Aunque algunos piensen que no es posible una invasión militar en Venezuela, sí lo es. Eso explica porqué somos el blanco de ataque internacional en lo político, económico y diplomático.
François Hollande -que aumentó la edad para la jubilación y el número de horas laborables por semana- se pronunció en contra del Estado de Excepción, decretado recientemente por el presidente Maduro, obviando que la economía aquí atraviesa por una situación excepcional.
La excepción, entre otras cosas, se manifiesta en la desestabilización económica de agentes comerciales, en alianza con factores extranjeros, que sabotean la distribución con: 1) la disminución de presentaciones de mayor acceso a la población; 2) la venta irregular de alimentos a mafias bachaqueras por parte de dueños y trabajadores de comercios; y 3) el acaparamiento de productos subsidiados.
Luego, por qué el gobierno de Francia no expresó su rechazo cuando el 27 de Febrero de 1989 la gente sumida en un nivel pobreza del 62% salió a saquear y para contener los alzamientos asesinaron a más de mil personas. De igual modo, por qué no se pronunció en contra del intento de derrocamiento del presidente Hugo Chávez y la proclamación sin elecciones de Carmona Estanga el 11 y 12 de abril de 2002.
Asimismo, los voceros de la Casa Blanca, sus operadores y aliados internacionales presionan con que el Referendo Revocatorio sea este año. ¿Tendrá alguna relación con el grado de endeudamiento de los Estados Unidos con Arabia Saudita y China?
En resumen, poseemos las reservas certificadas de petróleo más grandes del planeta, riquezas hidroeléctricas y minerales, mientras que los Estados Unidos se endeuda cada vez más. Le sigue Europa altamente comprometida. Y ello confirma el fracaso del neoliberalismo y su pronto declive, que pretenden frenar invadiendo y saqueando pueblos al estilo de Irak, Afganistán, Libia y Siria.