucha fuertemente contra la impunidad? ¿Por qué crece y crece la inseguridad si hemos bajado el desempleo y hay más oportunidades de estudio que antes? ¿Cuándo sabremos cuáles fueron los 56 “acuerdos conciliatorios” de los 59, que el Presidente Maduro concedió al sector privado por medio de sus testaferros en la MUD? ¿En Venezuela hay un “guerra económica” o una Lucha de Clases?
No es difícil desestabilizar un gobierno cuando éste se mueve en la ambigüedad. Esto de ser socialista a media; un poquito de Estado y un pocote de mercado. Socialismo sin verdaderos socialistas, o mejor “socialismo de mercado” entre comerciantes. Un poco de populismo con asistencialismo, con medidas keynesianas o desarrollistas, y hasta atisbos de neoliberalismo. En las marchas y en los discursos es raro ver ahora lenguaje socialista y antiimperialista que eduque políticamente al pueblo. Eran aquellos los tiempos de Chávez, ahora nos interesa sólo la gobernabilidad; la revolución debe esperar. Este empeño de endiosamiento de Chávez, de hacerlo mesiánico ¿Qué propósitos tiene?
Decíamos de los Camerinos, porque es allí a puerta cerrada donde se “cuecen las habas”. Los socialdemócratas ocultos y perversos asesores, saben que están ganando espacio. Convencieron al alto gobierno, de que la burguesía puede ser aliada táctica de la revolución, y hay que transitar todo el capitalismo para poder llegar al socialismo (la falsa tesis de la evolución por etapas). ”Cría cuervos y te sacaran los ojos” Pretenden desconocer que ya Marx en los Grundrisses y Mariátegui en sus “Siete ensayos”, se habían planteado, el tránsito al socialismo evadiendo lo que más puedan al capitalismo. Similar preocupación tuvieron los populistas rusos, a los que tanto odió Lenin, quien si creía en el inevitable transito por el capitalismo para llegar al socialismo. El tema está abierto, se oyen apuestas.
Comerciantes apátridas corruptos, parásitos y flojos, disque ayudando a construir el socialismo…esto en verdad colapsa las neuronas. Que existe un capitalismo bueno y otro malo, y que el bueno se puede humanizar, madre mía madre mía, ¿qué locura es ésta? Mundo al revés diría el inmortal Galeano, que ya estará al lado del Che, Marx, Lenin, Rosa, Gramsci, Chávez y Fabricio. Que contrabando es éste de la historia por etapas o “la evolución” que jamás será la vía al socialismo. Serán pendejos “los empresarios”. Suicidas jamás, deshonesto siempre. ¿Alquien puede explicarme cómo se puede dejar en manos del sector privado la industrialización de un país, sin que estos amos de los medios de producción no amasen más y más fortuna, hasta que decapiten al propio gobierno que los apoya? Por dios, el interés del capital no es el mismo interés del pueblo; son dos clases completamente antagónicas. Claro, estos malévolos socialdemócratas saben sacarle punta hasta una bola de billar. Engañan al que se deja, con esto del desarrollo de la fuerza productiva (en manos del sector privado produciéndole plusvalía), pero hacen cuanto pueden, para frenar el desarrollo de la conciencia social del pueblo. Nombrarles el Poder Popular, es nombrar la soga en la casa del ahorcado. Qué pena, la pelea que ganamos en Panamá, se nos hace cuesta arriba en los Camerinos.
Si llevamos el salario mínimo a dólares nos dará escalofrió. En las colas se sueles recordar a muchas madres. El gobierno tiene numerosísimas obras que mostrar, pero no tiene política comunicacional. Maduro es un trabajador incansable, un hombre de quince raund, pero él no es Chávez, no quiere ser él EL PRESIDENTE OBRERO, EL PRESIDENTE DEL PUEBLO, sigue con la cantaleta de ser “hijo de Chávez”, pero en los hechos nos estamos alejando de su legado. De tanto manosear la imagen de Chávez, le vamos a borrar el rostro, y de tanto devaluar el Bolívar, se le va a salir la lengua al Libertador en nuestra moneda. Hay que enseñarle al pueblo, que la revolución no la hace un mesías, esto oculta las luchas populares ancestrales de siglos y no educa políticamente a los revolucionarios. La revolución tiene que ser el fruto de miles y miles de mujeres y hombres luchando codo a codo contra su enemigo de clase. “La Revolución es Permanente” Señor Presidente, la paz con propiedad privada, con antagonismos insolubles, con corrupción sin castigo, con dinero que se usa para “entretener” al pueblo, ocasión que los contratistas aprovechan y las fábricas de cerveza y drogas se benefician, en poco o nada ayudan al desarrollo de la conciencia revolucionaria. (Nos leeremos el próximo sábado).