Llamo la atención del señor General Isaías Baduel: Lo he visto y escuchado por el canal de Tv. Globoterror, donde leyó su proclama dirigida a nosotros los venezolanos. Usted lo que es, un Traidor, usted le tiene envidia al Presidente Chávez, usted es un reconcomiado. Usted no es Ario ni Nórdico ni Anglo-Sajón. Nosotros para esa gente somos mañana o nunca, sólo somos útiles para utilizarnos como materia prima para sus industrias y robarnos nuestras riquezas naturales, como lo han estado haciendo durante más de un siglo. ¿Que nos está proponiendo en su proclama? Que debemos ser un estado asociado o un protectorado del Imperialismo Yanqui, como el pueblo de Puerto Rico y que nos aplaste la cabeza la bota imperial, porque esta bota está calzada con cuero “democrático” ¿Qué debemos someternos a la esclavitud y a las vejaciones que por siglos nos ha estado imponiendo la fascista oligarquía criolla? ¿Que debemos aceptar estar sometidos al capitalismo monopolista que nos estuvo devorando durante el último siglo y más? Señor Baduel, a usted se le nota, se le palpa, por encima de la ropa su ambición desmedida y su naturaleza pronta a la insubordinación, usted es Zamarro e Hipócrita. Usted es un Pinochet en potencia. Pobre de nosotros los venezolanos si usted llegara a adueñarse del poder. No joda, señor Baduel: ¡Antes la muerte que consentir jamás ningún tirano.
Señor General Isaías Baduel, lea esta misiva, para que se entere si no lo sabe, lo que piensan de nosotros los latinos, los imperialistas.
“Bush opina que ningún país latino tiene derecho, ni competencia, a opinar cuando se trate de los destinos del Hemisferio”. Lo dice así entre bambalinas a sus más cercanos conmilitones en la Casa Blanca; es decir, cuando esta diciendo cosas que bien pueden ser consideradas como su testamento político y la médula de sus ideas. Lo dice a propósito de cuatro sujetos experimentales que tubo en sus manos últimamente: El no poder sacar a Chávez del poder, y su derrota a manos del pueblo venezolano; no poder imponernos el ALCA y la derrota que sufrió en Mar del Plata; no poder humillar a un país pequeño como Venezuela en la OEA y la ONU; y no poder evitar gobiernos de tendencia de izquierda electos en varios países de Sur y Centro América. Por principio desprecia a todo lo latino, considerándolo sinónimo de debilidad, duplicidad, voluptuosidad, deslealtad e incapacidad, y creyendo que en esa cadena de cinco elementos los unos no son más que la consecuencia natural de los otros. Ellos, dice él, son nuestro patio trasero y tienen que estar sometidos a nuestros designios.
Este refrán de la degeneración latina viene, como refrán que es, a la boca o a la pluma de cada Imperialista que quiere manifestar cosas esenciales en voz alta y delante del público, develando por completo, y como para la posteridad, la intimidad de sus opiniones esenciales. La posición más cómoda, para nosotros los latinos, sería la de sonreír, decir que está loco, lamentablemente equivocado. Sin embargo, lo más serio lo más serio sería ponernos serios y tomar esas palabras en serio, aunque provengan de un paranoico género Bush, porque se trata de una opinión generalizada y, por decirlo así, de una actitud que, de tan repetida, tiene ya el aire de ser permanente.
Bush se refiere concretamente a Cuba, Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, desdeñando, probablemente porque los considera impersonales de tan inútiles, a los demás países hermanos. De Brasil y Argentina dice este apóstrofe grosero: “No son más que unas meretrices”. Más o menos secretamente, piensan más o menos así los imperialistas en general. Ignorarlo sería tonto, olvidarlo sería un error, no decirlo ni comentarlo sería confirmar el complejo de inferioridad que se nos atribuye.
Según él, el último sobresalto de energía que tuvimos los latinos lo realizó Simón Bolívar, cuyas guerras considera como lumbraradas de fuego que se apaga. Ciento ochenta y tres años han pasado sin que ningún país latino haya ganado, sólo, ninguna guerra seria. (Se olvida de Playa Girón) El progreso en ellos dice ha sido lento, y su pobre modernización se debe principalmente a nosotros los Estados Unidos. Moralmente y políticamente son países caóticos, ingobernables. Y sólo se hacen notar por una personalidad, que parece ser el fondo natural de las razas en decadencia. Esa es, en esencia, la opinión generalizada del señor Bush, y los imperialistas que dominan científica y materialmente el Hemisferio.
Arremete él, Argentina y Brasil son los países entre los latinos, que han creado y mantenido una tecnología; pero dependiente siempre de nosotros los norteamericanos. Los demás países son atletas de tercer orden, incapaces de ganar ninguna corona en el estadio hemisférico, ni siquiera una palma. El piensa que, más que atletas somos espectadores; que somos una incógnita porque no hemos tenido ocasión de medirnos, en ningún estadio, con ningún atleta ni siquiera de talla mediana. Son por antonomasia “los pueblos del mañana”, por hoy es imposible referirse a ellos. -La verdad es que no hemos tenido ocasión de hacerles rectificar esa opinión humillante-.
He querido solamente presentar el problema en forma esquemática, tomando en consideración las realidades y la opinión que de los latinos tienen los que mantienen la doble hegemonía de la industria y del dinero en el mundo. Mi propósito ha sido más bien el de hacer reflexionar un poco sobre estos problemas.
Patria, Socialismo o Guerra.
Venceremos.
manueltaibo@cantv.net