Muchos venezolanos viven un cuento de ficción con un conjunto de tiendas que ofrecen ofertas engañosas y se encuentran ubicadas en el territorio nacional constituyéndose en monopolios de la industria Agroalimentaria Nacional. Es alarmante como doblan los precios para después ofrecer hasta el cincuenta por ciento de descuento. Desde hace aproximadamente cinco años venimos sufriendo golpes aterradores por los entes administrativos de éstas empresas, donde la estabilidad económica de los trabajadores no es deseable y es totalmente incierta sus cotizaciones al Seguro Social, en una oportunidad vimos una empresa gloriosa, ahora observamos un enclave colombo - francés que no oye las amonestaciones del presidente y del INDEPABIS y no corrige las remarcaciones cuando se le presenta un instructivo para tal fin y no forjan un criterio o una serie de opiniones a favor del pueblo consumidor, cuando se le consulta por la aberración de precios
En Venezuela conviven muchos inmigrantes que colocaron en sus residencias bodegas o adquirieron pequeños locales comerciales ahora no colocan loa precios al público consumidor y reniegan del Estado por no viajar para visitar a sus familiares y llevarle el dinero recaudado. Los instrumentos de CAVIDI no permiten muchos halagos y satisfacciones a estos señores que no aman ésta tierra que los recibió en décadas anteriores, por eso, muchos prefieren vender sus factorías para irse a sus tierras de origen y luchar de nuevo para forjarse un futuro, porque no desean el bienestar del pueblo venezolano. La destrucción del empleo en nuestro país es una verdadera maquinaria con un flujo cuantioso de cesanteados que deben ir al campo buhorenil para ganarse un salario mínimo que poco resulta dichoso para llevarle comida a sus hijos, porque los industriales se niegan rotundamente a invertir.
A pesar que el gobierno socialista ha expropiado varias centrales azucareras, los resultados han sido muy limitados, debido a que se debe revisar en manos de quien, están las flotas de gandolas. La carencia prosigue y solo comerciantes inescrupulosos son capaces de revender el azúcar de su precio original a doce mil bolívares de los antiguos. Mientras, el gobierno ataca a la burguesía porque estafa al pueblo y provoca situaciones de especulación muy devastadoras.
Hay una falsa ilusión de riqueza en el país y los venezolanos no pueden ahorrar porque debe adquirir en los almacenes productos electrodomésticos porque se encuentran manipulados por el consumismo y esa política mediática los hace ver en una devaluación que los arrope y atornille a gastos . Por eso, la gente sale corriendo a los supermercados con el fin de adquirir alimentos y lo del día, porque la política de difusión falsa los hace ver que el dinero no da para más.
Venezuela, ya es un mundo de fantasías para la oposición y que esta en las ruinas y pobreza crítica, existen inconvenientes con los gastos energéticos y solo muy pocos hombres se alimentan del gobierno socialista porque poco existe una articulación entre el PSUV y el pueblo, son las garras del Imperio y ahora en Haití con veinte mil infantes. El partido oficialista debe controlar estas falsas informaciones por un grupo económico capaz de dominar esta campaña mediática que no tiene una ideología cierta, pero, se aprovechan del gobierno a través de la Clase Media alta y la burguesía. Lo cierto, es que las últimas decisiones del gobierno han sido plurilaterales y el pueblo n es consultado como antes, creándose una confianza que asegura las elecciones parlamentarias el próximo mes de septiembre .Por eso, debemos decirle no a los especuladores
Estamos achicolapados, Venezuela exige más seriedad en el rumbo político que ha de enrumbarse nuestra patria, aquellos que especulen deben ser expropiados según las normativas de ley y el código de comercio. No puede existir doblez de corazón es necesario seguir luchando por una Nación más segura y modernizada. Los consejos comunales son la vía para participar en los sectores populares.
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