Inter-Extraterritorialidad Institucional es un artículo publicado en días pasados, en el cual se señalaba entre otras cosas que los EEUU impulsaban desde hace bastante tiempo una "Nueva Institucionalidad en Venezuela" para "legitimar" cualquier agresión en el territorio venezolano, surge así, el Tribunal Supremo y la Fiscalía en el "exilio", como también un autoproclamado presidente, todos anclados a una AN en desacato.
Esta "Nueva Arquitectura Institucional" y/o para-Estado se puso a prueba entre los días 23 y 26 de enero. Ellos esperaban que la OEA, ONU y su Consejo de Seguridad así como, la UE en bloque, desconocieran casi por unanimidad al presidente constitucional Nicolás Maduro, y que reconocieran al autoproclamado presidente. Esa "Nueva Arquitectura Legitimada" sería el aval para que el gobierno corporocrático estadounidense depusiera del ejercicio constitucional al presidente Nicolás Maduro. El jefe del Comando Sur de EEUU, Craig Faller, declaró: Hay dos maneras de resolver este tipo de problemas. En 1989 nosotros sacamos a Manuel Noriega de Panamá (…). Al final de la década de los 80 (…) nosotros organizamos su salida y le garantizamos a Ferdinand Marcos que no sería enviado de nuevo a Filipinas para ser juzgado (...). Por su parte, el consejero de Seguridad John Bolton afirmó: "Le deseo un retiro largo y tranquilo en una bonita playa lejos de Venezuela. Y que cuanto antes aproveche esa oportunidad, más probable será que pueda tener un retiro agradable y tranquilo en una playa bonita, en lugar de estar en otra zona playera como Guantánamo" haciendo referencia al presidente constitucional Nicolás Maduro, entre muchas otras declaraciones similares, dejan en evidencia la intención política y militar de EEUU.
La agresión militar transnacional en este momento está en revisión, la "Arquitectura" diseñada por los EEUU para justificar la agresión contra nuestra nación dista sustancialmente de la idiosincrasia del pueblo venezolano, allí su primera derrota y, en el plano externo la violación descarada y grotesca del derecho internacional por parte de la Corporocracia ha obligado a gobiernos desafectos al Bolivariano a pronunciarse por salidas no injerencistas, no intervencionistas, no militares (como Grecia e Italia, por ejemplo). Sin embargo, durante una entrevista realizada el domingo 3, el presidente Trump señaló que la opción militar sigue sobre la mesa; pero observado el desarrollo del conflicto pareciera que una intervención clásica (militar) o mixta (cívico-militar) es poco plausible en este momento, por eso el reacomodo de la estrategia imperial para seguir impulsando lo que he llamado Nueva Arquitectura Institucional y/o el Para-Estado. En esta oportunidad tratarán de crear un CNE paralelo que convoque "nuevas elecciones presidenciales", para buscar la profundización de la psicosis, sobre todo en sus seguidores ya bastantes descocados, para generar densas tensiones y perturbaciones que auspicien la crisis política y social que rebase la institucionalidad consagrada en la Constitución y de este modo intentar justificar la injerencia transnacional. En este orden, el gobierno debe seguir documentando a la dirigencia alta, media y baja de la revolución, sobre la situación política que atraviesa la Patria, así como, instruir cursos de acciones ante algún hecho sobrevenido. Y, la militancia debe reunirse en su cuadra, vereda, pasillo, consejos comunales, comunas, entre otros, para poner a tono su área de influencia.