“La mejor democracia del mundo”

Está visto que una gran mayoría de personas delimitan su forma de pensar en función de palabras, algunas agraciadas, otras rimbombantes u otras, cuyos significados no entienden pero que suenan bien a los oídos. Sobre esta base los políticos se aprovechan para captar electores. Mensajes dirigidos a  mentes  alienadas y alimentadas de desatinos, monsergas viciadas y rebajadas por la ignorancia y la estupidez. Por esta razón juzgo que hay que inventar otro modelo de democracia, es desacertado que analfabetos(as) político puedan decidir con su voto sobre el futuro de una nación.

La religión se lleva el galardón de palabras bonitas, jerigonza que los acólitos aceptan pero que no entienden, dado que la condición de dogma establece que hay que acatarlo sin comprenderlo. Bien lo expresó un extraño personaje, el barón de d´Holbach (1770) de la época de la ilustración europea: “Si volvemos a los principios de siempre encontramos que la ignorancia y el miedo han creado dioses; la fantasía, el entusiasmo o la impostura los han adornado o desfigurado; la debilidad los adora; la credulidad los mantiene con vida; la costumbre los conserva y la tiranía los apoya para que la ceguera de los hombres sirva a sus fines”. Como se ve, los siglos se amontonan y lo bueno  de la Historia es que no hemos aprendido nada de esta.

La mediática internacional dirigida por las grandes corporaciones de la comunicación le ha vendido al planeta, le vende y le venderá que la democracia de EEUU es la “mejor del mundo”. Esta pretende comportarse como el reservorio de la moral, de la libertad y de los derechos humanos. Esto sería cierto si las páginas que hablan (los libros) no dejaran huellas que, como encarnadas cicatrices,  revelan las iniquidades de aquel modelo opresivo.

Las sendas de la “mejor democracia del mundo” están regadas con la sangre de los pueblos. Una de estos inris fue el ignominioso racismo que mantuvo en USA hasta el año 1960, no como una concesión del gobierno, sino consecuencia de arduas luchas y  la presión de una gran masa de africanos descendiente que marchó hacia Washington encabezada por Luther King. Pero esto no es más que un ejemplo.

Lo anterior constituye nada más que un grano de un saco de arena repleto de perversidades. Creo que pocos lectores están enterados de la llamada ley Smith (Ley de Registro de Residentes Extranjeros de 1940), eran tiempos al macartismo, es decir, la época de persecución anticomunista impulsada por el senador Joseph Mc Carthy. En el artículo 1 de la referida ley se decretaba:

“Se considera ilegal a todos los efectos: abogar, incitar, aconsejar o propagar intencionada o deliberadamente el deber, la necesidad, la conveniencia u oportunidad de la intención de derrocar o destruir cualquier gobierno de los EEUU por el uso de la fuerza o violencia”.

Evidentemente, el TSJ debió pedirle prestada esta ley al Departamento de Estado de USA para aplicársela al monstruo de Ramo Verde, por lo mínimo a una cadena perpetua lo hubiesen sentenciado. Pero el artículo 2 de esta misma ley  es muy persuasiva con relación a la libertad de expresión, veamos:

“Se considera ilegal a todos los efectos: con la finalidad de causar el derrocamiento o destrucción de cualquier gobierno de los EEUU., imprimir, publicar, redactar, distribuir, poner en circulación, vender o difundir públicamente cualquier texto escrito defendiendo, aconsejando o propagando el deber, la necesidad, conveniencia, o la intención de derrocar  o destruir cualquier gobierno de los EEUU por el uso de la fuerza o la violencia”.

La ley Smith no fue redactada por un bufete de Pinochet, fue transcrita por la “mejor democracia del mundo”, muy parecida a la  actual ley mordaza del reino español, cuyos funcionarios tanto critican al gobierno del presidente MM. Le recomiendo a nuestro TSJ que esta jurisprudencia sirva de modelo para aplicársela a los medios de comunicación de masa de Venezuela y por qué no, al gamonal que dirige a la AN (HRA), en sus reiterados llamados a destruir la democracia participativa y protagónica del pueblo venezolano.

El “modelo de democracia” siempre echa a mano alguna ley para acabar con todo aquello que suene a progreso. En el siglo pasado dispuso de la ley Smith para combatir el comunismo, hoy por hoy dispone de la “ley patriota” con la excusa de liquidar el terrorismo nacional e internacional. Este estatuto tiene una particularidad: como los intereses de USA están desperdigados por el todo el planeta, dicha ley tiene aplicación más allá de las fronteras del país donde fue promulgada. Esta faculta al gobierno de USA a espiar a amigos y enemigos y por esto, tantos residentes de EEUU y los de otros países están sometidos a espionaje telefónico, así mismo, sus correos electrónicos. Además, puede  recluir en cárceles ubicadas  en otros países a ciudadanos extranjeros que constituyan una amenaza a los intereses de USA.  Cosas de la “mejor democracia del mundo”.

Los que están familiarizados con los libros de historia recordarán la quema de libros durante la época de la inquisición. Muchos libros judíos y otros, de carácter científico, que negaran lo establecido en los libros sagrados fueron sometidos, por decisión del tribunal del Santo Oficio, a la llama infame y correctora. Todos pensaban que aquellas prácticas nunca más se verían en nuestro planeta, pero los Nazis si recordaron la aplicación de las sentencias de la ignominiosa inquisición y de nuevo se vieron en la pira sancionadora libros judíos, comunistas y todas aquellas obras que contradijeran el pensamiento del bien amado Hitler. Se suponía que aquellas prácticas incandescentes, la de hornear libros, eran acciones del viejo mundo, en el muevo, en la naciente democracia norteamericana no podía suceder tales oprobiosas actuaciones. Pero como la historia no enseña nada, el macartismo tomó para sí los métodos fascistas del inquisidor mayor, Torquemada, y por órdenes confidenciales  del Departamento de Estado de USA se quemaron libros comunistas o de autores rojos, como los llamaba el FBI. Entre los escritores que vieron cómo se consumían sus obras en la llama implacable, la aniquiladora de doctrina, figuraban: Dashiell Hammett, Helman, Langston, Hughes, Theodore H. White, Tomás Mann quien en la Alemania Nazi, sorprendido, había visto chamuscar sus libros, entre otros autores. Como se puede leer, “la mejor democracia del mundo” se edificó bajo  la mentira y sobre los lodazales nauseabundos de la política, haciéndole ver a los incrédulos que el mejor modelo de democracia es el de EEUU. Por esta razón todos los países con materia prima dentro de sus entrañas deben seguir este modelo, a riesgo de ser invadido.

Desde que llegó mi comandante Chávez al poder por el voto popular, los venezolanos observamos, no sin estupor, que  “eméritos” representantes de la oposición venezolana viajan constantemente hacia EEUU, en busca de los consejos de los agentes de “la mejor democracia del mundo”. Es por eso que la recomendación del emperador Obama es la de acabar con el gobierno del presidente MM, dado que nuestro gobierno es ilegitimo. Seguramente fueron legítimos los gobiernos de Guatemala, Chile, Granada,  Libia, Irak, Afganistán, el de Honduras y Paraguay después de las invasiones y los golpes de estado parlamentarios propiciados por el Departamento de Estado de USA y cuyos presidentes fueron los títeres lamepisos impuestos por el imperio.

Pobre pueblo estadounidense que deberá escoger, en un cuestionado proceso electoral, entre un maniático racista (DT) y una asesina  confesa (HC). Cosas de “la mejor democracia del mundo”.    



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Enoc Sánchez


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