Ayer en Santa Cruz los medios privados desbordaban euforia. El oleaje de las banderas verdiblanco, bastante costosas, inundaron algunas plazas de Santa Cruz. Unos empresarios decían, al conocer los primeros resultados: “Esto merece un trago”. Otro magnate pedía ver la cara de Chávez, y exclamaba: “Dos puñaladas ha recibido Chávez, su referendo del 2 de diciembre y este de Santa Cruz”. En todos estos programas de televisión no aparecía un indio, mucho menos alguien solidario con la causa de Evo. Pero como la guerra es global, la SIP desparramó a sus jeques mediáticos para enviar una señal muy clara: “vamos a empezar por Bolivia, la más débil, y de aquí seguiremos minando a ese poder inmundo de collas, puercos cholos y sobre todo de malditos chavistas en el continente.”
CNN y Globovisión no cabían en sus mugres pieles. Antes no se habían planteado ser autónomos porque chupaban del país todo, ahora que se les achican las tetas, buscan refugiarse en sus millonarias “covachas”. Pero es un plan muy bien estudiado en Washington, declarado “Puzzle War” o “Guerra de rompecabezas”. Bush no ha comprendido la dimensión del conflicto que se le avecina a su país, dicen las transnacionales. Todos los candidatos a la Presidencia de EE UU, ven el panorama latinoamericano peligroso y complejo para sus inversiones, y concuerdan sus expertos en que se ha llegado a un punto sin retorno. La solución debe ser, utilizar a los lacayos de cada una de esas regiones para producir una guerra civil. El experimento comenzará a funcionar en Bolivia para luego ir poniéndolo en práctica en Ecuador y Venezuela.
“Cuando no puedas vencer con tus lacayos, en las lides legales e institucionales, entonces lánzate por lo autonómico que da muy buenos resultados.” Es decir, que el plan, además de fraccionar es cercar por hambre al resto del país, romper la unidad, crear el caos y la perdición general de la república.
Qué tal si a un centímetro cuadrado de Estados Unidos se le ocurriera medio plantear la posibilidad de declararse autonómico. Inmediatamente se emplazarían a su alrededor cincuenta portaaviones, cuarenta mil misiles con cabeza nucleares y volarían sobre su espacio aéreo centenares de poderosos aviones invisibles.
Los gringos, como los ingleses, que siempre andan apropiándose de medio mundo, cuando Argentina trató de recuperar las Malvinas, declararon extraordinariamente que esa acción era peligrosa para la paz del hemisferio. Entonces dijeron que eso no se podía permitir porque cada país en la región iba a declararle la guerra a su vecino por problemas de frontera, que existían en todas partes. Se admitió este argumento como muy razonable. Ahora en cambio no les parece nada grave ni peligroso que en nuestros países, cada región que se crea más rica en recursos minerales, en industria, ganadería o agricultura, decida separarse, para crear una nación independiente. Casos como el de Santa Cruz se dan en todos los países latinoamericanos. El Zulia, como lo reseñé ayer, es el más emblemático de Venezuela. Es el plan que tendremos que enfrentar el año que viene.
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