Psuv pendiente: de nuevo viene un once

Estos diez años se han caracterizado por una contrarrevolución predecible, mal orquestada y cuyos planes siempre se han descubierto. No podemos darnos por acostumbrados.

Martín Guédez en su artículo de ayer ya nos alertaba de que Obama no debía ser y verse sino como el cambio remozado del cajero del banco para poner a un negrito maquillado de sonrisas y que para nada implicaba cambio alguno en la junta directiva, que seguiría embargándonos si no pagábamos y cobrándonos altos intereses, tan solo un amable funcionario que solo recibirá quejas y nos cambiará los cheques en la taquilla amable y simpático para darle una nueva imagen a la más perversa corporación financiera. Mosca!! También leí a Roberto Solis, en su artículo “otro golpe está en camino”. Por todas estas cosas en mi cabeza hoy “amanecí de bala.”

Un golpe, de esos que antes siempre preparaba sigiloso el Pentágono, solo se descubre cuando esta en marcha. Un revolucionario lo que menos puede hacer es dejarse agarrar por inocente.

En mis paseos por FaceBook, lei hace una semana en la página de una dama del country, heredera de un apellido de banqueros y zapaterías un mensaje que decía: “estoy preocupada por lo que va a pasar en mi Venezuela en unas semanas”, todo esto me tiene mal y aun tan sólo con nada entre mis manos, apenas la sifrina angustia de esta bruja, esta “veraz” indiscreción desde su “casa” creo que de la misma forma en que Solis escribe su artículo, quiero escribir como para ser otro de quienes dice en la noche que prendamos las luces, porque se escuchan ruidos en la sala.

El Psuv debe de inmediato tener su plan “B” dispuesto, (escuchen: ¡YA!) todos deberíamos estar preparados para saber que hacer y no quedar atrapados en medio de la sorpresa y de las balas. Si aquí se atreven a dar un nuevo golpe, será el de un solo coñazo, intempestivo y sanguinario. Saldrán, como Pinochet lo hizo en Chile a bombardear los barrios, a ametrallar de una a los que el trece bajaron sin armas; y a matar a largas listas de “dirigentes” a quienes tendrán bajo la mira, mucho antes de que suene el primer disparo.

Un Afropresidente complaciente que viene y le da la mano a Chávez, como para que no se sospeche del imperio, una cierta calma y cero detalles de “planes” escuálidos son el mantel que decoraría la nueva mesa, son la utilería formidable en el escenario para sorprendernos cualquier madrugada.

Un revolucionario no puede ser inocente, debe tener un olfato especial, debe dudar, debe hurgar sobre todo en los silencios, pues los golpes que se dan y que triunfan se caracterizan por mantenerse bajo un implacable secreto. Así como estaban las flotas navales americanas a tres millas de Bahía de Cochinos, tan solo en espera de que el nuevo “gobierno” pidiera apoyo a la ONU apenas coronara la cabeza de playa, podrá estar ahora la aviación, la infantería y todas la tropas gringas en espera, de que todos los escuálidos que silenciosamente, dentro del ejército, más los miles de paramilitares que a diario se ven entrando por Maracaibo, lograran zamparnos un sólo carajazo y aniquilaran en un dos por tres a la dirigencia y contuvieran cualquier sublevación popular a punta de bazucas, bombardeos y balazos.

La denuncia de Solís habla de saqueos realizados por los “manos blancas” en Sambil y otros centro comerciales, para tener distraída a las policías y permitir a los “Paracos” ser infernales cuando empiece a bajar el pueblo, y sea bombardeado el canal 8 y Avila Tv, Catia Tv y Radio Perola, el baño de sangre será peor que el de aquel 11, no aquí sino en Santiago, donde Pinochet no dio ni un respiro para que aquel pueblo chileno, todo “organizado” y en la lucha, pudiera ni siquiera responder con un disparo.

Que Dios nos agarre confesados y que se pongan las pilas en el San Carlos, que se reactiven desde ya los Círculos bolivarianos y que, coño, se entienda la urgencia de los CDR, (Comité de Defensa de la Revolución) como única forma de defensa ante el evento que sea. El Psuv no solo es para reunideras, debe entender que es la cabeza de la revolución, es su brazo armado si cambia el escenario y es que acaso ¿estamos para esto preparados?, no se si estaré hablando pendejadas, pero a mis años, nueve milímetros es mi diámetro interior.

Guerra avisada no mata pendejos. Preparemos desde ya un nuevo 13.

(*)Fundación HombreNuevo

brachoraul@gmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 1731 veces.



Raúl Bracho(*)


Visite el perfil de Raúl Bracho para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:


Notas relacionadas


Revise artículos similares en la sección:
Actualidad


Revise artículos similares en la sección:
Oposición