El plan admitido por Condoleezza Rice, durante la invasión a Irak, de darle un nuevo rostro al Medio Oriente, viene cumpliéndose al pié de la letra, pero desde hace mucho tiempo.
No es casual que Estados Unidos haya vetado todas las resoluciones propuestas desde la ONU, que exigen a Israel se ajuste a la legalidad internacional. Israel se convirtió en una amenaza permanente para el Oriente Próximo y para todo el mundo. Pero pese a todas las medidas en su contra, Israel que es un estado terrorista y forajido hace caso omiso a cualquier condena. Mientras, sigue esforzándose por acabar con todos palestinos.
En estos tiempos de revolución en el Sur, lo más triste es que en Argentina, el presidente actual de ese estado pirata -Simón Pérez- no sólo justifique el terrorismo que practican contra los palestinos, sino que además se da el lujo de amenazar a los gobiernos de Irán y Venezuela. Así lo hizo desde un foro al cual fue invitado en el marco de su visita a ese país
Este episodio empaña todo el esfuerzo que se viene haciendo, y en especial, el empeño del presidente Hugo Chávez, por consolidar un proceso de integración y cooperación entre los pueblos del continente. Además demuestra que el lobby sionista ladra desde muy cerca de nosotros.
El 11 de abril de 2002, se cayeron muchas caretas (no todas las necesarias) y una de ellas era la del sionismo detrás del golpe. Ya conocíamos de la infiltración del sionismo y sus fuerzas como el Mosad en los cuerpos de inteligencia, militares y policiales de Venezuela, penetración facilitada especialmente durante el gobierno adeco de Jaime Lusinchi, pero a partir del golpe contra Chávez, se conocieron mayores evidencias de que Israel tiene mucho poder y lo ejerce dentro del territorio venezolano. Ejerce sus influencias en diferentes sectores del país.
Autoridades de la Comunidad Judía en Venezuela, no sólo han acusado al gobierno bolivariano de prácticas antisemitas, y a los medios del estado de fomentarlas, sino que además se permiten cuestionar la política internacional que adelanta el Ejecutivo. Cuestionan los convenios entre Venezuela e Irán, país acosado también por el imperio-sionista.
No es sólo el gobierno de Estados Unidos el que está detrás del acoso contra Venezuela. Israel también tiene embarradas las manos. El alto mando militar de Israel y los representantes de su gobierno sostuvieron reuniones privadas con el ministro de la Defensa de Colombia Juan Manuel Santos, previo a la masacre de Sucumbíos-Ecuador, cuando dieron muerte a Raúl Reyes y a casi todos quienes se encontraban en el campamento.
Israel atribuye a Chávez una supuesta relación con el terrorismo. Ahora el gobierno colombiano (cercado por todas las acusaciones de estar relacionado con el narcotráfico y el paramilitarismo) asesorado y dirigido por gringos e israelíes, amenaza a todo el hemisferio con las siete bases militares. Y sólo espera cualquier excusa para activar sus planes contra Venezuela.
¿Qué otras pruebas necesitamos?
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