No es la primera vez que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) logra imbricarse en el mundo de los intelectuales.

Ha sido siempre uno de sus objetivos. Junto con los sindicatos, el movimiento universitario, periodistas, militares, diplomáticos, servicios de inteligencia, siempre ha tratado de penetrarlos, de atraer gente de sus filas y convertirlos en difusores de sus ideas de libertad y de democracia, o en quintas columnas en el campo adversario o de informantes. Aunque ha tenido fracasos, algunos muy duros en Cuba y en Corea del Norte, tan difíciles de penetrar, ha sido exitosa en muchos de sus propósitos. Nadie se atrevería a negar sus éxitos.

El campo de la cultura fue fértil escenario para su infiltración desde 1950, hasta que fue puesto al descubierto en un artículo publicado en mayo de 1967. Toda la historia de esa penetración, y cómo ha tenido a su servicio intelectuales en EEUU y de muchos otros países, algunos de los cuales sospechaban de la injerencia de la CIA, pero preferían "no hablar de eso"; su infiltración en el PEN Club, la promoción de congresos, encuentros, seminarios; el envío de emisarios (creo que a Mary McCarthy) para organizar una de esas reuniones aquí en Venezuela en época del gobierno de Rómulo Betancourt; financiamiento de importantes revistas, entre ellas "Cuadernos", aquí en América Latina, que en un solo año (1959) recibió 48.712,99 dólares y de películas como "Rebelión en la Granja", todo "eso" y mucho más, como la colaboración de José Figueres, lo cuenta Frances Stonor Sounders en un libro producto de una larga investigación, con acceso a documentos desclasificados y entrevistas con los involucrados: La CIA y la guerra fría cultural.

Les voy a transcribir su párrafo de entrada. "Durante los momentos culminantes de la guerra fría, el Gobierno de Estados Unidos invirtió enormes recursos en un programa secreto de propaganda cultural en Europa occidental. Un rasgo fundamental de este programa era que no se supiese su existencia. Fue llevado a cabo con gran secreto por la organización de espionaje de Estados Unidos, la Agencia Central de Inteligencia. El acto central de esta campaña encubierta fue el Congreso por la Libertad Cultural, organizado por el agente de la CIA Michael Josselson entre 1950 y 1967. Sus logros fueron considerables y su propia duración no fue el menor de ellos.

En su momento álgido, el Congreso por la Libertad Cultural tuvo oficinas en 35 países, contó con docenas de personas contratadas, publicó artículos en más de 20 revistas de prestigio, organizó exposiciones de arte, contaba con su propio servicio de noticias y de artículos de opinión, organizó conferencias internacionales del más alto nivel...", una de ellas, como hemos visto, se celebró en Venezuela. De manera que esto no es novedad.

Durante años, muchos de esos intelectuales recibieron informaciones sobre los nexos de la CIA con el Congreso por la Libertad Cultural al que pertenecían, y pese a la seriedad de los mismos, se hacían los locos, preferían no preguntar y seguir recibiendo sus prebendas; entre estos, estuvieron Raymond Aron y Andrés Malraux. El 8 de mayo de 1967, The New York Times publicó el artículo "Stephen Sender deja Encounter"; era su director y confesó que desde hacía tiempo oía los rumores sobre el aporte de la CIA a la revista, hasta que un mes antes lo comprobó y renunció. Fue todo un escándalo: el 13 de mayo se reunió una asamblea del Congreso, reconoce el financiamiento y "condena en los términos mas rotundos la forma como la CIA ha engañado a todas las personas implicadas...". ¿No les recuerda a aquel Presidente venezolano engañado por la banca mundial? Ese Congreso por la Libertad Cultural pasó a la historia... de la CIA. Hoy existen diversas organizaciones para sustituir sus funciones, agencias, fundaciones por la libertad, que ustedes pueden encontrar en "La telaraña imperial", así como varias de las entidades venezolanas que reciben esa ayuda.


Próximo Domingo

Les escribí el domingo 11 sobre el aumento de la circulación de Últimas Noticias, con cifra récord de un promedio de 218 mil ejemplares diarios. Pero aquí nadie se duerme en sus laureles.

Mañana instalaremos el primer Consejo de Lectores de un diario venezolano, y el próximo domingo encontrarán un "nuevo" periódico. Desde hace meses trabajan variados equipos de casi todos los departamentos de la Cadena Capriles, y después de propuestas y consultas de todo orden, estamos a punto de mostrarles los cambios que mejorarán nuestra ediciones, comenzando por la dominical.

Aunque se trata de un producto colectivo, si sólo debo mencionar tres nombres, lo hago en orden alfabético: Adriana Acosta (Diseño), Hilda Carmona (jefa de Información) y Luz Mely Reyes (jefa de Fin de Semana). Ellas estuvieron a la cabeza de esos cambios generados por demasiada gente para traer la lista.

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Un comunicado
de los relatores para la libertad de expresión de la ONU y de la OEA expresa que el Gobierno venezolano debe entender que, en una democracia, "la crítica, la oposición y la contradicción deben ser toleradas como condición del principio del pluralismo". ¿Y estos tipos tendrán una idea no sólo de las críticas, sino de los ataques que por los medios se hacen al gobierno y a los gobernantes? ¿Saben de otro país de América donde tales agresiones sean toleradas, sin que el respectivo Gobierno trate de silenciarlos? ¿Y sabrán cómo esta oposición quiso derrocar al gobierno por vías violentas, y sigue operando? No sé quién los crió, pero el diablo los juntó.

De acuerdo con la ley
Resorte, la "revocatoria de la habilitación hasta por cinco años" y "la revocatoria de la concesión" de una emisora de radio o de una televisora requiere que el medio sea reincidente, que antes le hayan aplicado otras sanciones previstas (suspensión hasta por 72 horas). En cualquier caso, Conatel tendrá que apegarse a la ley.

La declaración
de la Fapuv sobre la cesión de la soberanía sólo cita tres casos: la ocupación de un Ejército extranjero, la entrega del golfo a Colombia y de urano y otros minerales estratégicos a varios países. Les faltó incluir la base naval que usará Rusia y la instalación de la fábrica de bicicletas en Bolívar, que le permitirá a Irán desarrollar aquí la construcción de una bomba atómica. ¡Y esos son los dirigentes de los profesores universitarios!

El presidente
Evo Morales dio una nueva demostración de la dignidad de su gobierno en sus relaciones con EEUU.

Pese a que tiene expulsado al embajador de ese país, el subsecretario de Estado Thomas Shanon fue a La Paz a escuchar los planteamientos sobre cómo deben ser esas relaciones, sin ninguna interferencia en los asuntos internos. Son signos del cambio de época.

Supongo
que la Contraloría General atenderá el exhorto público que le hicieron la Asamblea Nacional y grupos universitarios para abrir una averiguación sobre la forma como las universidades públicas invierten el presupuesto. No han terminado de explicar, por ejemplo, que en 2008 no ejecutaran 45%, y ahora reclamen el 6% que se les recortó.

edrangel@cadena-capriles.com