“¿Por qué no te callas?”, espetó el rey de España, Juan Carlos de Borbón, con soberbia, petulancia, insolencia, arrogancia, presunción, vanagloria, jactancia, durante la sesión de cierre de la XVII Cumbre Iberoamericana realizada recientemente en Santiago de Chile.

Ante aquella pregunta altanera, desdeñosa, el pueblo venezolano expresó con gallardía su razón contestataria. Veamos por qué el pueblo no podrá ser callado.

Porque “sordos siempre a los gritos de nuestra justicia, han procurado los gobiernos de España desacreditar todos nuestros esfuerzos declarando criminales y sellando con la infamia, el cadalso y la confiscación, todas las tentativas que, en diversas épocas, han hecho algunos americanos para la felicidad de su país”. (Acta de la Independencia de Venezuela, 5 de julio de 1811).

Porque “el velo se ha rasgado y hemos visto la luz y se nos quiere volver a las tinieblas: se han roto las cadenas; ya hemos sido libres, y nuestros enemigos pretenden de nuevo esclavizarnos”. (Simón Bolívar, Carta de Jamaica).

Porque el salvajismo español colonizador destruyó la riqueza, la cultura, las creencias y sabiduría ancestral de los pueblos indígenas, así como con su derecho de autodeterminación.

Porque después de 515 años seguimos en resistencia, por la vida, por el respecto a nuestras culturas, autonomía, soberanía y la defensa del territorio.

Porque el conquistador español se enriqueció con el oro americano y el sudor de los indígenas.

Porque “el presidente del Gobierno español y presidente en ejercicio del Consejo Europeo, José María Aznar, ofreció al presidente provisional de Venezuela, Pedro Carmona, su disponibilidad y apoyo en sus esfuerzos por asegurar el pronto retorno de la democracia a su país, informaron fuentes oficiales”. (Diario argentino Clarín, 12 de abril de 2002).

Porque el embajador hispano en Venezuela, Manuel Viturro, quien formó parte de los comandos ejemplarizantes del grupo policial franquista Defensa Universitaria, en aquella memorable ‘era Aznar’, acompañó al presidente de facto Pedro Carmona. El diplomático español, con el estadounidense, Charles Shapiro, fueron los primeros en visitar su despacho en el Palacio de Miraflores, mientras el primer mandatario nacional estaba preso en Fuerte Tiuna y La Orchila. Por tanto, es muy difícil pensar que el representante hispano estuvo en el palacio de gobierno apoyando a los golpistas sin autorización del monarca español.

Porque hasta le habían hecho en una sastrería de efectos militares en Madrid la banda presidencial a Carmona. Esta banda presidencial fue encontrada entre los objetos abandonados por el golpista y figura entre las pruebas a su cargo.

Porque el rey de España, Juan Carlos de Borbón, también aprobó el golpe de Estado en contra del presidente Hugo Chávez en el año 2002.

Porque el ex presidente del Gobierno español José María Aznar “destila fascismo y se cree el rey del mundo”.


Porque el presidente Hugo Chávez no estaba hablando con el rey, sino con el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. De tal modo, es injustificada la calentera del monarca español.

Porque los países imperialistas no quieren la paz, sino que pretende imponernos su modelo de explotación y de saqueo, y su hegemonía a punta de guerras.

Porque el rey de España, Juan Carlos de Borbón, es tan jefe de Estado como el presidente Hugo Chávez, con la diferencia que el mandatario venezolano he sido electo tres veces. ¿En qué comicios libérrimos se eligió rey a Juan Carlos de Borbón?

Porque el rey de España, como George Walker Bush, también huele a azufre.

Porque el imperialismo quiere “imponernos el modelo democrático como lo conciben: la falsa democracia de las élites. Y además un modelo democrático muy original: ¡impuesto a bombazos, a bombardeos y a punta de invasiones y de cañonazos!”. En tal sentido, corresponde a Charles Shapiro una declaración dada a la agencia AP en 2003: “No es necesariamente un crimen matar a un presidente...”.

Porque el Partido Popular de España, organización política que dirige Aznar, acaba de votar contra la llamada “Ley de la Memoria Histórica” que reivindica a quienes fueron asesinados y perseguidos por Francisco Franco, el “Caudillo de España por la Gracia de Dios”.

Porque “por dondequiera que vea, vamos a surgir nosotros, los que insurgimos contra el imperialismo norteamericano, los que clamamos por la libertad plena del mundo, por la igualdad de los pueblos, por el respeto a la soberanía de las naciones”.

Porque hay un nuevo despertar en nuestro planeta, un amanecer que se expresa y ve por todas partes, por América Latina, por Asia, por África, por Europa, por Oceanía. Porque los imperialistas no quieren que hablen los pueblos que quieren ser libres. Venezuela se suma a esa lucha. Por consiguiente, el presidente Hugo Chávez es amenazado y condenado con el silencio por el rey de España.

Porque la añeja oligarquía política, religiosa y económica que gobernó en Venezuela hasta 1998, al verse desplazada del poder, ha optado por derrocar mediante un golpe de Estado a la Revolución Bolivariana y, como durante la Colonia, descalifica a sus seguidores como "chusma" y "hordas" perniciosas.

Porque Venezuela representa la voz de los pueblos del planeta, y ahí estará defendiendo la dignidad y la verdad.

Porque ya lo dijo el presidente Hugo Chávez: “Yo ando volando. No como las moscas, que se paran en el excremento. No tengo nada que responder al excremento".

¿Por qué no te callas tú, rey? Deja que digamos nuestras verdades que tanto les duele a ustedes.

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