La experiencia ha muerto. La osadía manda

La historia del género humano está entrelazada con su experiencia acumulada. La pintura Rupestre muestra la convivencia humana en el camino de su superación del animal que fuimos. El medio inhóspito obligaba. La convivencia hizo posible nuestra existencia actual. Desde entonces, la experiencia nos acompaña. Los pueblos aborígenes la han tenido como referente fundamental. Pareciera que esta relación entre experiencia y praxis política está desapareciendo. La improvisación es lo frecuente. El hedonismo y los intereses se imponen. Pagaremos caro este desplante, esta osadía irracional de la humanidad. El planeta gime, más de 2000 millones de seres humanos viven como animales. Las tecnologías "nos entretiene" y controlan, mientras la perversidad avanza. Hemos olvidado la experiencia humana. Con gríngolas caminamos hacia la incertidumbre, que ojalá no lo sea hacia un infierno termonuclear. Einstein temió por una III GM y sus consecuencias demográficas.

La trascendencia de la vida humana es importante. Vallejo quería morir "de vida y no de tiempo". Le temía "al odio de Dios…y a los heraldos negros". Breton nos recuerda que "somos puente y no meta". León Felipe consideró que "el filósofo cree en la razón y el poeta en la locura". Necesaria las dos, ayudan a no tropezar varias veces con la misma piedra. Viet Nam mucho les enseñó a los salvajes gringos; hoy, antes de invadir y destruir a pueblos, los dividen para enfrentarlos entre sí. Los medios de (in) comunicación son sus herramientas favoritas. Ejércitos de mercenarios están prestos a su servicio. No se trata de "Tomar el cielo por asalto", se trata de ir firmemente tomándolo. La "esperanza" de Pandora nos anima. Es mentira lo del "Fin de la historia". El sistema se está hundiendo "haz peso" El capital sabe que su existencia depende de la clase trabajadora: "lo reconoce".

Las religiones ofrecen consuelos en la tierra y premio o castigo en "el más allá" como mecanismos de control social. El capital todo lo compra (bueno casi todo), el mercado es el paraíso y la competencia nos enfrenta. Nacidos para convivir vivimos confrontándonos. La revolución, es manera de detener el peligro de exterminio planetario y humano. La utopía es el centro del fervor revolucionario. Mientras más poblado es el planeta, más solos nos encontramos. "La revolución pasiva" no es suficiente; la crisis estructural del sistema capitalista, abre importantes espacios para el avance revolucionario. Articular así sea circunstancialmente a la izquierda, con argumentos extraídos de la realidad dialéctica concreta, nos haría pasar de la incertidumbre a la certeza. "La hegemonía" es una seria y necesaria posibilidad. Si esto no ocurre entre nosotros, pudiera ser que el fascismo atrapara a las masas e hiciera con ellas "su" hegemonía. Hoy nos jugamos décadas y muchos la vida. Si la burguesía, que es su enemiga histórica, USA con éxito a la clase trabajadora, ¿por qué la hermandad de los trabajadores no arma la fuerza de la esperanza revolucionaria? Hasta los siquiatras están desprevenidos. Sicólogos, Otorrinos y oftalmólogos nos ayudarían. Que todos los sentidos despierten hacia una nueva aurora.

Aquel celebre bigotudo sin pelos en la lengua, con Zaratustra anunció "la muerte de Dios": El sujeto quedaba sin su abrigo metafísico, sin su referente etéreo pero presente. Nadie puede asesinar a Dios, salvo su suicidio. Dios según Feuerbach, fue creado por el hombre. Marx increpa a Feuerbach por enajenar la esencia humana en la religión, pues el pensamiento religioso es un producto social. No es suficiente con entender el mundo hay que transformarlo. Es en el mundo material real donde debe ocurrir la emancipación. La realidad, y las ideas salidas de esta realidad, deben ser desalienadas. En el capitalismo, el nuevo Dios es el dinero y el mercado su paraíso. Someter al capital es salvar a la humanidad. "El capital pacta para mantenerse, nunca para rendirse". Los que han muerto por nosotros nos reclaman. Los hay, quienes ni la brutal y amenazadora destrucción climática les preocupa. Sin unidad no habrá victoria. Toda alianza con la burguesía nos conduciría al infierno. Son unos diablos.

La existencia humana tiene innumerables circunstancias de tragedias o abatimientos temporales o constantes, pero también regocijos. Ocurre que los regocijos son para pocos y lo inhumano para muchos. Esto no es casual; se trata del sistema capitalista que así funciona. Guerras, muertes, tragedias naturales o inducidas y otras calamidades, cuya etiología es modélica, por lo tanto, es política en tanto son planes económicos diseñados desde el poder, que hoy parecen tener poco interés en la construcción de la CONSCIENCIA SOCIAL. La improvisación, el azar, el arrojo o el interés casi siempre perverso se imponen, y las consecuencias malignas las pagan las mayorías. No es que no haya un diseño teórico claramente explicito, es que "el patebolismo", la temeridad, el interés o la complicidad lo determinan.

No siempre el hombre es "él y su circunstancia", pues podemos modificar las circunstancias, ya que "existo luego pienso", pero SOMOS SOCIEDAD. "El hombre no es la medida de todas las cosas", es LA SOCIEDAD. Ella está dividida en clases con características no solo diferentes sino radicalmente opuestas. Riqueza y miseria pueden existir, pero no coexistir. La sociedad vive tiempos de extravíos. Cambiar sus condiciones es controlar y luego erradicar sus contradicciones. "No esperemos en la puerta de la casa para ver pasar el cadáver del imperialismo", trabajemos para su desaparición.



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Jesús M. Vivas P.

Profesor Universitario con 45 años de servicio docente. PhD en Historia, egresado de la Universidad Complutense de Madrid. Más de 700 Artículos publicados a nivel nacional e internacional, mas de 60 años en la lucha revolucionaria, soy Jesus "Chucho" Vivas

 jesusm_vivas@hotmail.com

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