Un disfraz o parapeto como decimos en criollo creado por John F. Kennedy el 3 de noviembre de 1961 desde Washington D.C., Estados Unidos: "Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, toda una bondad puesta al servicio de la humanidad" en vista de que florecía la revolución cubana y que después sigue siendo de utilidad injerencista para penetrar gobiernos, que han ramificado con la figura de las ONG como instrumento de participación de la vida política de cada nación. Lacayos de las oligarquías burguesas conforman este usuario de ilegalidad para desestabilizar ordenamientos civiles-militares constitucionales, infringen modelos que los pueblos del mundo se dan tras la escogencia por el voto de cuál gobierno-sistema es su necesidad o su voluntad. Para el imperio de Estados Unidos no hay voluntad ni admite gobiernos que no se dejen someter a su hegemónica política absoluta, quienes así le decidan, serán objeto de su macabra Usaid y de la invasión de ONG como cuerpos de ayuda y defensa a grupos ejemplarizados por gente nacional que vela por sus más cochinos intereses, aquí en Venezuela de turno: La MUD y partidos de derecha financiados en $ para que se apertrechen de: Armas, Drogas y Paracos
Una vez Chávez asume el poder político junto a su pueblo y revoluciona la vida constitucional del país, se activa Usaid y su bandolerismo compuesto por las ONG que operan desde la propia embajada estadunidense con la complicidad de varias otras embajadas como la de Colombia y España, trilogía del golpismo terrorista aun con vigencia, no conformes con sus ataques mediáticos, poseen espías con conexiones con cada uno de los partidos políticos de derecha y de sobre manera con el sector industrial-mercantil y con cúpulas religiosas montadas en mismo instante en la posibilidad de asesinar o derrocar a Maduro o en sus efectos provocar estallidos de anarquía y caos y sin descartar la otra posibilidad de asesinar a Diosdado para prender el peo. Hay todo un plan pre y pos; el pre: la agitación, el desorden, desabastecimiento que desde la AN promueve la inconstitucionalidad desconociendo demás poderes públicos y mediatizando hacia el mundo una crisis humanitaria nada comprobable y de incomunicación de la realidad existente: Guerra Económica proferida desde EEUU con total bloqueo, inseguridad proveniente desde Colombia de manos de Uribe y sus Paracos, guerra mediática con sede en España desde sus medios, el pos: Exterminio de todo aquel o aquella chavizta, es decir masacrar al pueblo tal o cual se hizo en Chile después del golpe a Allende, pero con nuevas técnicas asesinas aprendidas desde Guantánamo y del Medio Oriente, metodología israelí y de los sangrientos grupos fanáticos árabes; se prevé un bestial holocausto de chaviztas con las bendiciones de iglesia católica, ya los confesionarios están dotados de sacerdotes para exculpar y perdonar a sus asesinos; "todo queda satisfecho por la divina voluntad de su Dios". Si en Chile muchos que se equivocaron y apoyaron el golpe fueron de igual asesinados, aquí no habrá clemencia alguna, el odio sembrado por "líderes de derecha" en sus seguidores es descomunal y anti-humano, se desataría la carnicería de pueblo contra pueblo; ¡ah, pero eso sí! Ellos, sus hijos y familias están fuera salvos y resguardados hasta después de la limpieza asesina, llegarán luego por el trofeo bañado de la sangre chavizta y para la repartición de poderes y del botín, pero el más grande botín será el del imperio, se hará de todas nuestras riquezas y recursos naturales a cambio de sostener a unos cuantos oligarcas burgueses de nuevo en los "destinos de la nación". Y luego pasado el tiempo habrá borrón y nueva cuenta apátrida.
Los equivocados del lado de allá y los con más responsabilidad del lado de acá deben saber y tener claro que no serán exculpados, bañarán las calles con su sangre, exhibirán sus cabezas en plazas para aterrorizar cualquier intento de defensa, el imperio viene por toda su inclemencia, viene para apoderarse para pisotear la dignidad de la patria, son la muerte por encargo, son Usaid&ONG.-
Valencia, 12 de septiembre de 2016
