Tan malas como las falsas esperanzas son las falsas desesperanzas. Tal vez no sea quimera que el Imperialismo no pasa del siglo XXI y quizá caiga antes, según Fidel.
Los hechos recientes no significan que el Imperialismo se acaba mañana, pero sí que las cosas le están saliendo matadas a George W. Bush. El Senado le bloquea el proyecto de legalización de la tortura; la Agencia Internacional de Energía repudia su informe sobre la política nuclear iraní; su popularidad sigue en picada; se le alzan republicanos como Colin Powell; Venezuela está poniéndolo a sudar con su candidatura al Consejo de Seguridad. Iraq es un desastre y Afganistán no ha dejado de serlo. Su guerra por procuración (proxy war) en el Líbano fue un descalabro militar, político y de imagen. Hay 30% más cocaína colombiana como único resultado del Plan Colombia. Claro, su objetivo no es luchar contra el narcotráfico sino combatir la guerrilla y conspirar contra Venezuela, lo que tampoco ha funcionado. La pobreza aumenta en los Estados Unidos. Derribó las Torres Gemelas para nada y cada día hay más evidencias de la autoría de su famiglia en esa monstruosidad. América Latina se le alza, incluyendo los inmigrantes latinos y los No Alineados le manotean en la cara. Condoleezza no ha pegado una en su diplomacia. La China y La India crecen y crecen, como crece y crece el déficit fiscal de EUA.
En fin, Bush no rinde y solo ha causado muerte y miseria. No es solo lo que fracasa sino lo seguido.
¿Quién lo apoya? La industria militar, claro. Pero su principal respaldo es el Partido Demócrata, que ha adoptado una política blandengue de dejar hacer, dejar pasar. John Kerry no hubiera sido mejor; vimos su actitud vacilante y bochornosa ante la política militar de Bush. Por eso perdió. Como dice Noam Chomsky: en los Estados Unidos hay un solo partido financiero militar con dos facciones, una republicana y otra demócrata, que se diferencian solo en detalles de estilo y etiqueta, como mucho.
Pero puede pasar que entren en conflicto radical la insuperable incompetencia de Bush y el complejo industrial militar que lo puso a mandar. Quizá no termine su mandato en medio de una gran crisis política y esta oposición se quede sin mandado.