El problema no es Guaidó, es el imperio

A más de ochenta días de la auto-proclamación del presi "títerinterino"Guaidó el imperialismo Norteamericano no ha logrado ocupar al occidente del país, la "media luna", para así llevar a cabo su propósito, de invadir y despojar de resistencia revolucionaria al resto del territorio nacional en nombre de la democracia y la ayuda humanitaria y, por supuesto, borrar del mapa al gobierno usurpador de Nicolás Maduro y a su pandilla Castro-chavista...Un trabajo aparentemente fácil ya que no era más que una repetición de anteriores experiencias en otras partes del mundo. El asunto no le ha resultado tan sencillo en su "patio trastero" y lo peor es que los fracasos en Venezuela, continuados y bochornosos, han repercutido muy defaborablemente a su ya desvencijada imagen mundial, fundamentalmente en las instituciones multilaterales que rigen el orden político internacional, como en la O.N.U y la O.E.A. En la primera, un rotundo rechazo a sus pretensiones amorales y ridículas y, en la segunda, una vergonzosas réplica de las derrotas anteriores y una loza más a su sepultura.

Hemos expresado con anterioridadad algunas razones sobre lo improcedente de una incursión militar del Imperialismo Norteamericano en Venezuela en esta coyuntura histórica, sin justificación alguna, que no sea la arbitrariedad, su pretensión hegemónica y su necesidad insaciable de la riqueza ajena. Su interés no es otro que los minerales del país, especialmente del petróleo, su posición geoestratégica mundial y acabar con el más importante foco insurreccional antiimperialista del mundo neocolonizado en la actualida: indudablemente estas si son las causas reales, objetivas, de simple observacion. Sinembargo hay otras causas en el subsuelo de la realidad económica, social y política que trabajan en contra de su existencia como potencia hegemónica mundial que le imponen un imperativo de locura y desafueros, como por ejemplo, la crisis del dólar como divisa de reserva dominante en el sistema monetario mundial.

La columna vertebral del imperialismo norteamericano es el dólar, la moneda de reserva más extendida en el mundo, el soporte de su imperio financiero y dominación de la economía mundial. Hoy ese dios todopoderoso se debate entre la vida y la muerte, sin reservas metálicas de soporte, sin la supuesta fortaleza de ser la primera economía y sí la economía más mafiosa del planeta; divisa que hoy está siendo desplazada del gran mercado internacional por monedas de países que ofrecen mejores garantías de estabidad y finalmente amenazada de muerte por Arabia Saudí al manifestar su intención de vender su petróleo con otras divisas diferentes al dólar, lo significa retirarle el oxígeno a la enferma en coma.

El dólar es hoy desde el punto de vista de la teoría monetaria una moneda sin valor real, sin sustentabilidad orgánica, sin fundamento legal; cuya subsistencia como divisa de reserva se fundamenta en intereses políticos y convenciones mercantiles, que las economías del mundo necesitan en un proceso de transcision a una nueva estructura monetaria en la conformación de un modelo monetarista cónsono con las nuevas realidades del mercado internacional. El imperialimo norteamericano sin el poder del dólar y sin el poder militar del Pentágono es como un gallo de pelea sin espuelas y sin pico. En el mundo contemporáneo la supremacía atómica perdió vigencia, la ley del más fuerte y las guerras de destrucción total ya se agotaron históricamente. Ya los pueblos del mundo tomaron conciencia que es la Paz y no la guerra el camino de la humanidad, del porvenir. Las instituciones de orden público internacional se cualifican permanentemente. La aberrante desigualdad que ha venido imperando históricamente en la estructura de la sociedad mundial no aguanta más el grado de la deshumanización a que el sistema capitalista ha llevado a la especie humana y a la destruccion del planeta.

Lo que se ha visto con Venezuela en la ONU no es igual a lo ocurrido con Libia, ni en la OEA lo que sucedió con Cuba en Punta del Este en 1962. El Imperialismo no puede andar más con un garrote y una zanahoria como en otros tiempos imponiendo la voluntad de sus intereses. Hoy son los pueblos explotados y marginados los que luchan, los que reclaman, los que pelean; no solo en los paises subdesarrollados de la periferia del capitalismo, sino también en los centros del capitalismo desarrollados e Imperialistas…VER PARA CREER.

UNIDAD-LUCHA- BATALLA Y VICTORIA



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Rafael Godoy Villasmil


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