Una uribada más

Álvaro Uribe ha resultado un magnífico pupilo de George Bush. Es más, cuidado si supera al maestro. Prueba de ello fue la masacre que realizó en suelo ecuatoriano al campamento de las Farc, en la que, junto con otros combatientes, asesinaron a Raúl Reyes, el segundo en la línea de mando de la organización de estos grupos beligerantes. A continuación, presento algunas consideraciones sobre este grave asunto.

1) Detrás de la acción de Uribe está Bush que, a medida que la economía de su país va en caída, busca maneras más grotescas para atacar a Venezuela y a los países aliados a su Gobierno, que trabajan por una unión del Sur que les genere condiciones más justas para sus pueblos.

2) Como pasó con el hijo de Clara Rojas, Emmanuel, Uribe sabía hace rato que en Ecuador operaba el campamento de las Farc masacrado. Entonces, con el Gobierno norteamericano, él planificó la operación para efectuarla en el momento más adecuado, para manipular de modo mediático lo que allá pasaría.

Para lo anterior, simultáneamente, justifica su acción al acusar al gobernante ecuatoriano de estar relacionado con los grupos beligerantes, tal como se hace en el Norte, para que su proceder no resulte sancionado ante el mundo, como el cuento de las armas de destrucción masiva. Además, se coloca en el escenario una computadora más resistente que las cucarachas, sobrevivientes de cuanta guerra ha habido desde la prehistoria hasta el presente.

3) A pesar de que se pensó la situación en frío, sus actores no contaron con que cometer el atropello en territorio ecuatoriano desencadenaría una reacción colectiva en el ámbito mundial, con lo que se le calificaría a la misma como una violación a la soberanía de esta nación hermana.

4) Ecuador pasa a ser el segundo en la lista de Uribe Vélez, después de que este país se solidariza abiertamente con Venezuela en el caso de la agresión de la ExxonMobil hacia Pdvsa, y es víctima también de la mentira de quien es tan cobarde que arremete por la espalda.

5) Bush no se conformó con la acción de la empresa petrolera extranjera que no le generó el efecto esperado; de ahí que un conflicto bélico indirecto, propinado entre países hermanos, le resultara atractivo, ya que se sabe que Uribe no actúa por iniciativa propia, y que la vida de Ingrid Betancourt, como la de los demás retenidos, le importa poco al mandatario actual de Colombia que, por sus resentimientos, termina siendo un juguete más del señor Bush.

Lo que ocurrió en tierra del Ecuador pone en evidencia la verdadera cara de Uribe, que aprendió bien la lección de los excesos, impartida por su profesor de la Casa Blanca, el cual perdió la perspectiva con la guerra en Irak y hundió a la nación norteamericana en un caos económico.

La respuesta internacional ha sido el rechazo a violentar el espacio de Ecuador y garantizar el respeto de su soberanía, como también la de Venezuela si hubiese también violaciones. Tanto la primera como la segunda república no están solas y cualquier hecho violento que se efectúe en ellas tendrá un efecto que no tardará en hacerse sentir, más aún cuando la presencia de George Bush en la silla presidencial ya tiene, en cuenta regresiva, sus horas contadas.

isabelrivero70@hotmail.com



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Isabel Rivero

Licenciada en Letras de la UCV. Estudios en Lingüística y Análisis del discurso. Articulista de opinión de UN de 2002 hasta 2013. En la actualidad, artìculista del Cuatro F, Ciudad Ccs y VEA .

 @isabelrivero70

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