La dominación mundial de los Estados Unidos sobre el resto de los países del globo se manifiesta de una forma compleja, como debería esperarse, ya que se compone de una estructura que supongo deber está conformada de varios niveles, como pueden ser el Grupo de los hacedores de políticas, financiamiento, estructura administrativa y un grupo de consultas con las empresas judías y su estado. Todo ello funciona como un sistema y como todo sistema necesita un administrador que será el Secretario de Estado que le reporta directamente al Presidente.
Todos los revolucionarios y sus gobiernos deberían estudiar, con ayuda de otros países, cual es esta estructura de dominación a través de la cual intervienen en nuestros países, la cual se presenta aquí de la forma más cortada posible y sujeta por lo tanto a todos los ajustes que la situación real presenta.
Atreves de este sistema burocrático imperialista se diseña la política de intervención ajustada a la característica de cada país sea desarrollado o no donde cada país y región tiene un grupo de trabajo, e incluye desde la dimisión o el asesinato del primer ministro de Japón o el de Haití, la Guerra en Gaza y la intervención política en nuestro país, Venezuela, por ejemplo.
Estas intervenciones en otros países deben seguir también cierta estructura y lineamientos comunes y puede manifestarse de diversas formas pero deben seguir o resaltarse los siguientes lineamientos:
Debe estar claramente visible para ellos las motivaciones Geopolíticas que hace necesario un reforzamiento o incremento a la intervención regular o normal, por decirlo así sobre los países, donde se especifica los intereses estratégicos, acceso a recursos naturales, limitaciones a su influencia regional o global, acercamiento no conveniente a ninguno de los grandes opositores como son Irán, Rusia y China.
La intervención debe estar plenamente identificada como una Intervención humanitaria, aunque lo que se planee sea una guerra inmediata. En ocasiones, los estados unidos justifican así su intervención alegando la necesidad de proteger a poblaciones civiles de violaciones graves de derechos humanos, como genocidio, limpieza étnica o crisis humanitarias. Esto le proporciona la “tapa” comunicacional tras de la cual se ubican todos los países sometidos que apoyan a Estados Unidos.
Aunque menos manifiesto las intervenciones están motivadas por intereses económicos, como el acceso a mercados, inversiones o la protección de empresas nacionales en el extranjero.
El aspecto militar debe estar considerada como una opción lo que puede incluir la utilización de fuerzas armadas para derrocar gobiernos, apoyar a facciones rebeldes, o participar las aparentes operaciones de mantenimiento de la paz que es su paz.
El esfuerzo imperialista de Diplomacia y Presión Política es uno de los componentes esenciales de su política intervencionista, mediante lo que llaman “diplomacia activa” la cual utiliza la diplomacia, sanciones, o presión política para influir en las decisiones de otros gobiernos, a menudo buscando cambiar políticas que consideran inadecuadas o perjudiciales.
El Poder Blando se refiera a la promoción de la cultura occidental, sus valores democráticos, educación y organizaciones no gubernamentales, mediante el cual Estados Unidos “ablanda” a los otros países sin recurrir a la fuerza militar.
La intervención a menudo se lleva a cabo en el marco de coaliciones internacionales o bajo el paraguas de organizaciones multilaterales, como la ONU, para legitimar la acción y compartir responsabilidades quitándole imagen al papel imperialista de los Estados Unidos.
El aspecto legal no es omitido en la cual se incorporan otros estados, como lo hacen contra Venezuela países como Colombia, Brasil, queriendo sustituir con una Legalidad Internacional los derechos de autogestión del país objeto de ataques. Con ello se le genera un Impacto por la fuerza y las amenazas a la soberanía del país y facilitando a Estados unidos su accionar.
Cada una de estas líneas de intervención tiene su gradación que permite clasificar por nivel de amenazas a todos los países del mundo, donde Venezuela está entre los primeros, y por ello los que se hacen llamar dirigentes, líderes, realmente son “soldados” de la CIA y al cooperar con ellos debe revisarse su actuación según los acuerdos de Ginebra y de no considerarlo estos crear leyes específicas para tipificarlos como “enemigos” y sancionarlos política y socialmente.