Continúan las luchas, movilizaciones y protestas de los hondureños por la democracia y la constitucionalidad. Ese pueblo está dando un ejemplo único en América Latina desde el domingo 28 de junio, cuando fue derrocado, secuestrado y expatriado el presidente constitucional Manuel Zelaya. Ha estado en calles y carreteras, enfrentando una represión cada mas más brutal; permanente protesta que obligó a la dictadura a suspender nuevamente las garantías. Increíble lo que hace pese a sus carencias de organizaciones partidistas y sociales.
Mientras tanto, el presidente Barack Obama califica de "hipocresía latina" los reclamos para que intervenga en los asuntos internos de Honduras si antes condenaban a EEUU por política intervencionista.
Esa es la misma posición que aquí tienen los opositores, que tan tibiamente condenaron, o no, exactamente, lamentaron, el golpe de Estado contra el presidente Zelaya, pero seguidamente trataban de justificar su derrocamiento. Es su conducta de hoy, con las tímidas críticas a la instalación de bases militares de EEUU en Colombia, pero seguidamente critican al gobierno de Chávez por su "desproporcionada respuesta". No cambian.
Pero regresemos a Obama.
Sucede que nadie, ningún gobernante, ni Unasur, ni Alba, ni Caricom, ni Mercosur, ningún organismo regional le ha pedido intervenir en Honduras. Todo cuanto se le reclama como Presidente de Estados Unidos es que cumpla con las decisiones de la OEA, que el representante estadounidense votó, y que se aprobaron por unanimidad.
Sucede que EEUU es el único país de la región que conserva a su embajador en Tegucigalpa y mantiene vigentes convenios militares con el gobierno golpista.
Cuanto se le pide, presidente Obama, es que sea consecuente con los votos de su país y que igualmente reitere otra resolución de la OEA: que no reconocerán ningún gobierno salido de unas elecciones presididas por los golpistas.
Ni es demandar intervención, ni pueden llamarse hipócritas los reclamos de los países latinoamericanos.
La crítica
Editado hace 40 años, Leer el periódico se propuso contribuir a un mejor conocimiento de los medios.
En su prefacio, Jacques Fauvet escribe que "saber dominar los medios de información, tener una actitud crítica frente a los mismos", permitirá estar mejor informados y ser un lector más exigente, y agrega: "La escuela es el mejor lugar donde debe hacerse este aprendizaje". ¿Por qué esas reacciones si en la Ley Orgánica de Educación se buscar crear desde la escuela lectores críticos? ¿Qué tiene de malo? ¿Saben que Balzac llamó a la prensa "cuarto poder" porque criticaba a los tres poderes clásicos pero no permitían que la criticaran? La prensa, los medios en general, que tanta influencia ejercen en las gentes, en niños y adolescentes, como ocurre con el Gobierno, los tribunales, el Legislativo, los políticos, casi todos en la sociedad moderna, pueden y deben ser analizados y criticados.
Dotar a los escolares y liceístas de las herramientas necesarias para hacerlo es una importante tarea.
¿Por qué no? ¿Acaso quieren unos hijos de la sumisión, incapaces de reflexionar, de cuestionar, de criticar, incluso a los medios?
Unasur en Bariloche
El presidente Álvaro Uribe se presentará en Bariloche el sábado 29 cuando se reúnan los presidentes de Unasur, con hechos cumplidos: la autorización por 10 años a Estados Unidos para que sus fuerzas militares de aire, mar y tierra utilicen siete bases en territorio colombiano. Es lo que se desprende del anuncio oficial de Bogotá según el cual "se cerraron las negociaciones" respecto a ese acuerdo militar.
De nada valieron las observaciones de algunos jefes de Estado de la región, ni los expresos desacuerdos expresados por otros, a la presencia estadounidense en esas bases, estratégicamente ubicadas, de suerte que tanto Venezuela como Ecuador tengan razones para temer por la integridad de sus respectivos territorios.
Ese anuncio estuvo acompañado de otro que debemos considerar como del mayor cinismo, pues Uribe declaró que quiere mejorar las relaciones con Venezuela y Ecuador, después de acusarlos de cooperar con las guerrillas, de suministrarles armas. Aunque quedó evidente que lo hizo para distraer la atención luego de que se confirmó la cesión de las siete bases militares a EEUU.
¿De qué puede servir esa reunión de Unasur en Argentina? Se supone que ya el convenio EEUU-Colombia es inmodificable si sólo aspectos técnicos quedan por resolver. Entre los presidentes suramericanos hay diferencias respecto a la presencia militar estadounidense en Colombia, hace poco puestas de manifiesto. Tendrán que coincidir en expresar sus desacuerdos de variable intensidad.
Pero esperemos estas dos semanas.
edrangel@cadena-capriles.com