Después de mi última columna de "Lo que veo" vuelvo a la carga y pienso que la revolución que le hace favores a los empresarios y los banqueros, NO ES ni será jamás una revolución. Bastan algunos ejemplos para demostrarlo: ¿Cuanto no se depreció el Bolívar en estos tres años de un gobierno de un presidente que se presenta como "obrero" e hijo del en mala hora ido Comandante Chávez y que no ve mas allá de las narices de una "primera combatiente" protagonista de chanchullos que nadie investiga de la "anterior" AN?.
En esta hora menguada de la Patria en la que con cadenas de medios y marchas pendejas se pretende pintar un país que solo existe en la mente de los altos jerarcas del PSUV, que desconocen el ejemplo que un Alí Primera dio, es fácil ver también que o Lorenzo Mendoza Giménez, el principal "capo" de los forajidos que se disfrazan de empresarios, tiene a Nicolás Maduro comiendo en la palma de la mano con sus chantajes y sus "puestas en escena" con paralizaciones de plantas de harina de maíz o, simplemente, monta una comedia sangrienta con el gobierno fingiendo una pelea inexistente en la que el pueblo PIERDE. Que los dueños de automercados como el "Central Madeirense" o del "EuroMercado" de Maracay desmonten sus estanterías prósperas de ayer para irse al extranjero después de haber exprimido por varios años al pueblo venezolano, no es más que otra parte de esa comedia sangrienta.
¿Que decir de los dos aumentos injustificados en un solo año de las tarifas de los bancos nacionales privados y estatales a los cuales se permite ofrecer cuentas electrónicas "novedosas", sin ese "estorbo" de las libretas y las chequeras pero que no ofrecen intereses y que son las que los amos de ciertas empresas del Estado contratan para trabajadores activos y jubilados como pasó en Corpoelec?. ¿Que decir cuando uno intenta adquirir un seguro para vehículos y no sabes si entras en una oficina de una empresa aseguradora o en una réplica moderna de la cueva de los 40 ladrones?. Ahora se comprende por qué, a la hora de informarse, uno prefiere ver Las Verdades de Miguel en TV que los malabarismos que intentan hacer en VTV y otros canales estatales para esconder lo que es (o no tanto) evidente...como el saqueo que le hacen a la Nación con ese gran crimen ecológico del llamado "Arco Minero", con las regalías de gas y petróleo a naciones del Caribe mientras aumentan groseramente el precio de las bombonas de gas y los lubricantes de motores, con empresas que traen alimentos al país a precios inaccesibles como una que dicen que posee el Gobernador del Táchira o con los negocios de contrabando como el del Comandante de la REDI Occidental, como ha denunciado Miguel Salazar. ¿Como se puede justificar que a Miguel Pérez Abad, culpable en gran medida de nuestra hecatombe económica, se le asigne la presidencia de un banco?...
Por eso y mucho mas, no puedo seguir a un PSUV que alguna vez representó una esperanza de justicia social, cuyos ejecutores aprendieron bien las lecciones de corrupción de la Cuarta y cuyos dirigentes, hoy trastocados en neoliberales que "felizmente" se quitaron el estorbo que para ellos fue Hugo Chávez, no tienen moral para criticar a esos adefesios imperialistas como Michel Temer y Mauricio Macri, por más que un Alcalde encargado en Aragua haga sus mejores esfuerzos para gobernar.
Pero no brincaré a las talanqueras de los "hijos políticos" de la Cuarta República abominable, porque tengo memoria y se que los "polvos" de esa época trajeron estas catástrofes. La única esperanza que me queda es que un Donald Trump ahogue al Estado Islámico y a la maldecida MUD (si no ocurre lo contrario) para terminar de una vez por todas con estos apátridas que buscarán cualquier excusa para incendiar el país e imponer un gobierno que le guste a todos... a todos los "empresarios" como el señor Mendoza Giménez y los amos de Fedecámaras que bailan y no precisamente al son de la salsa que anima un señor parecido a Abdalá Bucaram, desde Radio Miraflores FM mientras reaparecen los niños mendigando en las calles.
Dios y Federación