La mas generalizada
ha sido la del entreguismo de Uribe a las ordenes del pentágono obedeciendo
a la creación de un ámbito hostil con Venezuela para abrir paso a
la repetición de un golpe de estado con efecto domino a partir de nuestra
patria y con proyección al resto de los países Bolivarianos que se
han delineado al lado del Alba y de la propuesta de la unidad continental
ante el imperio norteamericano.
Fue decisión
de Uribe o complacencia ante las solicitudes del imperio, es la primera
pregunta. Uribe y sus ministros de defensa no han cesado de utilizar
el hostigamiento a Venezuela, las provocaciones y matrices de opinión
comprometiéndolos como colaboradores de las FARC, como tributo en sus
desesperados intentos de que el congreso americano les apruebe el tratado
del ALCA, esta decisión, entonces, podría ser otra jugada mas
de Uribe aprovechándose de la crisis en Centroamérica.
La ambigüedad
de las políticas norteamericanas sobre la región, no ayudan en nada
a tener una visión clara, Obama dice que Estados Unidos respetaría
los gobiernos democráticos en todo el continente y que desconocerá
cualquier golpe militar. Una cosa es lo que dice y otra cosa es lo que
hace, o una cosa dice Obama y otra cosa hace el pentágono, igualmente
pasa con Uribe Vélez, a veces es una marioneta obediente y otra
una marioneta altanera que se enreda entre los hilos de donde cuelga.
No es el primer
impase de Álvaro Uribe con Hugo Chávez, en sus relaciones ciclotímicas
ya los hemos visto guindarse por la greñas y luego nuevamente apretarse
las manos. Esta vez podríamos volver a ver la misma película o podríamos
estar en el preestreno de una terrorífica cinematografía de guerra.
Venezuela es
rica en petróleo, Colombia en cocaína. Venezuela lidera los cambios
al socialismo y Colombia representa los mas recalcitrantes intereses
oligarcas. Ambas naciones son la puerta a la Amazonía que en fin de
cuentas es lo que le interesa al imperio americano. Estados Unidos
juega para su propio equipo, por supuesto que Colombia es una ficha
en su tablero y si la decisión en política internacional que asuma
el pentágono y Obama, es la de la intervención, Uribe, las bases militares,
los paracos, el manejo mediático para poner a Hugo Chávez como terrorista
y la conformación de un frente de desestabilización en la media luna
que conforman los estados Táchira y Zulia, opositores al gobierno chavista,
serán el mejor escenario para empezar la pesadilla.
Si el imperio
toma el camino militar en nuestro continente, obviamente que se escribirán
paginas rojas en la historia, Venezuela no es ya un fenómeno aislado,
una intervención militar proclamaría una guerra civil continental
y una grave crisis mundial. China no se quedaría como observadora,
ni Rusia ni Europa, seria un golpe de estado continental de imprevisibles
consecuencias.
Aquellas palabras
de Kennedy que decían que oponerse a las revoluciones pacíficas seria
abrirle el camino a las revoluciones violentas serian una verdad inmediata.
Las FARC pasarían a ser las Fuerzas Armadas de todo el continente y
todo el continente viviría cien años de guerra.
Hay dos caminos
enfrente; por uno se marchara de forma no violenta hacia un mundo que
cambie hacia nuevas formas de sociedad que ofrezcan inclusión y futuro
y por el otro al terrible drama de un monstruo imperial, que como Micheletti
en Honduras, se obstina en mantener un poder apoyado en las bayonetas.
Es el mundo entero el que esta en crisis, hay crisis económicas y crisis políticas importantes, en los próximos años el aumento de la población en paro en el mismo Estados Unidos y en Europa se convertirá en una fuerza política determinante, el mundo esta parado frente a su posibilidad de perecer en un planeta de desordenes sociales y climáticos o ante la posibilidad de asumir en sus manos la restitución del sentido de la vida. La palabra y los actos de todos quienes estamos vivos son importantes y necesarias, cada uno de los que estamos vivos debemos tomar una decisión, en nuestras manos pende, de un hilo, el destino de la humanidad entera.
brachoraul@gmail.com