Guerra diplomática de Estados Unidos contra Venezuela

La guerra diplomática se refiere a una serie de acciones y estrategias utilizadas por un Estado o grupo de Estados para influir en las decisiones, opiniones y comportamientos de otros Estados a través de medios diplomáticos, en vez de recurrir a la violencia armada, aunque en nuestro caso la diplomacia armada ha sido un complemento a los intentos de intervención directa.

Este tipo de "guerra" se puede manifestar en diversas formas y es parte integral de las relaciones internacionales generándose escenarios de diversos tipos según las diferencias que se están enfrentando en la disputa.

En nuestras relaciones con Estados Unidos ese país ha mantenido una postura de confrontación y presión diplomática, encontrándose entre las razones que contribuyen a ello factores como la política de participación popular del Gobierno de Hugo Chávez y seguidamente de Nicolás Maduro. En el caso de la administración de Maduro es vista por EE.UU. y otros países como una democracia para el pueblo y responsable de otorgarles derechos sociales y políticos a la población. Estas políticas venezolanas, que pueden ser comparadas con sus políticas intervencionistas y la de los países latinoamericanos vecinos a Venezuela es lo que ha llevado a que EE.UU. no reconozca la legitimidad de su gobierno.

Es un hecho conocido que Venezuela posee grandes reservas de petróleo, y el país ha sido históricamente un importante actor en la geopolítica de la región. La influencia de Venezuela en el continente gracias a su producción petrolera y su cercanía a países como Cuba y Rusia, preocupa a EE.UU., que busca limitar esa influencia y limitar también la política venezolana de solidaridad latinoamericana que es muy mal vista por el gobierno norteamericano que quiere mantener desunida a América Latina.

La guerra diplomática, comercial, financiera, activa, interna que Estados Unidos ha lanzado contra Venezuela ha conllevado una aguda recesión en nuestro país generando una crisis económica, social y política acompañada por una migración masiva y una situación humanitaria grave, que impacta negativamente no solo a Venezuela sino a toda la región latinoamericana y al propio Estados Unidos. Esta Guerra diplomática ha sido acompañada por una guerra cibernética y comunicacional donde Estados Unidos, tergiversando la verdad, ha argumentado que se debe intervenir en Venezuela.

Para incrementar su política destructiva contra países pobres, EE.UU. ha impuesto sanciones económicas severas a Venezuela, incluyendo a Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), la empresa estatal de petróleo, como forma de presión para forzar cambios en el gobierno y fomentar un regreso de la derecha pro fascista o fascista al gobierno, pero ha fracasado en todos sus intentos en este sentido.

En conjunto, estos factores han alimentado la guerra diplomática intensa norteamericana que ha tenido repercusiones en las relaciones internacionales y en la dinámica interna de Venezuela. Mientras EE.UU. busca promover un cambio político y de gobierno que esté directamente vinculado a sus intereses, el régimen venezolano sostiene el poder revolucionario, con apoyo o la neutralidad por parte de países como Rusia, Irán y China a fin de mantener sus espacios de independencia y verdadera democracia.

Entonces podemos decir que sí puede afirmarse que existe una guerra diplomática activa entre Estados Unidos y Venezuela, marcada por disputas políticas profundas y enfoques divergentes sobre cómo abordar los problemas del desarrollo de las naciones, donde el principal componente es precisamente la dominación destructiva y empobrecedora mundial de los Estados Unidos.

Venezuela ha respondido y resistido activa y combativamente la guerra diplomática que Estados Unidos ha llevado a cabo en su contra, generando un grupo de estrategias y respuestas que el gobierno venezolano ha lanzado al combate y en su defensa teniendo gran repercusión internacional.

Discurso político anti imperialista, Nicolás Maduro y la dirigencia han utilizado un discurso antiimperialista, argumentando que las acciones de EE.UU. son intervencionistas y buscan desestabilizar al país.

Venezuela ha demostrado Resiliencia Económica ya que ha buscado formas de generar ingresos a través de la producción nacional, comercio del oro y otras reservas naturales y apoyándose en economías paralelas, todo esto bajo los ataque constantes y saboteadores de los Estados Unidos.

También se ha mantenido la Movilización Popular con eventos masivos donde se resalta el rechazo a las sanciones estadounidenses lo cual genera y difunde la conciencia política entre la población.

Podemos señalar que, Venezuela en este contexto tan hostil y canalla ha respondido revolucionariamente para ejemplo de muchas naciones pobres con una variedad de estrategias para resistir la guerra diplomática liderada por Estados Unidos. Aunque su enfoque incluye una combinación tanto de retórica como de búsqueda activa de alianzas alternativas e iniciativas económicas y políticas internas, los resultados son complejos dado el estado crítico en el que se encuentra el país, aunque ha evitado que se profundice la impunidad norteamericana contra nuestra nación y nos dan esperanzas para un futuro próspero y de paz.



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Oscar Rodríguez E


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