La actuación antiética del gobierno de los Estados Unidos, cabeza visible o punta del icberg imperial de la oligarquía angloparlante y sionista global, podría compararse con la de una monja pervertida, que predicase virtudes morales mientras comete, desc

El Despertar del Sur

La actuación antiética del gobierno de los Estados Unidos, cabeza visible o punta del icberg imperial de la oligarquía angloparlante y sionista global, podría compararse con la de una monja pervertida, que predicase virtudes morales mientras comete, descarada y licenciosamente, excesos que niegan y contradicen su propia vocación al servicio de las virtudes con que pretende dar ejemplo.

Experto en desinformar y manipular a través de los medios, especialmente de la televisión, es decir, los canales que en cada área más o menos aun controlada por su “inteligencia”, repiten esa desinformación para prolongar el sometimiento y la dependencia, ese gobierno, autoerigido en modelo de toda virtud política, se dedica a practicar todo lo contrario, ejerciendo él mismo, en vivo, lo opuesto de lo que predica…

Predica y lucha contra el “terror” y se une con Inglaterra, quien es secundada por las Fuerzas especiales de la civilizada UE, para experimentar armas y métodos de sometimiento, para no hablar de crímenes de lesa humanidad, contra un pueblo como el de Afganistán, que nada les ha hecho… igualmente destrozan, acolitados por algunos pocos soldados de otros países inconscientes, la nación Iraquí, o lo que queda de ella después de haber ensayado todas las armas que su malévola astucia ha parido para destruir a los pueblos que se atrevan, de verdad, a desafiar sus intereses…

Predica que combate el “narcotráfico” y es el principal consumidor de droga del mundo, utilizando, además, esa “razón” para crear bases militares que amenacen, en contubernio con gobiernos afines, aquellas áreas políticas de Latinoamérica o del Sur del mundo, que buscan unirse para poder competir, equilibradamente, con el norte, ya unido y actuando como sabe hacerlo.

Predica la “democracia” y su propia “República de los Estados Unidos, o lo que queda de ella, ya – prácticamente – no existe, pues los imperios, según la experiencia histórica más reciente, no son compatibles con las políticas republicanas (consúltese la tesis del Dr. Richard Dolan), habiendo cedido, de hecho, ante una dictadura virtual, cuyo impacto comienza a resquebrajar la economía, según el derechista Lyndon Larouche, quien como economista, físico nuclear y excandidato a la presidencia, conoce muy bien los problemas que aquejan esa sociedad, adormecida, hoy por hoy, debido a la manipulación de todos los medios de desinformación habidos y por haber, con honrosas excepciones como la de Noan Chomsky y otros preclaros estadounidenses, por demás lúcidos en lo que respecta a lo que verdaderamente está sucediendo en el contexto de la política mundial.

Descaro es la palabra clave que mejor define el perfil del gobierno de los Estados Unidos, descaro y falta de Ética… pero los pueblos del Sur estamos despertando y pronto lograremos la unión, de la cual UNASUR es apenas un preludio. Pronto se verá, con absoluta claridad meridiana, que las Naciones Unidas, que han devenido en un instrumento más de los intereses imperiales EU/UE, tendrán que se reemplazadas, o – como mínimo – replanteadas, para que verdaderamente funcionen como una tribuna de la conciencia planetaria y puedan acometer los retos inmediatos que están, ya, presentando las crisis que se avecinan: climática, energética, económica, alimentaria, de recursos y bélico-política… Es bueno señalar que algunas de esas crisis, todas ya en curso, no dependen de nosotros los humanos, mientras otras, como la bélico-política, en cambio, sí son causadas por el subdesarrollo de la inteligencia y de la conciencia de esta civilización.

mpb@bonells.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 6391 veces.



Miguel Paz Bonells


Visite el perfil de Miguel Paz Bonells para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Miguel Paz Bonells

Miguel Paz Bonells

Más artículos de este autor