Simón Bolívar en la mira de los EE.UU., es tremendo obstáculo para sus ambiciones (III)

A finales de la segunda y durante toda la tercera década del siglo XIX observamos una nueva faceta de Bolívar, una nueva lucha ha de plantearse nuestro Libertador para sellar de manera exitosa el destino de nuestros pueblos: la Confederación de las ex-colonias hispanas. En esta etapa Bolívar, el Libertador, da paso a un Bolívar estratega de la geopolítica, realizando proyecciones sobre las posibilidades de consumar la unidad latinoamericana y esforzándose diplomáticamente para lograrlo, pero desde el Norte lo observan con recelo. Para Estados Unidos su enemigo tiene nombre y apellido: Simón Bolívar, el Libertador, si éste desaparece, la tentativa colonialista estadounidense podrá imponerse sin problema alguno. En 1826, luego de titánicos esfuerzos diplomáticos realizados por parte de Bolívar, se instala el Congreso Anfictiónico de Panamá; el Libertador ha venido preparando este encuentro como un espacio para la posible concreción de una Confederación Hispanoamericana. En total conocimiento de las intenciones norteamericanas, Bolívar en su condición de Presidente de la Gran Colombia gira instrucciones a Santander, su vicepresidente, para que se exima de invitar representación alguna de Estados Unidos al Congreso; no obstante, desobedeciendo a Bolívar, Santander los invita a espaldas del Libertador. Los esfuerzos diplomáticos estadounidenses en el Congreso Anfictiónico estarán dirigidos a sabotear toda posibilidad de integración concreta de nuestros pueblos. Gracias a esta acción, más allá de las declaraciones oficiales repletas de eufemismos, pocos acuerdos son alcanzados en la práctica, y de estos, solo la Gran Colombia terminó ratificándolos en última instancia… Lamentablemente, la Gran Colombia desaparecería también tan solo cuatro años más tarde, dejando la conformación de una Confederación de Naciones como una materia pendiente para nuestros pueblos de la América Latina.

Bien, pero ahora retrocedamos a los comienzos de la III República de Venezuela, era el año de 1817 cuando ya la ambición de Estados Unidos por forjarse un espacio preponderante entre las naciones que emergían independientes era acelerada y constante. Ya para este año las autoridades de los EE. UU. querían que su país fuera el amo de toda la América, ambición heredada de los ingleses que tenían muy arraigado el propósito de ser ellos los amos del mundo entero, y tal apetito es harto demostrable cuando el 12 de julio de ese año arriba a la ciudad de Angostura, hoy Ciudad Bolívar, el agente espía y diplomático estadounidense Juan Bautista Irvine, a quien el Secretario de Estado de EE. UU., John Quincy Adams, le encarga tres tareas muy bien planificadas: 1.- Manifestar, con la mayor insistencia, la simpatía de su país hacia las nuevas repúblicas que nacían en América del Sur. 2.- Protestar por los dos barcos capturados (Tigre y Libertad) por las fuerzas patriotas en el Orinoco y 3.- Esclarecer e imponer las condiciones que debían tomar las relaciones entre su país y Venezuela. El asunto de las goletas estadounidenses Tigre y Libertad que habían sido capturadas por la flota republicana comandadas por el Almirante Brion cuando intentaban burlar el bloqueo del Orinoco y contrabandear productos y equipos para surtir a las fuerzas españolas acantonadas en lugares cercanos a Angostura, tal como el llamado Castillos de Guayana La Vieja. La Tigre entró al Orinoco con la misión de traer armas y municiones que los españoles habían comprado al comerciante británico Lamson, esta nave había izado velas el 17 de marzo desde Salem, puerto del estado de Massachusetts en Estados Unidos y entró al Orinoco en el mes de abril; sin dudas ese era un viaje de observación. Posteriormente saldría llevando el cargamento de armas y municiones cuando fue capturada el 4 de julio de 1817. Por otro lado, la goleta Libertad había salido de Martinica en junio, cargando municiones. Ya navegando por el río se encontró con los buques patriotas que lo bloqueaban y, no obstante le advirtieron que estaba violando el bloqueo, dándole órdenes de devolverse, intenta regresar de manera furtiva para remontar el Orinoco, cuando fue apresada por la escuadrilla del Capitán de Navío Antonio Díaz.

A la llegada de Míster Irvine a Angostura, Bolívar le recibe en medio de grandes expectativas acerca de su misión. El 13 de julio Bolívar escribe al General Páez anunciándole la llegada del agente diplomático estadounidense y su misión, y en el transcurso del tiempo que Míster Irvine pasa en Ciudad de Angostura escribe diez notas a Bolívar; entre el 25 de julio y el 8 de octubre. El Libertador acusó recibo y respondió en otras tantas ocasiones, la última fue el 12 de octubre. Ya en la primera carta de Mr. Irvine Bolívar se da cuenta que en realidad lo que le interesa es el asunto de las 2 embarcaciones incautadas, las goletas Tigre y Libertad, y que esa era su única misión en Venezuela.

Diciembre de 2017



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José M. Ameliach N.


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