“El veneno de la humillación”: yo tampoco firmo esa carta

No firmo esta carta hasta que alguien me diga qué hicieron con las firmas que se recogieron en contra del decreto de Obama.

Decimos que no es suficiente haber nacido en un barrio de Caracas y haber sido sindicalista (eso más bien sería hoy un reproche, más que una cualidad revolucionaria) para saber de pueblo, o de lo que sea, o luchar por el pueblo. Yo diría que las dos cosas son razones suficientes para aspirar a ser un magnate. Esta es una carta donde el presidente miente descaradamente, dice que él preside "a una nueva Venezuela arraigada en un modelo de desarrollo inclusivo e igualdad social que forjó el Comandante Hugo Chávez desde 1998, inspirado en el legado bolivariano" Eso es mentira. El actual es un modelo de desarrollo capitalista reformista y entreguista, que sostiene a la mayoría de las mayorías, con cajas de comidas y limosnas, no es inclusivo ni de igualdad social. Y si Hugo Chávez forjó una sociedad inclusiva y de igualdad social, nada tiene que ver con lo que hace hoy, personalmente y como presidente, Nicolás Maduro. Por esta mentira tampoco firmo esta carta

Al presidente(o a sus asesores), les gusta mucho citar, y esta vez, para halagar a los estadounidenses y confundir a los pendejos cita a Kennedy …"Tengamos presente las palabras de John F. Kennedy cuando dijo "nunca negociemos por miedo, pero nunca tengamos miedo de negociar"…. Para luego preguntarse "¿Tendrán miedo a la verdad los que no quieren dialogar?"

Sin embargo la cita es útil para calificar las razones por las cualales se lanza Maduro a negociar con los EEUU, y ahora con la derecha, en Uruguay: ¿Tendrá miedo Maduro..., que quiere negociar? En política negociar con el enemigo siempre se hacer cuando se tiene alguna ventaja, fuerza; la historia está llena de ejemplos, la historia de nuestra independencia está llena de ejemplos con Bolívar como jefe. Pero negociar cuando te tienen sitiado es como claudicar, ¡o es claudicar!, ¡salvar el propio pellejo! Así parece ser esta acción desesperada: quién ha gobernado en cinco años con soberbia, altanería e indolencia; indiferente a todo tipo de crítica, ahora muestra impúdicamente miedo ante el imperio.

Más adelanta miente de nuevo, atribuyéndole al "bloqueo financiero" las causas del fracaso de su "modelo de desarrollo", cuando no es así. Dice Maduro, "… El pueblo de Venezuela ha sufrido dolorosamente heridas sociales causadas por un criminal bloqueo comercial y financiero, que ha sido agravado por el despojo y robo de nuestros recursos financieros y activos en países alineados con esta demencial embestidas.".

Este bloqueo financiero y el robo de nuestras reservas en oro y divisas es desidia, es irresponsablidad del gobierno de Maduro (parafraseando al poeta, "si te roban dos veces, es una desgracia, pero si te roban una tercera vez, es un descuido"), y además es un hecho reciente, tendrá cuando mucho un año o mucho menos. Pero en los anteriores ¿Cuál sería la excusa o las excusas para la destrucción de PDVSA, para dilapidación de nuestras reservas en divisas y beneficiar a empresarios y burócratas ladrones, cuáles razones hay que justifiquen todos los errores cometidos, la mayoría ellos de manera reiterada, hasta hoy? (No sé por qué me viene a la mente Jesús Farías declarando en televisión)

Más adelante dice que "… Queremos seguir siendo socios comerciales del pueblo de Estados Unidos, como lo hemos sido a lo largo de nuestra historia – digamos que como lo fuimos en tiempos de JV Gómez -, sus políticos en Washington, en cambio, están dispuestos a enviar a sus hijos a morir en una guerra absurda, en lugar de respetar el derecho sagrado del pueblo venezolano a la autodeterminación y al resguardo de su soberanía."

Esta ridícula distinción entre gobierno, y pueblo estadounidense refiriéndose con palabrotas rebuscadas a los "socios comerciales del pueblo", como si los "socios comerciales" que pudiera tener Venezuela dentro de los EEUU fuera "gente común", es decir, el "pueblo" que "va a morir en una guerra absurda"; es otra cosa repugnante, una manipulación barata –si tuviéramos algo que ver con este gobierno nos avergonzaríamos de tal ridiculez-. Hasta el más neófito estudiante de derecho o historia sabe que los gobiernos en los EEUU representan directamente intereses comerciales, industriales, ¡capitalistas!, no existe otro "pueblo" distinto para ellos, el resto son solo "insumos" humanos. Pero en el caso de Trump, el mismo presidente forma parte de un sector económico importantísimo para los intereses de EEUU e inclusive para los intereses de la "Venezuela Bella", a saber: el de la construcción, y en particular, el de la construcción de Hoteles y Resortes. Es muy difícil hacer esta distinción sin que nos dé ganas de vomitar. Por eso No firmo esa basura.

La sociedad, según los más ricos, nos hace ver a los pobres como animales, como fuerza de trabajo, como otro pueblo, subterráneo sin patria y sin nada. Maduro quiere negociar, a nombre de nosotros, con los más ricos, y esto no va ser, precisamente, para defender a los pobres, los desposeídos, a los que estamos jodidos; o para proteger a PDVSA, para cuidar nuestras reservas naturales, alzar la voz por nuestros propios intereses; tiene miedo y va entregarles algo importante. Por eso no firmo esa carta.

Maduro habla en nombre de sus propios intereses, la paz siempre le ha quedado grande; ha debido engañar, manipular, mentir cinco años seguidos para poder contener la rabia de un pueblo golpeado física y moralmante, que ahora está atrapado entre verdugo y verdugo, entre dos fuerzas de la misma calaña. Por eso no firmo esa carta vergonzosa. Ningún chavista la debería firmarla.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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