Irak, o lo que, en la actualidad, queda de ese expaís, sigue ocupado militarmente, es decir, invadido por una coalición militar presidida por la asociación de dos potencias atómicas representadas por el dúo Blair-Bush, dúo que representa la Civilización Occidental y Cristiana, representando, además, el modelo universal autoerigido de conducta en lo que se refiere a las naciones. Ahora, según los medios masivos de desinformación, el Iluminado ha previsto diez años más de ocupación… ¿habría aun petróleo en su subsuelo?: sólo Dios podría saberlo. Pero lo extraño (¿extraño?) no es que Las dos potencias militarmente más poderosas de la Tierra se unan para arrasar a una nación insignificante, si hemos de equipáralas; tampoco lo es el hecho de que otros países oportunistas hagan presencia “justificatoria”, para beneficiarse de alguna manera, en el territorio invadido, como es el caso de El Salvador (¡vaya salvador!); ni siquiera lo es el hecho de que un país como Francia, sin presencia militar directa, apoye la idea de que la OTAN entrene el “ejército” montado por los ocupantes… Ya, según la AFP, Inglaterra prueba sus bombas termobáricas escalaraes en Afganistán, juguetes que le sacan los pulmones por la nariz a todo ser viviente, por más de que se esconda bajo la Tierra: mientras respire del aire estará perdido… Y ya las “Fuerzas Especiales” de la bendita OTAN, colabora con el imperio en el exterminio de sus exsocios del país de la Adormidera Blanca: los “talibanes”.
Lo verdaderamente extraño es el silencio del resto de los países que integran la comunidad internacional. Es como si unos bandidos comenzaran a violar la casa de tu vecino, mientras te haces de la vista gorda en la esperanza de que, viendo tu actitud entreguista y servil, ellos no te elijan como la siguiente víctima, una especie de macabro dejar hacer, dejar pasar, pero en un terreno capital.
Es apenas lógico que esta ocupación implique resistencia por parte de los nacionalistas del país: sin embargo, así la resistencia sea mayoritaria, siempre habrá entreguistas y colaboracionistas. Los hubo cuando los alemanes invadieron Francia; también hubo resistencia, claro está, pero esa resistencia no era terrorista por aliada, lo cual implica que el término es “humanamente” relativo.
Lo que deseo significar es lo siguiente: como quiera que la diferencia en equipamiento militar, en tecnología aplicada y en número es infinitamente desproporcionada, esa resistencia tiene que pagar 20 o 30 por uno, en la hora de contar las bajas. Estamos, además, ante un campo de experimentación. En todo caso el pueblo iraquí, los civiles, léase mujeres, niños, ancianos, padres de familia normales que deben trabajar para mantener a sus familias, etc., está sufriendo enormemente. La cuota ya es muy alta, prácticamente podemos decir que se trata de un pueblo arrasado, destruido, saqueado… Una representación de sus médicos declaró que estaba a punto de abandonar sus responsabilidades por impotencia.
Ya Sadán fue ahorcado en un acto que inclina la balanza más del lado de la venganza que de la justicia, y las razones presuntamente más significativas que el derrocamiento en sí de la dictadura, es decir, las armas de destrucción masiva, no son válidas, nunca lo fueron, sencillamente porque esas armas no existían, como tampoco existían los vínculos directos entre ese gobierno, ahora derrocado, y el ataque del 11S. ¿Por qué, entonces continúa la matanza de iraquíes?. Por supuesto, las “razones” pueden aducirse fácilmente y deberían ser cuidadosamente analizadas, aunque el consenso refiere el petróleo como la predominante: ved al cómplice de Blair, con el consentimiento de la UE, ganando un millón de dólares en una de las organizaciones bancarias de los Morgan... Pareciera lógico, asumiendo la “sinceridad” de los ocupantes, que el paso siguiente debería ser la retirada, mientras un comité neutral ayuda a los irakies a darse un gobierno según su propio consenso. Pero no lo es porque los ocupantes son todo lo que se quiera, menos sinceros.
El Canal denominado “History Channel”, cuyo contenido ideologizante es, seguramente, el más alto de la TV procedente de la exRepública de los EU, se empeña normalmente en demostrarle al desprevenido televidente que el ejército imperial es invencible por su tecnología… en días pasados mostró unas escenas trucadas sobre el despiadado ataque a Faluya, en las cuales esos soldados, extraídos de la Guerra de las Galaxias, o tal vez de algún pasaje del Infierno del Dante, desbarataban un cerco de la Resistencia, desde un balcón y en plena matanza… quisiéramos saber quién grabó las escenas en medio del Napalm.
Queda entonces un recurso, el que esgrimió, antes de caer asesinado, Monseñor Arnulfo Romero: Gritar, en nombre de Dios, ¡“Por favor, paren la matanza”!.
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